Un desliz arbitral y la reacción tardía de Leo Augsburger propiciaron el puntazo viral de Franco Stupaczuk en el Riad P1
Relevo se ha puesto en contacto con Josep Azuaga, una voz arbitral autorizada en el circuito Premier Padel, para verificar si el punto que cambió el devenir de la semifinal debió subir al marcador o no.
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Acaba de empezar la temporada de Premier Padel y se puede decir, prácticamente sin temor a equivocarse, que uno de los puntos decisivos de la segunda semifinal masculina se recordará durante años, no solo por la dificultad que entraña sino también por las dudas que ha generado en torno a su legalidad.
Toca añadir contexto. Leo Augsburger y Pablo Cardona han conseguido hacerse con el primer set por 6-4, pero Juan Lebrón y Franco Stupaczuk están 2-3 arriba en el segundo y disponen de una bola de break con 30-40 en el marcador. Cardona saca y aguanta sólido en la red un par de intercambios, hasta que le llega la oportunidad de definir el punto tras un globo corto de Stupaczuk. El andaluz hace estallar la bola con un remate paralelo que acaba rebotando en la parte superior de la verja, 'Stupa' vuela fuera de la pista, rescata la bola con un globo que casi toca en el foco y esta queda tan pegada al cristal que hace imposible que Cardona pueda seguir poniéndola en juego.
Eufóricos, el 'Chaqueño, el 'Lobo' y su entrenador Carlos Pozzoni celebran el punto conscientes de su importancia: les permite ponerse 4-2 arriba con saque para dejar muy encarrilado el segundo set y seguir vivos en el partido. Cardona se resigna ante semejante recuperación, pero Augsburger, algo dubitativo tras presenciar la jugada, decide acudir al juez de silla alrededor de 30 segundos después de que terminara la acción para solicitar una revisión de vídeo. ¿El motivo? Denunciar que 'Stupa' se ha apoyado en el cristal externo de su lado de la pista, algo que el revés argentino considera ilegal, con el objetivo de que el punto pase a ser para él y Cardona.
En una primera instancia, el árbitro Peter Claeys acepta su petición y comunica por micrófono que se va a proceder a realizar la revisión, pero Lebrón y Stupaczuk acuden rápidamente hacia él argumentando que ha pasado demasiado tiempo desde que terminó el punto y que Cardona había dado continuidad a la jugada al intentar devolver la bola. "¡Pasó una hora! ¡Estuve celebrando el punto un minuto y medio!", decía Stupaczuk. "¡Cardona la siguió!", comentaba Lebrón. Finalmente, el juez de silla se desdijo y decidió cancelar la revisión, lo que permitió a los número tres del mundo sumar el juego.
Posteriormente, 'Stupa' y Lebrón sacaron adelante su servicio para confirmar la rotura y acudir al banquillo, donde comentaron la jugada con Pozzoni. "Sí, no se puede tocar la pista pero yo no me dí cuenta eh, salí efusivo…", comentaba el de Chaco. "Yo tampoco", decía el drive andaluz. "Lo que no se puede es pedirla después de que el árbitro cante", sentenciaba Pozzoni.
Lo cierto es que el punto cambió la dinámica del partido, ya que la dupla hispanoargentina acabó forzando el tercer set para finalmente conseguir el billete a la final tras unos juegos finales de infarto en los que levantaron dos bolas de partido en contra.
Con la intención de aportar algo de certeza sobre la validez o no de este punto que tanta polémica ha suscitado entre los aficionados, Relevo se ha puesto en contacto con Josep Azuaga, uno de los árbitros más reconocidos del panorama nacional que dirigió hasta doce encuentros en el Riad P1. De hecho, estuvo en la silla arbitrando el partido de cuartos de final en el que 'Stupa' y Lebrón derrotaron a Javi Garrido y Martín Di Nenno por 6-2 y 7-5.
Al ser preguntado por la legalidad o no del punto, Azuaga afirma que los número tres no deberían haber sumado el break, argumentando lo siguiente: "El reglamento del pádel dice que un jugador no puede tocar ninguna parte de la pista del rival, ni interior ni exterior, bajo ninguna circunstancia. Al apoyarse 'Stupa' en el cristal, Augsburger y Cardona deberían haber ganado el punto".
Por otro lado, defiende fervientemente a su compañero Peter Claeys, el encargado de dirigir la semifinal en cuestión: "Cuando 'Stupa' realiza el golpeo, Peter deja de mirarlo a él para pasar a comprobar si la bola impacta en alguna zona alta de la pista, en este caso el foco, por lo que es imposible que el árbitro pueda fijarse en la mano de 'Stupa' cuando en ese momento la bola está a unos seis o siete metros de altura. El arbitraje en pádel es muy complicado, todo ocurre a una velocidad tremenda y solo tenemos dos ojos".
En cuanto a la revisión de vídeo solicitada de forma tardía por Augsburger, el árbitro vuelve a adherirse al reglamento: "Los jugadores tienen diez segundos para reclamar una revisión después de que acabe el punto. Diez segundos son muy largos en una pista. En un primer momento, él la concede, pero justo después su apreciación le dice que el tiempo para pedirla se ha excedido de lo que es normal, por lo tanto echa para atrás su decisión".
Por último, también declara que Peter Claeys podría haber solicitado la revisión de forma unilateral en caso de no haber tenido clara la validez o no de la jugada: "El árbitro tiene la potestad en cualquier momento de pedir una revisión de vídeo si tiene dudas. Eso lo saben los propios jugadores y no resta solicitudes a ninguna de las dos parejas".
Nunca se podrá saber lo que hubiese ocurrido si ese punto llega a caer del otro lado, pero finalmente la victoria fue para unos Stupaczuk y Lebrón que en la final llevaron al tercer set a Arturo Coello y Agustín Tapia. Sin embargo, los números uno fueron más decisivos en el cómputo global para ganar por 6-3, 5-7 y 6-3 y levantar su trigésimo título como pareja.
Lo que está claro es que el punto de la segunda semifinal del Riad P1 se ha quedado en una simple anécdota viral que ha ocurrido en una semana caótica para el circuito. Y es que desde Premier Padel han tenido que hacer malabares aplazando numerosos partidos por la lluvia en la capital de Arabia Saudí mientras trataban de lidiar con un boicot de los jugadores que pone en riesgo el ecosistema del pádel profesional tal y como se conocía hasta la fecha.