PÁDEL

Lucas Bergamini, el 'currante' del pádel que sueña en voz alta junto a Paquito Navarro: "Si encontramos nuestra mejor versión podemos ganar a cualquiera"

El jugador brasileño ha atendido a Relevo para relatar todo lo que le tocó vivir la temporada pasada, el reto que supone competir junto a Paquito Navarro y los objetivos de cara a este 2025.

Lucas Bergamini se clasificó a un Master Final por primera vez en su carrera el curso pasado. /Lucas Bergamini
Lucas Bergamini se clasificó a un Master Final por primera vez en su carrera el curso pasado. Lucas Bergamini
Joaquín Serna

Joaquín Serna

Lucas Bergamini (Bento Gonçalves, 1997) representa una rara avis en el mundo del pádel profesional. Su historia es la de un clásico jugador de drive que no destaca por su pegada y ha tenido que picar piedra de lo lindo durante muchos años para poder codearse con los mejores del planeta.

En 2017, se mudó de Brasil a España para intentar ser jugador profesional, una época a la que se suele remontar para recordarse a sí mismo que es un "privilegiado" y que ni cuando gana, que suele ser a menudo, es "muy bueno", ni cuando pierde es una "mierda". Ahora, una vez asentado en la zona noble del ranking, está recogiendo los frutos del trabajo bien hecho a base de apostar por proyectos a largo plazo y demostrar que los 'bajitos' también saben jugar mucho al pádel, dos aspectos que parecen ir en dirección totalmente opuesta a la evolución que está sufriendo el deporte del 20x10.

Tras un 2024 que él define como el año más "desafiante" de toda su carrera, el brasileño atiende a Relevo para repasar las separaciones que le tocó afrontar, su primera experiencia en el Premier Padel Finals, la sorprendente unión con Paquito Navarro y los objetivos que se ha marcado para esta temporada, en la que pretende ayudar a su compañero a afinar la guitarra para soñar con hacer cosas grandes.

¿Qué sensaciones te deja el primer torneo de la temporada en Riad? Habéis caído en octavos ante Tino Libaak y Juan Tello en un partido de infarto que se ha decidido en el tercer set tras dos tie-breaks.

Fue un partidazo en una pista un poco rápida, la verdad. Empezamos mejor que ellos, en el segundo set no supimos aprovechar nuestras oportunidades y Libaak y Tello jugaron mejor en los tie-breaks. No nos queda otra que levantar la cabeza y seguir trabajando. Hemos tenido buenas sensaciones y la afición ha vibrado en Riad, el ambiente ha sido muy bueno. Paquito y yo no hemos podido llegar en las mejores condiciones físicas al torneo, creo que se pudo ver a lo largo del partido. Seguro que en las próximas semanas nos vamos a encontrar mucho mejor. HOLLA

Vamos con la pretemporada. Estuviste en Miami hace unas semanas, cuéntame un poco sobre la experiencia en la Reserve Cup.

La verdad es que fue muy bien, es la primera vez que participo y acabé contento. El tiempo no ayudó, esperábamos un poco más de sol y calor, la lluvia acabó quitándole un poco de brillo al torneo durante los primeros días. En términos de organización, en el trato de Reserve Padel a los jugadores y en el entorno, estuvo genial. A mí me gustó mucho el formato, van a hacer más pruebas este año y espero poder participar en ellas, así como en la Pro Padel League.

¿Qué tal la relación con Wayne Boich? Ha sido el encargado de convencer a Arturo Coello para que un número uno como él se marche a vivir allí.

Es empresario y muy buena gente. Le conocí hace unos años en Miami, estuve en su casa y me trató súper bien. Coincidí con él un par de veces durante el torneo, es muy simpático, como todo su equipo en Reserve Padel. El tipo es un diez.

¿Comprendes entonces la decisión de Coello? Su marcha a Miami ha causado bastante revuelo.

