Cuánto dura un partido de pádel

Desde su concepción, la influencia del tenis en el pádel es más que evidente. Tanto que el deporte de las palas comenzó como una pequeña variante del mismo, jugado en una pista cerrada eso sí. Con el tiempo, el deporte ha ido evolucionando hasta gozar de una personalidad propia muy marcada. Sin embargo, las bases están ahí. Se reflejan, sobre todo, en el reglamento. En especial, en la particular forma de contar los puntos que comparten ambas disciplinas.

Ninguna de las dos disciplinas tiene una duración determinada. En el pádel, el partido dura exactamente el tiempo en el que una de las parejas tarda en derrotar a sus oponentes. Ni más ni menos. Hasta que no hay un vencedor, el partido no cesa. En la actualidad, todos los partidos del World Padel Tour pádel se juegan al mejor de tres sets. O lo que es lo mismo, para ganar es necesario anotarse dos sets.

Hubo un tiempo en el que las finales de los torneos Máster se disputaban a cinco sets. Sin embargo, en un deporte que hace del dinamismo su bandera no tenía sentido en apostar por la épica maratoniana que sí posee el tenis por ejemplo. De hecho, todas las normas aprobadas en los últimos años van encaminadas a acortar la duración de los partidos. El mejor ejemplo de ello es el punto de oro, esto es un sistema de desempate por el que si el juego va empatado 40-40 el siguiente en anotar se lo adjudica.

Tiene sus particularidades, eso sí. En el punto de oro, la pareja que resta tiene el derecho a elegir en qué lado de la pista quiere recibir el servicio rival. El punto de oro, por el momento, solo está implantado en los torneos del World Padel Tour. El circuito Premier Padel, por ejemplo, todavía mantiene el sistema de deuce y ventaja, en el que para ganar un juego es necesario hacerlo por dos puntos de ventaja respecto al rival.

El punto de oro es el cambio en el reglamento más importante para reducir el tiempo efectivo de los partidos, aunque no es la única modificación que se ha realizado al respecto en los últimos años. Antes se aplicó un mayor control a los tiempos de descanso (20 segundos entre punto y punto, 90 segundos cuando hay cambio de lado), se prohibió salir de la pista para secarse el sudor con una toalla o se prohibió hablar con el entrenador en el primer cambio de lado.

Aunque la longitud es variable, en la práctica un partido de pádel suele durar en torno a los 90 minutos. Esto le convierte en un espectáculo mucho más vendible a las televisiones que, por ejemplo, su hermano mayor el tenis, cuya duración es mucho más impredecible, con encuentros en los Grand Slam capaces de irse por encima de las cinco horas.