La salida de Fred Vergnoux, el 'gurú' que llevó a Mireia Belmonte al éxito: "Me sentí traicionado"
El laureado técnico entrenaba a la nadadora badalonesa cuando consiguió las únicas cuatro medallas olímpicas de la natación española en el siglo XXI.
Todas las medallas olímpicas españolas en las pruebas de natación tienen el nombre de Fred Vergnoux. El entrenador de Mireia Belmonte durante más de una década llevó a la badalonesa a dos platas en los Juegos Olímpicos de Londres y al ansiado oro en Río 2016, donde también se colgó otra medalla de bronce. Tras sus éxitos al frente del CAR de Sant Cugat, el francés fue el elegido como entrenador jefe del equipo nacional de la Real Federación Española de Natación (RFEN) hasta Tokio 2020, donde no siguió su relación con Mireia y tampoco siguió al frente de sus responsabilidades federativas. ¿Qué pasó en 2021? ¿Cómo es su relación con Mireia? ¿Cuáles son los problemas de la natación española para seguir sin lograr éxitos internacionales en los grandes eventos? Vergnoux atiende a Relevo para responder a todas las preguntas.
¿Cómo es tu relación actual con Mireia?
Bien, bien. Estos días le he enviado un mensaje porque ha sido su cumpleaños y me ha dado las gracias. Le va a a llegar un pequeño regalo de mi parte en el CAR, como hago cada año y espero hacerlo toda la vida, porque Mireia es Mireia. Estamos en un periodo de 'nuestra' relación en la que no hablamos absolutamente nada de natación, es más una relación personal. Creo que, para los dos, está bien que sea una relación así ahora mismo.
¿Cómo está Mireia ahora? Lleva mucho tiempo sin resultados, pero afirmando que quiere estar en París...
El hecho de que Mireia siga nadando, intentándolo y siguiendo con el sueño de ir a los Juegos de París es una cosa muy buena. Muy positiva para la natación española en general y por supuesto para ella. Lo que está claro es que hace mucho tiempo que no ha competido, que no está bien para pensar en clasificarse y la dificultad está ahí. Pero, conociéndola bien, si hay una persona que lo puede conseguir es ella, no hay ninguna duda.
Pero solo quedan 9 meses para los Juegos...
Se está recuperando de sus hombros, poco a poco parece que está saliendo de esa fase dura de tener tantos problemas, y realmente deseo que pueda tener tiempo suficiente. Además, el campeonato de España clasificatorio para los Juegos es en junio. Ella con el calendario es una máquina, lo tiene controladísimo. Seguro que sabe incluir qué día se va a poner a tope y lo puede conseguir, no lo dudo. Se lo merece.

Como entrenador de élite, ¿crees que lo va a lograr?
Como entrenador puro de natación te digo que sí, que es posible. Creo que lo puede conseguir, pero va a ser muy difícil. Hay un momento en el que ella va a tener que ponerse a tope y cuanto más tiempo pasa, más difícil lo tiene. Además, las mínimas olímpicas que han puesto son muy difíciles. Ahora, el nivel para ir a los Juegos es complicado. Como amigo, espero encontrarla en los Juegos de mi país, darle un beso enorme, hacernos una foto y cenar con ella en París.
Con su palmarés y su sufrimiento con los hombros, ¿la retirada no hubiera sido una buena opción?
Ella nunca está contenta al conseguir sus objetivos. Mireia tiene tanto carácter, que ella funciona así. No piensa que ya ha conseguido todo lo que se puede conseguir, siempre piensa que hay más cosas por lograr. La vida de Mireia es un reto constante. Su reto de poder estar en sus quintos Juegos Olímpicos seguro que tiene algo detrás a nivel personal que ella quiere. Lo va a intentar, y si no lo consigue, no lo consigue, pero lo intentará a muerte.
Al inicio has dicho: «...está bien que sea una relación así ahora mismo». ¿Qué pasó para dejarlo?
No, no pasó nada. Absolutamente, nada. Mucho antes de los Juegos Olímpicos de Tokio, los dos sabíamos que eran nuestros últimos Juegos. Tres ciclos olímpicos juntos, con todo lo bueno que ha pasado, con todo lo difícil que ha sido. Una relación tan intensa por parte de los dos, que incluye una Mireia a tope, metida en la preparación. Era el momento de cambiar y no hay nada más que eso. Solamente que ese camino se acababa en Tokio.
