El abucheo a Taylor Swift, el troleo de Donald Trump, un espontáneo proPalestina y la polémica con el himno estadounidense marcan la Super Bowl

Los Kansas City Chiefs vivieron una noche para el olvido en la Super Bowl LIX. Tenían a tiro la posibilidad de conquistar su tercer título consecutivo, pero se quedaron con el molde ante la exhibición defensiva y ofensiva de unos Philadelphia Eagles que se tomaron la revancha de lo ocurrido hace dos años de la mano de un Jalen Hurts que asumió los galones de líder y se puso el traje de MVP para llevar a los de Pennsylvania a su segundo título nacional.

El 'quarterback' de los Eagles desarboló a la defensa de unos Chiefs que también vivieron un infierno en la grada. Especialmente Taylor Swift, su aficionada más famosa. La pareja de Travis Kelce, tight end del equipo de Kansas City, apareció en las pantallas del Caesars Superdome de Nueva Orleans y fue abucheada por gran parte del estadio, dejando una de las imágenes del partido… aunque nada tuviera que ver con el fútbol.

Abiertamente contraria a Donald Trump, primer presidente en activo que acude a una Super Bowl, Swift se llevó los pitos y los abucheos de buena parte de los aficionados presentes en el estadio, lo que le valió también la burla del propio Trump en redes sociales nada más terminar el duelo.

"La única que tuvo una noche peor que los Kansas City Chiefs fue Taylor Swift", dijo el presidente de Estados Unidos, que bajó antes del partido al césped, en un mensaje publicado en Truth Social, su red social. "Salió del estadio abucheada. ¡MAGA ("Make America Great Again", la base trumpista) no perdona!", añadió.

La cantante, que vivió el duelo en un palco vip valorado en más de dos millones de dólares, fue captada por las cámaras y su reacción -empezó mirando seria a la cámara y terminó riéndose antes de que la cámara la perdiera de vista- rápidamente se hizo viral.

Aunque podría parecer que los responsables de esos abucheos eran los hinchas de los Philadelphia Eagles, Trump llevó la rivalidad deportiva al terreno político. Swift apoyó públicamente durante la reciente campaña electoral a la rival de Trump, la demócrata Kamala Harris.

No fue el único foco polémico en un partido marcado por la actuación de Kendrick Lamar en el descanso del partido. Un 'miniconcierto' que contó con la presencia de dos espontáneos. Por un lado Serena Williams, que apareció entre el cuerpo de baile del rapero y se llevó los aplausos del público con sus movimientos en un escenario en el que también apareció otro sujeto inesperado.

Un hombre con una bandera, que mezclaba la bandera de Palestina y Sudán, se coló este domingo en el espectáculo de medio tiempo del rapero Kendrick Lamar del Super Bowl. Tras conseguir pasearse y hondear su bandera brevemente por el césped del Caesars Superdome de Nueva Orleans, en Luisiana, el hombre fue detenido por la seguridad.

Otro foco de polémica tuvo lugar antes del partido con la interpretación del himno por parte de Jon Batiste, que cambió la letra de 'The Star-Spangled Banner' para incluir hasta en dos ocasiones más de las que dice la letra la frase 'The land of the free', provocando los aplausos de los asistentes y una oleada de mensajes en redes sociales, apoyando la teoría de que ese cambio era una puya a Trump, que acaba de empezar su segundo mandato en la Casa Blanca.