NATACIÓN ARTÍSTICA

Iris Tió y Alisa Ozhogina se cuelgan el bronce mundial en dúo técnico en una final de locura

Las nadadoras españolas partían desde la novena posición en las preliminares.

Alisa Ozhogina e Iris Tió posan con la medalla de bronce. /REUTERS/Issei Kato
Alisa Ozhogina e Iris Tió posan con la medalla de bronce. REUTERS/Issei Kato
Elia Montoya

Elia Montoya

Qué bonito cuando el deporte está totalmente inspirado y te deja con el suspense hasta el final. Cuando hasta el último segundo de competición el resultado está en el aire. Cuando no estás ni entre las favoritas para subir al podio y de repente te cuelgas la medalla que tanto habías soñado. Esto es exactamente lo que han conseguido Iris Tió y Alisa Ozhogina en la final de dúo técnico del Mundial de Fukuoka 2023. Un bronce que sabe a triunfo absoluto.

Si ya en la primera final de este mundial Iris Tió cuajó una remontada digna de recordar al pasar de la séptima posición en la preliminar al bronce en solo técnico, este dúo técnico ha sido una auténtica locura. Partían en la preliminar desde el noveno puesto con 228,7059 puntos, por lo que en la final fueron de las primeras en mostrar su rutina. Iris y Alisa con sus gorras y bañadores inspirados en el béisbol se lanzaron al agua sin ningún tipo de presión y con solo un objetivo: disfrutar y mejorar las sensaciones obtenidas en la previa. Y vaya si lo hicieron. 257,8368 reflejaba el marcador. No se lo podían creer. Más de 29 puntos de diferencia con su marca anterior y directas a la segunda posición. Se colocaron por detrás del torrente de la pareja japonesa formada por Moe Higa (con apenas 15 años) y Mashiro Yasunaga, clasificadas últimas para la final y que clavaron la ejecución y aumentaron exponencialmente la dificultad para alcanzar una puntuación de 273,9500.

Las italianas también mejoraron su resultado final, de 134,2667 a 263,0334 puntos, y pasaron de ser octavas en la preliminar a colocarse segundas. Sin embargo, quedaban todavía por participar las siete mejores parejas del día anterior. Iris y Alisa, muy satisfechas con su trabajo, se fueron al vestuario a cambiarse cuando les llegó la noticia. "Estábamos saliendo de la ducha y nos dicen que seguíamos terceras. No nos lo podíamos creer; estábamos en un mar de emociones", ha comentado Alisa a los medios nada más enterarse del resultado.

Un sorprendente final por la nueva puntación

Las españolas querían aferrarse a esa tercera posición, pero sólo podían confiar en que el resto fallase. Y exactamente fue eso lo que ocurrió. Las ya famosas "base marks" del nuevo reglamento de la natación artística penalizaron a las siguientes delegaciones, incidiendo sobre todo en el apartado de ejecución. Poco a poco iban cayendo todos los dúos que habían bordado sus actuaciones en la preliminar. China, Austria y Ucrania, que habían conseguido los mejores puestos, veían cómo perdían más de 30, 35 y 61 puntos respectivamente respecto al día anterior.

Lo casi imposible se hizo realidad. España consiguió ese soñado bronce gracias a una clave: bajar la dificultad del ejercicio para no hacer "base marks". Alisa confiesa que su entrenadora Mayu tuvo la idea de apostar por la impresión artística y pulir la ejecución en su coreografía basada en el "Proud Mary" de Tina Turner. Es así como se quedaron a tan solo 5 puntos de la plata, pero con la magnífica sensación de haber tocado el cielo de Fukuoka.