WATERPOLO

El waterpolo europeo tiene un grave problema que se llama Croacia: "Premios para ellos, 125.000 euros; ellas, 20.000"

European Aquatics ha publicado los premios de la próxima Champions sacando pecho de las subidas.

La publicación en Instagram sobre el premio/
La publicación en Instagram sobre el premio
Alberto Martínez

Alberto Martínez

Una publicación en Instagram que esperaba ser recibida con aplausos ha levantado el polvo de un problema de fondo en el waterpolo europeo que se llama Croacia. European Aquatics, presidida por el portugués Antonio Silva y dominada en el área de waterpolo por el país balcánico, publicó este miércoles un aumento en los premios para los participantes en la Champions tanto masculina como femenina de la temporada 2025-26. A priori, el montante final es una buena noticia: las recompensas han aumentado y se sitúan en 435.000 euros. Pero el reparto, del que han sacado pecho, remarca las extremas diferencias entre ambas categorías.

"Premio para el campeón masculino, 125.000 euros... premio para el femenino, 20.000". "Es una jodida broma", publicó la campeona olímpica Maica García, a lo que le siguieron especialmente otras jugadoras del CN Sabadell, el mejor club europeo por palmarés, molestas por este agravio comparativo donde los premios femeninos son seis veces menores que los masculinos. Por el momento, ni Olympiakos, ni Ferencvaros ni CN Sant Andreu, los participantes en la final four de este año, han emitido un comunicado aunque obviamente la noticia no ha debido sentar bien. "No compartimos y rechazamos firmemente la decisión en relación al reparto económico n las competiciones masculinas y femeninas de la Champions. Es una falta de respeto a las jugadoras y a clubes como nosotros que apostamos por la igualdad desde hace años", explica el propio club catalán en un comunicado publicado el miércoles por la tarde en sus redes.

Independientemente del reparto de los premios, en el que siempre hay distintas perspectivas -lo que genera cada deporte, las audiencias, los patrocinadores concretos de una o dos disciplinas- está la mirada y la sensibilidad de los actuales regentes del waterpolo europeo, en la que priorizan sus intereses como se ha ido demostrando en las últimas decisiones que se han tomado.

Hay un largo listado, como por ejemplo la de cambiar el formato de la actual Champions para favorecer a sus clubes masculinos, que lidian con la competitiva liga balcánica, o también la de decidir en contra de otras selecciones como España de mover el Europeo clasificatorio para los Juegos Olímpicos de París, en 2024, a Zagreb, cuando la idea era buscar una sede neutral -Berlín- para no favorecer a ninguna selección: se daba la circunstancia que el anterior Europeo, en 2022, también se celebró en Split, Croacia.

Detrás de esta decisión y de hacerla pública presumiendo del aumento de premios sin reparar en la desigualdad evidente está de nuevo el peso y del desarrollo del waterpolo femenino en los países balcánicos. Por primera vez en la historia, Serbia ha conseguido clasificarse para unos Mundiales de Natación después de su última participación en la World Cup. Croacia, que ha sido campeona mundial y olímpica en hombres y es una de las grandes potencias, cuenta con una selección femenina de nivel bajo.

«El masculino en Croacia quiere toda la atención y el dinero»

En los pasados Europeos de Split, en 2022, las gradas estaban repletas en los partidos masculinos, porque el waterpolo es deporte nacional en el país; pero en cambio apenas habían seguidores en la grada para seguir los partidos femeninos. El desarrollo se encamina en una dirección. "Ellos tienen el poder real", relatan fuentes ligadas a European Aquatics. "Dominio balcánico 100%". Y han decidido, como ya se puso en marcha en 2024, separar ambos torneos: los chicos por un lado, las chicas, por otro... Cada uno con su presupuesto y en ciudades que puedan acogerlo, difícilmente en los Balcanes.

En 2018, durante el Europeo de Waterpolo de Barcelona, Dragan Matutinovic, quien fuera seleccionador masculino español de 1991 a 1993, se encargó del equipo femenino croata. Y en una entrevista a este periodista en AS explicó la visión que tienen del waterpolo femenino. "El waterpolo masculino no deja que se desarrolle el femenino. Así de claro. Quieren toda la atención y el dinero. En Montenegro no existen las chicas. Y en Serbia y en Croacia tenemos un nivel bajo. No es un asunto cultural ni social -están los ejemplos del baloncesto o el balonmano- es de nuestro deporte. Aun así, hemos hecho un buen trabajo, ya que logramos meternos en el Europeo. Estamos a 20 goles de diferencia de las mejores", argumentó.

Aunque en países como España, Países Bajos, Francia, Grecia o Hungría -aunque hay diferencias entre los sueldos, espectadores, patrocinadores- se han dado pasos hacia adelante, el criterio balcánico ahora va en contra y se refleja en hechos como el de este miércoles, donde un reparto seis veces desigual se convierte en una noticia para sacar pecho. Un anacronismo.