Sí, por supuesto. Creo rotundamente que va a pasar con más jugadores que no solo se irán a Miami, sino también a otros lugares. Nos hemos acumulado muchos jugadores en España con el paso del tiempo porque la mayoría de torneos eran aquí, pero eso ha cambiado. Además, yo creo que hay que expandir un poco nuestra visión del pádel y del 'business', porque el deporte también es un negocio. Es un acierto muy grande de Coello porque además Reserve está apostando por el pádel y tiene mucha relación con una parte de la sociedad estadounidense que tiene mucho poder.

Estoy seguro de que le va a ir bien porque tomaría la decisión después de planteárselo mucho, no habrá sido cosa de una semana para otra. Llevará a parte de su equipo con él y en cuanto al entrenamiento, si tu compañero no vive en Madrid, con todas las semanas que estamos viajando durante el año, entrenas muy poco con él. No sé cómo entrenan Coello y Tapia, pero sí te puedo decir que el año pasado entrenaron muy poco cuando no coincidían en los torneos. No tienen la necesidad de estar juntos las semanas que no están compitiendo.

¿Te plantearías hacer algo así en caso de que se te presentara la oportunidad?

Lo haría al 100%. Me encanta España y Madrid como ciudad, pero no es mi "casa". Al final mi familia y mis raíces están en Brasil. Me plantearía ir allí sin ningún problema.

Pasando a lo deportivo, ¿qué sensaciones te han dejado estas primeras semanas con Paquito Navarro?

No hemos tenido mucho tiempo para entrenar, porque yo fui a la Reserve Cup y después él tuvo que jugar la Hexagon Cup, pero creo que las sensaciones en la pista han sido muy buenas. Me ha llegado a decir que ha ido mejor de lo que él se esperaba (se ríe). Hemos encajado bastante bien.

¿Cómo es compartir pista con él? Ha sido un jugador que siempre ha mostrado mucho carácter sobre el 20x10.

A ver, ¡jugué con Lamperti, eh! (se ríe). 'Miguelito' era muy agresivo en la pista. Al final ocurre eso con los jugadores que son muy buenos y llegaron muy alto en el ranking: que quieren ganar, son muy competitivos y no les gusta perder. Unos son más expresivos que otros, pero al final es todo por un objetivo: ganar. Si un tipo que está al lado mío es expresivo porque siente que puede ganar y al final las cosas no se dan, yo creo que hay que valorarlo. Hay que mirar el lado bueno, no el malo.

Ya sé lo que me espera en la competición con Paquito (se ríe). Está muy motivado, tiene muchas ganas y ha entrenado súper bien. A mí me está tratando muy bien de momento, vamos a ver luego compitiendo qué pasa. Sé que él es muy expresivo, pero por mi parte quiero que se sienta competitivo, que se 'caliente' porque crea que puede ganar y haga lo que quiera. Quiero verle así a mi lado.

El brasileño y Paquito forman actualmente la pareja siete del ranking de Premier Padel. Relevo

¿Cómo se produjo la unión entre Paquito y Bergamini?

Nos pusimos en contacto el año pasado, cuando Javi Garrido me comentó que pasaría a jugar con Martín Di Nenno y empezamos a ver todos los movimientos de parejas que se iban a producir. Paquito tiene muy buena relación con Juanjo Gutiérrez, que es mi entrenador, y ambos hablaron porque yo quedaba libre y a él le interesó la idea. Esperamos a que acabase el Premier Padel Finals para que él aclarara sus ideas. Yo tenía claro que si él me llamaba, le iba a decir que sí.

¿Esperabas su llamada?

De primeras no me la esperaba, pero cuando supe que Paquito y Pablo Cardona no iban a continuar jugando juntos, cabía la posibilidad de que llegara. Por ranking y el nivel de juego que mostré el año pasado, pensé que se podía dar y al final así fue.

Paquito sorprendió a muchos dejando a Fede Chingotto al comentar que pensaba que necesitaba a un jugador a su lado que le ayudase a definir más puntos. Ahora ha dejado a Pablo Cardona, que es muy agresivo, para competir contigo, que tienes un estilo muy parecido al de Chingotto.

