Brock Purdy, último jugador del draft y estrella de la NFL

A la NFL solo llegan súper estrellas, jugadores que se han preparado a conciencia para jugar al deporte más seguido de los Estados Unidos. Decenas de miles de jóvenes lo practican a lo largo y ancho del país, y tan solo unos pocos tienen la fortuna de llegar a la liga que copa las retransmisiones deportivas durante el año. Son auténtica élite y por eso el draft se convierte en un acontecimiento tan seguido año tras año. Cada equipo, traspaso a parte, dispone de varias rondas para seleccionar a aquellas promesas que pueden ayudarles a conquistar las próximas Súper Bowls. Todos se fijan en el número 1, que suele ser un quarterback, pero nadie lo hace en el jugador que sale elegido en última posición, 'Mr Irrelevant'.

Brock Purdy no estaba llamado a hacer nada este año en la NFL. Nada. Kyle Shanahan, entrenador jefe de los San Francisco 49ers, había decidido darle los mandos del ataque del equipo a Trey Lance, por el que habían apostado decididamente un año antes pero que se había pasado su primera temporada en la liga a la sombra de Jimmy Garoppolo. Precisamente, el ex de los Patriots era carne de traspaso, aunque la franquicia no encontró un destino para él. Purdy, por tanto, pasó de la última posición del draft al fondo del banquillo.

La posición de quarterback es la que menos se mueve durante la temporada en un equipo. Son las estrellas y reciben pocos golpes, por lo que es difícil verles fuera de un partido. Pero los 49ers han tenido mala suerte. Al principio de temporada, Trey Lance, el que debía y debe ser su líder la próxima década, caía gravemente lesionado. No iba a volver a jugar esta temporada. Muchos aficionados se alegraban entonces de no haber traspasado a un 'Jimmy G' que había sido muy discutido los años previos pero que ahora se convertía de la noche a la mañana en salvador. Hasta comienzos de diciembre.

Garoppolo se fracturó el pie en un partido de los Dolphins, lo que abrió de par en par las puertas de la titularidad a Purdy. 'Mr Irrelevant' tenía una oportunidad en la NFL mucho antes de lo previsto, y en un equipo candidato a conquistar la Súper Bowl. Casi nada. Pero no se acobardó y su presencia en el campo sirvió para dar un nuevo aire a unos 49ers que ya venían con racha victoriosa. Su primer partido en la liga, además, fue contra los Tampa Bay Buccaneers de Tom Brady, a los que apalizó. Era su carta de presentación.

La relación deportiva de Purdy con el fútbol americano sufrió un paréntesis en 2016, cuando sufrió mononucleosis. Sin embargo, a finales de 2017 y comienzos de 2018 recibió la llamada de numerosas universidades de todo el país, decantándose por Iowa State, una de las más prestigiosas. "Nunca me ha importado en qué ronda salía, qué elección era o si directamente no era seleccionado. Yo solo quería salir al campo y demostrarme a mí mismo que puedo jugar a este nivel. Esa siempre ha sido mi mentalidad, apuntó el jugador de los 49ers antes de su debut en la liga hace un mes.

Pese a su selección en el draft, no era un descarte. "Para nosotros es relevante", apuntó John Lynch, mánager de la franquicia, en un juego de palabras relacionado con el apelativo que recibe el jugador escogido en la última posición. Desde entonces, fue su ética de trabajo la que le hizo estar preparado para cuando llegase la oportunidad. Entrenaba como si fuese a jugar, cantaba las jugadas como si fuese a jugar y actuaba como si fuese a jugar. Y cuando le tocó jugar, no defraudó. Ayer se convirtió en el primer quarterback de la última década que gana un partido de playoffs en su debut como titular, pero Purdy no quiere terminar ahí. Su carrera no ha hecho más que comenzar.