En el juego de los brutos venció la inteligencia
![Andy Reid celebrando la victoria con Travis Kelce /GETTY IMAGES](http://s2.sportstatics.com/relevo/www/multimedia/202302/13/media/cortadas/andy-reid-kelce-RVZ0HZQE5RSmyDg1tRFildO-1200x648@Relevo.jpg?w=569&h=320)
Las expectativas son peligrosas. Siempre. Hoy se enfrentaban los dos mejores equipos de la NFL en un escenario soñado, con el MVP sobre el césped y cientos de intrahistorias entre las dos franquicias. Pero Philadelphia y Kansas se encargaron de superarlas. El fútbol americano se tilda constantemente como un deporte físico y brutal. Esta noche, en el partido más importante del año, ganó la inteligencia.
Sonó el himno de los Estados Unidos y a Nick Sirianni, entrenador de los Eagles, le caían las lágrimas a borbotones. A minutos de su primera Super Bowl solo podía llorar. Le demostró a aquellos que no conocían este deporte la emoción que genera. La madre de los hermanos Kelce veía como sus hijos Jason y Travis peleaban por su sueño. En la butaca de al lado estaba Damar Hamlin, que sufrió un paro cardiaco en pleno partido hace un mes. Hoy también fue protagonista aunque no jugase.
Sobre el campo empezó mandando Jalen Hurst y su fortaleza mental. Después de un inicio arrollador, el quarterback de Philadelphia cometió un error gravísimo. Se le escapó el balón de las manos, lo recuperaron los Chiefs y anotaron. En el siguiente ataque se echó el equipo a la espalda. Tomó decisiones arriesgadas y la valentía encontró premio en forma de touchdown con su firma.
The tears are real from Sirianni. Emotions are high. pic.twitter.com/fZ60Zx1f56
— Barstool Sports (@barstoolsports) February 12, 2023
Patrick Mahomes puso en alerta a todos los espectadores justo antes del descanso. Llegaba tocado. Su tobillo derecho había sufrido mucho desde hace tres semanas. Y en una de las últimas jugadas del segundo cuarto se llevó un golpe que le hizo cojear. No sabemos qué le dirían en el descanso, pero salió como un avión. Consiguió yardas para su equipo mientras hacía muecas de dolor. "No quiero hablar de dinastía porque todavía no hemos terminado", dijo mientras levantaba el MVP del partido. Parece que su hambre no se saciará nunca.
El mejor de hoy no vestía de corto. Estaba en la banda. Fue Andy Reid, el entrenador de los Kansas City Chiefs. Supo manejar el reloj como nadie. Philadelphia controló el balón durante todo el partido, pero él esperó al último cuarto para hacerlo. Agotó todos los segundos que tenía para dejar a sus rivales buscando un milagro con seis segundos en el crono. Rihanna llenó el cielo de Phoenix de diamantes. Los Chiefs tendrán que utilizarlos para sus anillos de campeones de la Super Bowl LVII.