Creo que históricamente él se sintió más cómodo jugando con jugadores de mi perfil. Mirando el ranking, el buen rendimiento que llevo mostrando los últimos años, en los que vengo en ascenso constante, y el patrón de juego que él quería tener, creo que yo era una de sus mejores opciones. Había jugadores con un estilo de juego similar al mío pero qué bueno que me eligió a mí.

En algún momento habrá pensado que necesitaba más potencia y lo ha probado, pero pienso que él se siente más cómodo con jugadores como yo, que le obligamos a que tenga que cubrir un poco más de pista y a ser agresivo cerca de la red. Teniendo a un compañero que le aporte más seguridad en defensa como soy yo, él se siente con un poco más de confianza para jugar más suelto y ser ese Paquito agresivo que hemos visto muchas veces.

Dijiste que trabajaste mucho para llegar a jugar con un 'top ten' como Javi Garrido, pero ahora se te presenta la oportunidad de jugar al lado de uno de los mejores de la historia. ¿Cómo lo llevas?

Hay varias maneras de afrontarlo. Si yo me meto la presión de que jugar con Paquito es una locura, que es de los mejores de la historia, que tengo que rendir y darlo todo y que no me puedo permitir fallar una bola, creo que al final eso no suma.

Trato de disfrutar y aprender de él cada vez que me meto en la pista, de ir soltándome y que mi juego encaje con el suyo sin pensar quién es Paquito, lo que dio al pádel y lo que le sigue dando. Intento enfocarme en hacer mi estilo de juego, que por suerte lo tengo bien fijado, y en aportar cosas buenas a la pareja.

Uno aprende que las cosas se pueden dar bien o mal, pero lo importante es hacerlas bien, trabajar mucho y disfrutar, recoger luego los frutos si se dan y si no se dan no pasa nada, se cambia y ya está.

¿Recibiste otras llamadas?

Tuve bastantes llamadas a final de temporada de jugadores que me preguntaron qué iba a hacer, algo que me pone muy contento porque significa que la gente se fija en mí. Es un reflejo de que estoy haciendo bien las cosas. No me tantearon jugadores que estaban encima de mí, pero sí cercanos a mi ranking.

Hablando un poco de la temporada pasada, la separación de Víctor Ruiz y Bergamini dio mucho de qué hablar. Erais la dupla más longeva de la zona noble del ranking, llevabais más de dos años compitiendo juntos. ¿Cómo lo viviste?

Arrancamos la temporada como la pareja ocho del circuito, con unas expectativas grandes que se generan por el simple hecho de estar en esa posición y no conseguimos cuadrar el mismo estilo de juego con los mismos resultados que logramos la temporada anterior. Decidimos seguir intentándolo hasta mitad de temporada para ver si volvíamos a tener una buena dinámica y ese feeling con el que sientes que te salen todas las cosas dentro de la pista, pero no lo conseguimos. Ahí es donde planteamos el cambio.

Yo no soy muy partidario de cambiar, históricamente he cambiado muy poco de pareja. Y esto te lo digo a pesar de lo que ocurrió el año pasado, que llegué a cambiar de pareja después de solo tres torneos. Nunca me había pasado en toda mi vida.

Tuvo que ser complicado entonces tomar la decisión de dejar a Juanlu Esbrí. En vuestro debut en el Madrid P1 hicisteis semifinales y dos torneos después dejasteis de jugar juntos.

Exacto. Me llamó un jugador como Javi Garrido, que estaba entre los diez mejores del mundo, con un patrón de juego que me encajaba y con el que tenía buena relación. No podía decirle que no. Y eso puede pasar conmigo también. Imagínate que a Paquito lo llama algún jugador que esté ahora dentro de las cuatro primeras parejas y le encaja, pues no debería decir que no.

