Los controles antidoping y el pasaporte biológico llegan al pádel profesional
La Federación internacional de Pádel se ha asociado con la ITA para llevar un control exhaustivo sobre el dopaje a los jugadores del circuito Premier Padel.

El pádel profesional ha reforzado su compromiso con el deporte limpio. La Federación Internacional de Pádel (FIP) ha llegado un acuerdo con la Agencia Internacional de Control (ITA) para gestionar de forma independiente todo su programa antidopaje. Se trata de una medida estratégica que marca un nuevo estándar de transparencia y ética en el deporte de la pala.
La agencia, reconocida por operar bajo el Código Mundial Antidopaje, asumirá el control total del programa: desde la planificación de pruebas hasta la gestión de resultados, pasando por la supervisión médica y la investigación de posibles infracciones.
Este organismo independiente llevará a cabo controles antidopaje tanto en competición como fuera de ella. Estos controles se aplicarán en torneos de primer nivel como Premier Padel y el CUPRA FIP Tour, y también a lo largo del año, incluso en periodos sin competición. Las pruebas estarán basadas en criterios de inteligencia, riesgos y rendimiento deportivo. Estos controles pueden empezar a producirse con caracter inmediato y de manera aleatoria. Nunca hasta ahora, ni en el circuito World Padel Tour, ni en Premier Padel, se llevaban a cabo este tipo de pruebas.
Otra de las grandes novedades es que se implementará el Pasaporte Biológico, una herramienta que permite monitorear variables fisiológicas a lo largo del tiempo. Este sistema, utilizado en deportes como el atletismo o el ciclismo, facilita la detección de prácticas dopantes incluso cuando no hay una prueba positiva directa.
Se realizarán controles fuera de la competición

Un aspecto clave que los jugadores tendrán que tener en cuenta es la gestión de las Autorizaciones de Uso Terapéutico (TUE), que permiten el uso de ciertos medicamentos cuando existe una necesidad médica justificada. La evaluación de estas solicitudes quedará en manos de un comité médico independiente gestionado por la agencia, lo que garantizará transparencia del proceso.
Además, se realizarán controles sorpresa fuera de competición, sin aviso previo, para evitar cualquier estrategia evasiva por parte de los deportistas. El acuerdo también incluye un ambicioso programa educativo de cuatro años. Con acciones presenciales en torneos y contenidos adaptados, la FIP y la ITA trabajarán juntas para formar a jugadores, entrenadores y personal técnico en valores de ética, salud y responsabilidad.
Uno de los grandes objetivos de la FIP es que el pádel sea reconocido como deporte olímpico. Para ello, disponer de un sistema antidopaje independiente y robusto es un requisito indispensable. Esta alianza con la ITA coloca al pádel en una buena posición de cara a futuras aspiraciones olímpicas.