Hablando de Tokio. No estuviste en la piscina el día de la final del 400 estilos donde Mireia se quedó a 23 centésimas de la medalla.
Me quedé bastante triste. Un entrenador no es imprescindible, pero te das cuenta que la clave del éxito a alto nivel es la relación entre el deportista y el entrenador. Esto es así. En ese momento concreto de la final, si hubiese estado ahí, simplemente para calentar con Mireia y estar un ratito con ella antes de la cámara de salida... puede ser que hubiera conseguido la medalla de bronce. Me da mucha pena no haber podido estar presente. Yo estaba en los Juegos, en Japón... No voy a acusar a nadie, pero, en ese momento, creo que ahí fallamos todos. Con una acreditación de entrenador podía estar en las pruebas de aguas abiertas y de natación, pero a mí me dijeron que no podía acceder a la piscina. Si llego a acompañar a Mireia en esa última hora antes de la final, creo que le damos la vuelta y la medalla hubiese sido para ella. Si te das cuenta, fueron 0,2 segundos en un 400 estilos.
Quizás estar tanto tiempo en entrenamientos duros quemó la relación y era mejor terminar antes de que acabara mal.
No era tanto eso. Yo sí sé que había gente de nuestro staff como la fisio, el preparador mental y alguna gente más que a mí no me aguantaba. Yo estaba tan exigente, tan implicado, tan... Incluso yo tenía la necesidad personal de marcharme a otro sitio. Me vino de maravilla irme a Canarias [donde fichó por el CN Metropole] porque seguía en España y todavía podía ayudar a la natación española. Mireia y yo hablamos para que se viniera a Canarias, pero al final se quedó en el CAR de Sant Cugat porque allí tiene su entorno y sus cosas. Era lo normal.
"Pensaba que España todavía contaba conmigo"
Poco después de dejarlo con Mireia, también sales del CAR de Sant Cugat.
Yo no puedo mentir. Salí del CAR de Sant Cugat con una profunda tristeza, creo que esa es la palabra correcta.
¿Por qué?
En ese momento, me sentí... me sentí traicionado. El director técnico actual [el entrenador británico Sean Kelly], si vino a España, es gracias a mí. De hecho, si tú le preguntas, te lo va a decir. El proyecto que teníamos en mente era la llegada de Ben Titley, probablemente uno de los mejores entrenadores de natación que hay. La idea era que Ben se encargara de los nadadores de las pruebas de velocidad (50, 100 y 200) y yo de las pruebas desde el 200 mariposa para arriba y las aguas abiertas. Esto era lo que yo creía que iba a pasar.
¿Y qué terminó pasando?
Desde la llegada de Sean, fue un año muy difícil. Después de los Juegos, lo recuerdo como si fuese ayer, un día volví a casa y le dije a mi mujer: "Yo aquí no quiero estar. Se acabó, finito". Ya no estaba en los papeles de esta gente y era claro que tenía que terminar. Lo tenía claro, no soy tonto y el proyecto de Canarias me daba muchas ganas de hacer algo diferente y en España.
Pero, ¿qué pasó para que tomaras la decisión de terminar?
Quiero pensar que mi tiempo con España tenía que acabarse y que había venido un equipo nuevo con unos objetivos nuevos, una forma de trabajar diferente... Yo eso lo puedo entender, ¿sabes? Lo puedo entender, de verdad. Pero nadie vino a verme y decirme: 'Mira, Fred, no contamos más contigo'. Yo pensaba que España todavía contaba conmigo. Eso es lo que me atormenta más. Si alguien viene y me dice "mira, el proyecto de futuro no pasa por ti y tenemos otro plan", le digo "vale, pues ya está, lo comparto, hago la maleta". Con eso lo tienes claro. Pero a mí nadie ha venido a decirme que no contaban conmigo, eso te hace sentirte inútil y era difícil.
"Nadie me dijo las cosas a la cara"
Esto le estaba sucediendo al que había dirigido la exitosa carrera de Mireia.
Por todo lo que he hecho en España, como entrenador jefe de la Selección, como el entrenador de Mireia Belmonte, como el entrenador de Judit Ignacio, como el entrenador de Alberto Martínez, o los mil que han ido a los Juegos conmigo. Era muy doloroso, la verdad que lo pasé mal. Nadie me dijo las cosas a la cara como tocaba en ese momento. Solo escuchas ruidos y rumores por detrás. Esto te cansa y no es correcto.
Todo esto ocurre tras la llegada de Kelly. Decías que habías sido clave para que fichara por la RFEN, por lo que entiendo que te llevabas bien con él.