El pádel, para lo bueno y para lo malo, es un deporte de pareja pero cada uno trabaja para llegar lejos. Hay oportunidades que buscas durante mucho tiempo y cuando aparecen las tienes que aprovechar. A mí me jodió mucho tener que hacer eso. Fue la primera vez en siete años que me tocó tener que tomar una decisión tan rápida, llevándome bien con Juanlu y haciendo buenos resultados, pero era una oportunidad que no podía dejar escapar. Al final la unión con Javi salió muy bien, fue un acierto. Tuvimos unos resultados buenísimos y me llevó a jugar el primer Master Final de toda mi carrera.

Eres un jugador que confía en los proyectos largos, algo que no es nada habitual en el pádel actual.

Mi manera de ser y de pensar se ha basado en apostar por jugadores que tuviesen un patrón de juego que a mí me encajara y darlo todo por ese proyecto. Pienso que esa es la forma correcta de afrontar las cosas y es lo que me ha llevado a llegar hasta donde estoy hoy. Hay otros que buscan resultados de inmediato. Yo creo que hay que aguantar un poco porque la cosa está muy difícil en el circuito, el nivel es altísimo. No ganar continuamente no significa que una pareja no encaje, hay muchas veces en las que juegas bien y terminas perdiendo. También es cierto que son los resultados los que mandan y hay que encontrar un equilibrio entre ambas cosas.

Por cerrar el capítulo de separaciones, ¿os planteasteis Garrido y tú continuar juntos? La llamada de Di Nenno era muy tentadora para él.

Tuvimos, sí. Nos llevábamos y nos seguimos llevando súper bien, a Javi lo conocía de hace mucho tiempo pero es cierto que cuando es tu compañero te aproximas más. Yo le dije que Martín lo iba a llamar, sabía que le iba a tentar mucho. En ese momento incluso entraba dentro de las cuatro primeras parejas, antes de que Coki Nieto y Jon Sanz ganaran el Master Final. Además, a él le hacía ilusión jugar con Di Nenno porque ya habían competido juntos en el pasado y tiene un estilo de juego con el que puede encajar. Yo sabía que podía pasar y que terminaría pasando. Al final es una situación muy parecida a la mía con Juanlu.

¿Qué os faltó para llegar más lejos en el Master Final? Perdisteis ante Juan Lebrón y el propio Di Nenno en dos sets. Ese de cuartos de final terminó siendo vuestro último partido como pareja.

Si te digo la verdad, físicamente terminamos muy 'petaos' el año. Creo que eso nos pasó factura en los últimos torneos, especialmente en el Master Final. De hecho, me acalambré en el segundo set del partido.

Llevaba un nivel de estrés muscular y fatiga bastante alto que empezó en el torneo de Kuwait, en aquel partidazo que hicimos contra Arturo Coello y Agustín Tapia. Recuerdo que después de perder, terminamos de cenar a las tres de la mañana y a las ocho nos levantamos para tomar el vuelo a Madrid, llegamos el sábado noche, estuvimos el domingo aquí y el lunes por la mañana viajamos a México con las nueve horas de jet lag que teníamos de Kuwait. En el Master creo que pagamos esa parte física.

¿Definirías el 2024 como el mejor año de tu carrera deportiva?

Sí y no. Con Víctor el año anterior también mostramos un nivel muy alto. En 2024 no empecé el año como quería, pero es bueno ahora porque no defiendo esos puntos (se ríe). Terminé muy agotado físicamente y mentalmente, pero fue el año que más aprendí, el más desafiante para mí sin duda. Me metí una paliza de torneos tremenda, cruzando el mundo para jugar al pádel, pero creo que entrar en el Master Final es lo mejor que me pudo pasar.

¿Qué objetivos os marcáis Paquito y tú para esta temporada? Hay un nivel impresionante en el circuito.

El primer objetivo es que la pareja fluya, que juguemos bien y encontremos nuestro estilo de juego para saber por qué ganamos y cuando no lo hagamos, saber por qué perdimos. Ojalá perdamos muy pocos partidos, pero creo que lo primero es crecer juntos y luego, por qué no, aspirar a entrar dentro de las cuatro primeras parejas del ranking. Creo que es difícil pero no veo por qué no conseguirlo. Si la pareja encaja y ambos encontramos nuestro mejor nivel individual, ojalá superar las primeras rondas y luego pelear en cuartos de final contra las cabezas de serie.

