Cronología de una revancha entre Juan Lebrón y Mike Yanguas

Esta historia viene de lejos. Juan Lebrón tenía clavado en lo más profundo de su corazón lo que sucedió en Catary ha aprovechado la primera oportunidad que ha pasado por delante para tomarse la revancha. Al más puro estilo Messi en el Bernabéu, el jugador del Puerto de Santa María celebró la victoria ante Mike Yanguas y Javi Garrido en los cuartos de final del Premier Padel de Acapulco quitándose la camiseta y mostrándosela en la cara a sus rivales. Este gesto tiene una intrahistoria que vamos a intentar explicarte.

Vayamos a los hechos. Ronda de octavos de final del Major de Catar. Partido entre Lebrón y Galán frente a Yanguas y Garrido. Estaba siendo un encuentro caliente, muy disputado, en el que Juan y Ale estaban sufriendo más de lo previsto. En el ecuador del segundo set, Mike pidió una falta de pie en un saque del jugador del Lobo. Ahí Lebrón entró en convulsión. Empezó a insultar y a menospreciar a sus rivales y al juez de silla con unas formas que avergonzaban a su propio compañero. El partido continuó hasta que Juan volvió a tener otro enfrentamiento, ahora con Juani Mieres, entrenador de Garrido y Yanguas. Los tuvieron que separar, llegando incluso a poner seguridad a Mike y a Javi después del partido para evitar posibles peleas dentro del recinto del Khalifa International Tennis and Squash Complex.

Este hecho supuso un maremoto difícilmente recordado en el mundo del pádel. Horas después del incidente, Ale Galán tomo la decisión de romper con Juan Lebrón avergonzado de comportamientos reiterados del jugador andaluz, tal y como reconocía en 'El Partidazo' de COPE: "El pádel no se merece situaciones desagradables. Mi decisión de separarme de Juan no fue deportiva. Tenía un sentimiento que cada vez era más recurrente, que necesitaba nuevos retos. Cuando tuve la decisión clara, quise llamarle y le dije que no quería continuar". Esta ruptura inició un efecto dominó de cambios de pareja que conllevó que siete de las diez primeras parejas del ranking cambiaran de compañero, tal y como te hemos ido contando en Relevo.

Lebrón también quiso salir públicamente a pedir disculpas por lo sucedido, en una actitud arrepentida y avergonzada que difícilmente recordamos en un jugador como él: "Todo lo que ha pasado no refleja lo que soy como persona. Como profesional creo que tampoco he estado a la altura ni mucho menos. Quiero pedir perdón", aseguraba el jugador andaluz en una entrevista en el diario Marca.

A raíz de lo sucedido empezaron a correr ríos de tintas sobre si Lebrón debería haber sancionado por su actitud, algo que parece que no va a suceder después de que tanto el supervisor como el juez de silla entregaran sus informes tras el partido a los organismos competentes. De hecho, sorprende la pasividad con la que está actuando la Federación Internacional de Pádel al no sancionar una actitud como la que tuvo Juan Lebrón. Esto podría marcar un precedente muy peligroso para el comienzo del nuevo circuito unificado Premier Padel.

Unos días más tarde, Mike Yanguas, otro de los protagonistas principales de esta película, eligió Relevo para dar su versión de lo sucedido y quitar hierro al asunto: "Tengo un cariño gigante a Juan, no hay ningún problema, lo que pasa en la pista, se queda en la pista. Si hoy estoy jugando a un nivel bueno, es gracias a ellos. He entrenado con ellos cuando estaba en la academia, me han hecho ser mejor jugador y mejor atleta. Les debo un montón de cosas, la relación es muy buena".

De esos barros vienen estos lodos... Llegaba el torneo de Acapulco y cuando parecía que las aguas habían vuelto a su cauce, se volvió a montar el lío. Lebrón y Galán volvían a verse las caras con Garrido y Yanguas, esta vez en cuartos de final. El partido transcurrió con absoluta normalidad, Ale y Juan fueron muy superiores y ganaron con rotundidad a sus rivales (6-4 y 6-2). Ahí llegó el momento del final del partido cuando normalmente los jugadores aprovechan para darse la mano. El lobo aprovechó la ocasión para quitarse la camiseta y sostenerla en el aire mostrándosela a sus rivales en un gesto absolutamente antideportivo.

Tras el partido, el jugador del Puerto de Santa María explicaba en los micrófonos de la retransmisión su gesto ante el abucheo del público que había en las gradas del estadio: "La celebración no ha sido el público, ha sido para los rivales. Aunque me estén pitando, no lo sienten así porque me han estado todo el partido animando. Hacia los rivales siempre entendí que, cuando ganas, puedes tomarte la celebración como uno quiera. Ellos saben que varios de su equipo me vengan a pedir perdón y todavía no he recibido ninguna disculpa. Sinceramente, espero que lo hagan".

Este torneo de Acapulco será el último torneo que Ale y Juan jueguen juntos. Podría haber sido una oportunidad extraordinaria para despedir a una pareja que ha hecho historia en el pádel alcanzando el número uno del mundo durante tres años consecutivos, pero por desgracia, este torneo también será recordado por otra falta de respeto más de Juan Lebrón dentro de una pista de pádel.