Nos conocemos desde hace mucho tiempo. Cuando yo estaba de entrenador jefe del equipo inglés en 2008, él estaba en el equipo. Hemos compartido muchas cosas. Cuando iba a Sierra Nevada con España, veía a sus nadadores y entrenábamos juntos. Era como una relación súper guay. Cuando hablamos con Luis Villanueva de la necesidad de un director técnico y salió su nombre, dije: "Pues sí, creo que Sean podría ser muy interesante". Tenía una visión diferente, ha tenido resultados a nivel olímpico, ha tenido medallistas olímpicas y podía aportar mucho. De verdad que yo pensaba así. Luego llega él y yo me tuve que marchar.
La crisis de la natación española no se acaba. ¿Cuáles son los motivos?
Lo he dicho muchas veces y me han criticado mucho, recibí palos de la hostia diciéndolo... pero aquí el deporte número 1 es la envidia. En España, hay demasiada envidia para poder sentarse en una mesa y empezar a trabajar juntos. Tuve muchísima ilusión con el proyecto de los NEAN (Núcleos de Entrenamientos de Alto Nivel) porque la idea era reunir los mejores nadadores nacionales de una especialidad para que puedan entrenar juntos. Cuando ese proyecto empezó con el CN Metropole, CN Sabadell y CN Sant Andreu, ¿qué pasó? Que los otros clubs se enfadaron y otra vez la típica reacción de España, la envidia y no sé qué. Pero seguro que trabajarían para que ellos, el año que viene, sean uno de esos núcleos de entrenamiento, ¿sabes? Y creo que eso era muy, muy, muy positivo, de verdad. Hay una cosa muy importante en la natación, que los americanos y los australianos hacen muy bien: cuando tú pones un nadador que está preparando una prueba al lado de otro nadador que está preparando la misma prueba, el nivel de la preparación va a subir. En este caso, si una está en Málaga, la otra en Galicia, la otra en Barcelona... y todas entrenando solas, el nivel nunca va a ser el mismo.
La competitividad interna y sus efectos.
Todo el éxito que mis nadadores han conseguido ha sido así. Podemos utilizar el ejemplo de Mireia, porque siempre había alguien al lado. Por ejemplo, cuando Mireia se clasifica para Londres 2012 en 400 estilos, al lado suyo se clasifica una chica que se llama Claudia Dasca. Claudia llegó a conseguir la marca para los Juegos. Si Mireia gana una medalla olímpica en esa distancia, hace el récord del mundo en piscina corta que sigue vigente y gana no sé cuantas medallas es porque tenía a Claudia entrenando con ella. En 2016, con María Vilas pasó lo mismo en la misma prueba, o lo podemos decir también con Judit Ignacio en el 200 mariposa. No solamente consiguen la marca olímpica, también ayudan a Mireia a nadar rápido. Algunos nadadores me han criticado diciendo que solo sirvo para ayudar a Mireia... bueno, ¿por qué no? Me acuerdo de una anécdota: Pedí al CAR de Sant Cugat que un nadador se quedara con la beca durante el año olímpico 2015-2016, porque ese chico tenía un nivel para apretar a Mireia en los entrenamientos. Su presencia era clave en el éxito de Mireia.

Hablabas de envidias. ¿De quién?
No es cuestión de los nadadores, es de los entrenadores, de la gente...
¿De algunos entrenadores?
Sí, creo que es por eso. No sé si a algún entrenador le gustaría hacerlo y no puede. Ahora mismo todo el apoyo va a la Blume y al CAR de Sant Cugat. No hay ningún apoyo para los clubes, los clubes si quieren hacer una concentración se lo pagan ellos. Conozco entrenadores que les encantaría trabajar juntos, no hay ninguna duda, pero no sé si pueden. Creo que hay que se debería insistir mucho en el head to head [uno contra uno], ponerte a entrenar a tope y competir a diario. Los mejores nadadores españoles solo se encuentran en el campeonato de España, compiten y ya está, pero el nivel de cada uno podría ser mejor si estuvieran juntos y compitieran en los entrenamientos. Está bien enviar a los nadadores a entrenar en otros programas fuera de España, pero... ¿por qué no hacerlo en casa? Para mí es importante seguir trabajando un modelo 100% español.
Pero debe haber más problemas para que no salga más talento.