Sabemos que hoy por hoy las dos primeras parejas son muy fuertes, la tercera que forman Lebrón y 'Stupa' tenemos que ver cómo va a jugar, pero seguramente lo hará muy bien, y hay una cuarta que también va a ser durísima como Coki Nieto y Mike Yanguas porque ya han jugado juntos en el pasado. Tenemos que ir paso a paso porque con un circuito como el que hay ahora, no te da para pensar a largo plazo.

¿Habéis hablado de levantar títulos?

Al final cuando te sientas a hablar, se ponen encima de la mesa todos los escenarios posibles. Sabemos dónde estamos y por lo que vamos a pelear, pero también somos conscientes de que si encontramos nuestra mejor versión podemos ganarle a cualquier pareja. Ese feeling es el que tenemos que buscar y encontrar dentro de la pista.

Me encantaría terminar jugando el Master Final con Paquito Navarro y acabar el año entre las cuatro primeras parejas del circuito. Sería el sueño para 2025.

El objetivo de la pareja es colarse entre las cuatro primeras del circuito. Relevo

Hablando del circuito en sí, ¿con qué torneos te quedas para bien y para mal del año pasado?

Uno de los mejores fue Kuwait. Las instalaciones estaban muy cerca del hotel, eso nos da mucha vida. Lo teníamos todo allí: la Rafa Nadal Academy, un centro comercial, el estadio donde jugábamos…

El peor torneo fue el de Venezuela porque los jugadores lo pasamos muy mal. Había muchísimos aficionados en las gradas y la gente fue súper amable, pero tuvimos problemas con la comida y los horarios de los partidos durante el día, con el calor y la humedad que hacía y la pista pegada al mar, nos hicieron sufrir muchísimo. Por suerte yo estuve bien de la 'panza' y me salvé, pero muchos compañeros estuvieron bastante mal de la barriga. No sabemos lo que pasó. Además, recuerdo que intentaba esconderme debajo del poste de la luz de la pista para escaparme del sol y que me diese algo de sombra entre puntos, si te pones la repetición de los partidos lo verás (se ríe). Hacía demasiado calor.

¿Qué debería mejorar Premier Padel de cara a esta temporada?

Para mí el pádel es mucho más indoor que outdoor. Habría que intentar hacer muchos más torneos indoor, pero es verdad que es complicado por la cantidad de pistas que hay que montar, no se puede conseguir en todos los sitios. El espectáculo para el público, el streaming y nosotros mismos es mejor si jugamos indoor, ya que es más fácil controlar lo que va a pasar porque no tenemos problemas con el sol, el viento o la lluvia.

Ahora mismo, ninguna pareja del top treinta está inscrita en el Gijón P2 que arranca en un par de semanas. ¿Tienes algo que comentar al respecto? Es evidente que hay un distanciamiento entre los jugadores y el circuito.

Prefiero no decir nada, las cosas están muy tensas. No estamos de acuerdo con algunas decisiones que ha tomado la FIP y el tema de acudir a jugar a Gijón todavía está en el aire.

¿Te gustaría incluir alguna modificación o cambio de norma en cuanto al juego?

¡La que comentó Sanyo de subir la altura de las paredes hasta los cuatro metros estaría bien poder probarla! Yo antes jugaba así en Brasil, se podría incluir en algún torneo en el que la bola salga mucho. Por otro lado, me gusta tanto jugar con la ventaja como con el punto de oro. Dependiendo del momento, prefiero más una cosa que la otra (se ríe).

¿Crees que cambiará el dominio de Tapia y Coello esta temporada?

Sinceramente pienso que no van a perder el número uno, pero creo que no van a ganar tantos torneos como el año pasado. A la larga, ellos van a seguir ganando alrededor del 60% de los torneos para, como mínimo, mantenerse en el número uno. Están a un nivel increíble y encajan muy bien como pareja. Ganan muchos partidos muy fácil, entonces en muchas ocasiones no tienen tanto desgaste como el que le genera a otras parejas el hecho de sacar los partidos adelante.

