Los Philadelphia Eagles arrasan a los Chiefs en el peor partido que se recuerda de Patrick Mahomes y se llevan la Super Bowl

Los Kansas City Chiefs seguirán siendo uno de los mejores equipos del siglo XXI en la NFL, pero no serán el primer en conseguir tres títulos de Super Bowl de manera consecutiva. Este domingo cayeron con contundencia ante unos Philadelphia Eagles que llevaron el duelo a su terreno desde el pitido inicial (40-22). Con este triunfo, dan por finiquitada la revancha que llevaban arrastrando desde hace dos años, cuando la misma final cayó del otro lado.

Sobre el papel, el partido iba a ser igualado. Los Chiefs tenían sobre el campo al mejor jugador, ya no solo del encuentro, sino de toda la liga. Sin embargo, los Eagles poseían armas para minimizarlo, sobre todo gracias a una defensa que ha sido la que les había traído a esta Super Bowl. Y como se dice en muchas ocasiones, una buena defensa gana campeonatos y eso se empezó a ver casi desde el principio.

En la primera mitad, los vigentes campeones apenas sumaron 16 yardas y tan solo un primer down. Los ataques no tenían continuidad, Mahomes veía como los defensores rivales superaban su línea ofensiva sin problemas y él no encontraba a sus compañeros. Sus dos primeros ataques duraron nada y menos y en el tercero, una gran interceptación de Cooper DeJean acabó en touchdown en contra.

Esa anotación ponía el 17-0 en el marcador, pero ya antes los Eagles habían demostrado que estaban un paso por delante en actitud y energía. Jalen Hurts sabía que tenía que dar un paso al frente con el pase y no le pesó la responsabilidad. Dos grandes envíos suyos le permitieron firmar el primer touchdown del encuentro y aunque fue interceptado al principio del segundo cuarto, ese error fue un espejismo.

Kansas quiso reducir la renta antes del descanso sabiendo que comenzarían atacando tras la actuación de Kendrick Lamar. Pero lo que les llegó fue otro touchdown en contra después de otro error grosero de Mahomes, que fue interceptado por Zack Baun. Anotó AJ Brown, un veterano que vino precisamente para brillar en los partidos importantes. La renta tras 30 minutos era de 24-0 y la mejor noticia para los Eagles es que Saquon Barkley, su mejor jugador ofensivo, apenas había tenido que aparecer.

El primer ataque de los Chiefs tras el descanso siguió la misma dinámica que los de la primera mitad: corto y malo. La franquicia estaba firmando el peor partido de la temporada y uno de los peores de la época en la que han tenido como quarterback a Mahomes. Ese primer ataque de los Eagles en el tercer cuarto, además de 'robar' bastante tiempo al cronómetro, supuso la lesión de Chris Jones en Kansas y otros tres puntos para llevar el marcador hasta el 27-0, lo que les hacía saborear la victoria.

Con el partido ya en el último cuarto, los campeones seguían siendo sometidos en todo momento y ya solo quedaba saber el resultado final y por cuantos puntos ganarían los Eagles. En los últimos minutos, los Chiefs maquillaron el partido cuando su rival había puesto sobre el campo a todos los suplentes. Nueva Orleans ya era una fiesta de los aficionados de Philadelphia en una Super Bowl que pasará a la historia como uno de los peores partidos (o el peor) de un jugador de leyenda como Patrick Mahomes.