Creo que se han olvidado del centro en altura de Sierra Nevada. Ahora parece que volvemos, pero no debe ser solamente para los nadadores de Aguas Abiertas o los fondistas, sino para un proyecto de desarrollo de los jóvenes. Esto Alberto Tubella, que era antes director técnico, lo hacía muy bien, y lo tenía claro. Decía que los jóvenes tenían que pasar por el modelo de altura. Cada vez que subes a Sierra Nevada, hay jóvenes alemanes que están ahí. Si tú pides el nombre de cada uno de ellos y vuelves en cuatro años, ya verás que por lo menos uno de ellos está en el equipo nacional absoluto. Tienen un sistema de desarrollo. Llevo 13 años diciendo que el centro de altura de Sierra Nevada es de España, es el nuestro, y no lo utilizan. Creo que hay un fallo grande en esto.

¿Y algo más?
La fuerza de España son las instalaciones y el sistema de los clubes. Es cierto que los clubes lo están pasando mal ahora, pero todavía este modelo de clubes es un modelo único y que funciona. En Francia, Italia o Inglaterra, la natación viene de los clubes y parece que en España se han olvidado de esto. Los únicos que interesan son los CAR de Madrid y Barcelona creando un modelo centralizado. Puedo respetar esta forma de organizar las cosas, pero no la comparto. La fuerza de España son los clubes y ahí han dejado de lado el contacto. Algunos entrenadores de estos clubes se sienten aislados y sienten que no se les valora.
¿Es imposible reconducir la situación?
Te voy a decir lo que yo pienso. Hay una comisión técnica, una organización con entrenadores nacionales y eso lo tenemos que respetar, y ellos pueden tener una visión que puede ser diferente a la que tenía yo. Un plan de desarrollo distinto, un sistema de clasificación o de selección del equipo nacional diferente... En esto yo ya casi no puedo decir nada porque lo tengo que respetar. En mi época, hemos intentado hacer cositas con los relevos, hemos apoyado muchísimo la altura... No te digo que hemos hecho todo bien, por supuesto que no, pero por lo menos hemos intentado cositas. Ahora mismo, ellos toman sus decisiones y eso se tiene que respetar. Pero creo que hay una división porque no podemos olvidar que la natación viene de los clubes.
Hablando de envidias, siempre miramos los buenos resultados de Francia e Italia.
Hay que ir con cuidado en la comparación, porque Francia son más de 300.000 licencias y España creo que son 65.000 o 70.000. Ya al nivel del número no se puede ni comparar. Italia tiene un presupuesto de 42 millones de euros, cuando España no sé si son unos 12. A nivel económico, Italia es una potencia, es una bestia en comparación con España. Lo que España sí tiene son piscinas, espacio en las piscinas de 50 metros... Por ejemplo, el mayor problema en la natación francesa es la falta de espacio, de piscinas. Porque antes una piscina tenía un club de natación y poco más, ahora la piscina tiene club de natación, club de saltos, club de natación artística, club de natación con aletas, club de abuelos, etc., y no hay espacio para la natación de élite. Es un problema muy grave y falta espacio. Pero me permito decir que, sin tantos medios como los de Francia o Italia, en España están los mejores equipos de waterpolo del mundo y, probablemente entre muchos factores, es porque entrenan y compiten entre ellos cada día.
La última novedad es que España renuncia a ir al Europeo de piscina corta de este mes de diciembre.
El Europeo de piscina corta es una gran oportunidad para aprender, es el primer escalón para subir al nivel más alto. España ha ganado 70 medallas en este campeonato a lo largo de la historia. Puedo entender perfectamente que el equipo absoluto que prepara el Mundial [2-18 de febrero en Doha] no participen, es un tema de planificación y es una estrategia diferente que se puede respetar. Pero, ¿por que no enviar otros nadadores, incluido los mejores juniors? Va a ser difícil poder entrar en finales pero es un aprendizaje muy positivo.
"Me gustaría que Hugo pusiera todos los huevos en la misma cesta"
La única gran ilusión en los últimos años ha sido Hugo González de Oliveira.
Hugo tiene talento, tiene un motor increíble y es un ganador. Yo creo sinceramente que Hugo podría estar en el número 1, pero también tiene este lado de que la natación no es el fin del mundo. Cree que hay más cosas en la vida que la natación. A mí, personalmente, me gustaría que dijera que va a poner todos los huevos en la misma cesta durante seis, ocho, nueve meses. Por lo menos lo intenta, porque lo peor que puede pasar es que se arrepienta de no haberlo dado todo, de no intentarlo todo. Pero hay que confiar en el futuro, porque no tengo la menor duda de que es posible ilusionarse otra vez.
