La orden antitransexual de Trump amenaza a la nadadora que batía los récords de Ledecky: "La dirección es aterradora y oscura"
Lia Thomas ganó varias competiciones universitarias con récords entre 2021 y 2022. Ahora tres nadadores piden que se anule todo.
![Lia Thomas, en uno de los podios tras competir en 2022 sin que sus compañeras posen junto a ella. /GETTY](http://s2.sportstatics.com/relevo/www/multimedia/202502/09/media/cortadas/lia-thomas-RgGCrESyDc7S46mDXbPXUwJ-1200x648@Relevo.jpg)
Lia Thomas fue Will Thomas hasta 2020. Se sentía una mujer en el cuerpo de un hombre y estudiaba en la Universidad de Pensilvania. Practicaba natación y, aunque estaba becada y formaba parte de los prominentes programas estadounidenses, no destacaba por sus marcas, no se clasificaba para las finales de la NCAA. En 2019 inició un tratamiento de suspensión de testosterana y después de la pandemia empezó a competir en categoría femenina. Y todo cambió. Sus tiempos discretos eran registros ultrasónicos. Y el debate sobre la transexualidad en la natación -y en el deporte en general- traspasó fronteras.
Su nombre llenó espacios televisivos, prensa, incluso hubo manifestaciones en su contra ("no a los hombres compitiendo contra mujeres" o "salvar el deporte femenino") con una imagen icónica -la que ilustra esta información- en la que Thomas gana una prueba, pero es marginada en el podio por el resto de nadadoras que posan con sus medallas en una fotografía alternativa. Ahora mismo, casi cuatro años después de aquello, una orden antitransexual en el deporte de Donald Trump ha rescatado esos episodios.
Former teammates of transgender athlete Lia Thomas are suing to expunge her swimming records. pic.twitter.com/jkPoiHCNSq
— Daily Mail Online (@MailOnline) February 6, 2025
Amparados en la nueva orden del presidente de Estados Unidos de prohibir que las transexuales compitan con mujeres, hay tres nadadoras que han ido un paso más allá y han reclamado que se anulen todos los récords que consiguió Thomas y que se le desposea de sus medallas. Grace Estabrook, Ellen Holmquist y Margot Kaczorowski, quienes coincidieron con Lia Thomas en Pensilvania, ha presentado una demanda contra la propia uniersvidad, Harvard, la NCAA y Ivy League para pedir que eliminen los récords de Thomas. "Queremos que cambien que todo tenga que ver con los Juegos Olímpicos y que tengan que ver con este tema absolutamente ridículo", dijo Trump.
Marcó un 50 mejor que Ledecky: "Lo hago para ser feliz"
Las reglas de la NCAA permitían que compitiera un tránsgenero en categoría femenina si llevaba un año en tratamiento de disminución de testosterona, por lo que Thomas cumplía con lo establecido. Y en la piscina no tuvo rival, especialmente en los 200 y 500 yardas, pruebas que incluso llegó a ganar, esta última, con una ventaja de 38 segundos y se situó cerca de los récords que establecieron campeonas olímpicas en su paso por la Universidad. Como ejemplo, cuando se adjudicó la prueba de 200 libre en yardas de la Ivy League -solo en Estados Unidos- completó un 50 final más rápido que la campeona olímpica y una de las mejores de la historia Katie Ledecky. Y fue nombre a mujer del año en las NCAA.
En Estados Unidos, multitud de asociaciones empezaron movimientos para denunciar la injusticia de la participación mientras Lia Thomas reclamaba simplemente "lo que la gente no entiende es que no nos sometemos al proceso de transición para competir, lo hacemos para ser felices, auténticos, para ser nosotros mismos. Tener ventajas deportivas no es algo que afecta nuestra decisión", dijo en su momento a ABC News y ESPN.
Una de las personas más críticas fue Nancy Hogshead, ahora abogada y antes nadadora exitosa, ganadora de cuatro medallas olímpicas en Los Ángeles 1984. En una conversación en su momento con este periodista, la exnadadora puso un ejemplo numérico de por qué la participación de Thomas era adulterar la competición y perjudicar al resto de atletas: "Phelps tenía solo 0,8% de ventaja sobre su compañero Ian Crocker en Atenas 2004, pero 12,6% sobre Petria Thomas, la campeona femenina en la misma disciplina. Lia Thomas no es un 11% más lenta que antes, sino que ha sido solo un 2,6% en los 200 yardas y un 5.76% en los 500. No es justo".
La exnadadora no cerró la puerta a una participación futura siempre y cuando se cumplieran unas condiciones. "Las mujeres trans deben competir con las mujeres biológicas siempre que puedan demostrar que han perdido su ventaja de pubertad masculina ligada al sexo antes de competir en la categoría de mujeres. Lia Thomas no puede hacer esa demostración", soslayó.
Un congreso en Budapest donde se puso el límite a los 12 años
En los Juegos Olímpicos de Tokio, en 2021, una háltera neozelandesa se convirtió en la primer atleta transgénero en competir en categoría femenina. Se trata de Laurel Hubbard, que no pasó el corte ni se metió en la final. El Comité Olímpico Internacional (COI) reconoció en boca de su director adjunto, Pere Miró, que este tema era uno de los más especiales y complicados de resolver: "Por un lado queremos incluir, que es uno de nuestros valores. Todos deben tener su lugar, pero por otro lado debe haber un fair play, es decir, que la competición sea justa e exista una igualdad de competir con las mismas condiciones. Es complicado. Tenemos comisiones desde hace tiempo estudiando esto".
Y, con ese precedente, la natación mundial entendió que había que tomar una decisión con Lia Thomas y con el resto de nadadoras transgénero porque los Juegos de París estaban al caer y las marcas de la estudiante de Pensilvania eran competitivas. Y ese momento llegó en el Congreso de World Aquatics celebrado en Budapest en junio de 2022. Y, allí, mediante la participación de médicos se llegó a la siguiente conclusión que excluía a Lia Thomas de las competiciones internacionales.
"Solo pueden participar aquellos que no han experimentado una parte de la pubertad masculina, esto son los 12 años. Después será tarde y el nivel de testosterona será elevado", resolvieron. Thomas no empezó hasta los 21 años ese cambio hormonal. "La testosterona es anabólica. Los hombres tienen más masa muscular, tienen más capacidad de absorción de oxígeno, sus órganos son más grandes, sus manos son más grandes para agarrar el agua, saltan más lejos… Hemos concluido que estas diferencias ya empiezan en la pubertad y que as ahí donde se agranda el rendimiento", concluyeron.
Después de aquellos Mundiales, el nombre Lia Thomas empezó a desaparecer hasta que una orden de Donald Trump lo ha vuelto a poner bajo el foco. Ahora la exnadadora es abogada, dibuja, uno de sus hobbies, notifica sus éxitos deportivos en sus redes sociales y se mantiene firme en sus ideales: "Hoy este país se mueve en una dirección oscura y aterradora. Mientras trabajamos para proteger a nuestras comunidades del daño, es importante no ceder en la desesperación...".