Visto desde fuera, mucha gente se llega a enfadar al ver que no pone todos los huevos en la misma cesta.
Lo que le vi de él en el Europeo de Budapest 2020 antes de los Juegos, donde gana el oro en el 200 estilos, la plata en el 100 espalda y el bronce en el 50 espalda, demuestra que es un chaval que puede estar en el número uno, sin duda. Pero, claro, el 'precio' que hay que pagar, no todo el mundo está dispuesto y no sé si él está dispuesto. No soy psicólogo. Tengo una relación normal con Hugo, nos saludamos, pero este 'precio' no tiene por qué pagarse y no lo va a conseguir sin pagar el 'precio'. A veces, parece que se esconde un poco y te sale decirle: "Hostia, Hugo, ¡inténtalo de una vez!".
El enfado aumenta cuando ves que el francés Léon Marchand gana medallas mundiales y pinta a gran estrella de París 2024 nadando el 400 estilos, que no nada Hugo.
Y Marchand es tan bueno en el 200 mariposa, 200 braza y 200 estilos porque está preparando el 400 estilos, donde es plusmarquista mundial y campeón del mundo. Eso funciona así.
Hay que decirle a Hugo que lo prepare...
Sí, de hecho cuando Hugo ha nadado rápido es porque también estaba entrenando el 400 estilos, además de otras pruebas. El año pasado hizo un 400 estilos espectacular en yardas, y hace dos años también. Esta pelea que puede tener en el campeonato universitario con Léon, también es otra oportunidad. Como hemos hablado antes, va a estar cara a cara con el mejor del mundo. Tú preguntas a cualquier ganador, si mañana quiere o puede entrenar con el mejor del mundo... ¿qué te van a decir? Te van a decir todos que sí. Pues por lo menos, hagámoslo con los chicos del país. No todos los días, pero el máximo de días posible juntos para que el nivel suba.
Que esté en EE.UU. puede influir para bien o para mal en esta implicación.
Hugo es un top de los top. Allí está mejor atendido, cuidado, puede estudiar y hacer su plan de carrera. Porque la natación hay un día en el que se va a acabar. Mireia tenía un apoyo incondicional de la UCAM, que le permitía estudiar y seguir alternando. Tenía un tutor para planificar sus clases y sus exámenes. Hacíamos su planificación a la carta, más flexible no existe y como si estuviéramos en América.
Quizás ese es el camino: plan flexible de estudios y entrenamientos.
Te voy a decir una cosa: tienes que estudiar y todo el mundo tiene que pasar por eso. La natación es un deporte amateur, no estamos en un mundo profesional y hay muy poco dinero. Cuando uno gana medallas olímpicas puede aparecer un sponsor, pero no se puede comparar con lo que mueve el fútbol o el baloncesto. En esto, también hay que cambiar. ¿Sabes la cantidad de horas que entrena un nadador para intentar clasificarse para los Juegos, para intentar estar en una final, para intentar ganar una medalla? Si comparas eso con el dinero que recibe... Ninguna empresa invierte en eso, el modelo es un fracaso total.
Cuando saliste de España, te fuiste a Bélgica.
El proyecto de Bélgica era fantástico. El pasado año fue muy motivante a nivel deportivo y, de hecho, en una temporada Bélgica ha hecho 30 récords nacionales, incluidos 22 en piscina larga. Creo que es el único país del mundo que ha logrado eso. Quizás en 2009, con el bañador de plástico, puede ser que todos los países lo hicieran pero seguro que el año pasado éramos los únicos. Un potencial brutal en un primer año grande.
¿Por qué has decidido irte solo un año después?
Por la parte personal. Estaba solo allí, porque mi familia todavía estaba en Canarias, y fue muy difícil. Me encontré con una cosa que no podía ni imaginar, ni pensar, ni anticipar, que es estar solo. La vida de un entrenador en muchos momentos se trata de estar solo, pero volver a casa y seguir estando solo... Me iba de competición, volvía solo a Amberes, me iba 3 semanas a Sierra Nevada, volvía a Amberes y totalmente solo en mi casa. Por esto he tomado la decisión de irme. Solo tengo palabras de agradecimiento a la federación belga, miramos la posibilidad de seguir hasta Paris, pero la oportunidad de volver a Francia era 'ahora o nunca'. Ahora estoy en el CN Antibes en Francia, junto a mi familia, en un gran proyecto con la federación francesa y World Aquatics.