También es verdad que el pádel es un deporte de sensaciones, el año pasado estaban imparables. No descarto que les puedan quitar el número uno, pero es muy difícil.

¿Cómo se les puede poner en aprietos? Javi Garrido y tú conseguisteis llevarlos al tercer set en Kuwait.

Arturo impone mucho y Tapia hace lo que quiere con la bola, es tremendamente difícil jugar contra ellos porque te quitan la iniciativa muy rápido cuando estás en la red. En el ataque, como la pista no sea lenta, como por ejemplo en Kuwait, es muy difícil jugar contra ellos porque te presionan mucho.

Se les puede meter mano. En todos los partidos, contra todas las parejas, siempre hay un momento en el que les puedes poner en dificultades. Va por sensaciones. Si no, mira el Master Final. Iban ganando fácil y terminaron perdiendo ante Coki Nieto y Jon Sanz.

El resto de parejas va a estudiarlos y va a mejorar su juego para ganarles. Creo que Ale Galán y Fede Chingotto terminaron la temporada bastante agotados, se vieron lejos del uno. Al final el inicio de la temporada, quién arranca bien y quién arranca mal, es lo que termina marcando un poquito cómo puede ser el primer semestre de competición.

Representas una rara avis en el pádel actual, ya que no destacas por tu poderío físico ni le pegas desde todas las partes de la pista. Jugadores como Chingotto y tú demostráis que los 'bajitos' también sabéis jugar al pádel.

Claro. Es verdad que en Premier Padel nos estamos encontrando con pistas mucho más rápidas, entonces eso dificulta un poco nuestro estilo de juego y hace que tengamos que sufrir y adaptarnos un poco más, pero siempre le damos la vuelta.

Todos los jugadores que tenemos una estatura que no supera los 1'75 metros somos muy parecidos. Tenemos todos el mismo patrón: somos muy rápidos, muy inteligentes, leemos muy bien el juego, nos anticipamos, estudiamos a los rivales, le damos buena dirección a la bola… Eso hace que podamos jugar contra esta gente, porque de lo contrario sería muy difícil.

¿Qué objetivo te gustaría conseguir a largo plazo?

Hay que ser realista e ir poco a poco subiendo escalones, como hice yo cuando llegué a España. Ya he cumplido uno de mis sueños, que era jugar un Master Final y acabar el año dentro de las ocho primeras parejas. El siguiente es intentar meterme dentro de las cuatro. Aquí ya se trata de mirar posiciones: intentar escalar a la seis, luego mirar a la cinco…

Me fijo mucho en el corto plazo, no te haces una idea de lo difícil que es ganar partidos. La gente ve un resultado en una primera ronda de 6-4 y 7-5 y piensa que el partido fue tranquilo, y con ese resultado te digo yo que tuvistes opciones de perder. No te da para pensar en el largo plazo, es muy difícil mantenerte arriba. Cuanto más arriba, más complicado.

Llevo mucho tiempo dentro del cuadro final, cerca de la pareja nueve, diez, once… y eso es difícil. Imagínate Paquito, que lleva veinte años dentro de las primeras parejas. No hay que apuntar muy lejos, hay que ir pasito a pasito sabiendo que hay que mejorar cada día, eso es lo más difícil, ir a entrenar mañana sabiendo que tienes que mejorar algo de aquí a tres meses, por ejemplo.

Lucas Bergamini llegó a España en 2017 para perseguir el sueño de ser jugador profesional de pádel. Relevo

Por último: Has estado 'remando' durante muchos años para poder comer caviar ahora entre los mejores. ¿Cómo valoras esa evolución?

Si te digo la verdad, antes de venir a España a jugar y ser profesional, veía muy lejos y complicado poder vivir del pádel. Cuando llegué, me instalé y empecé a ganar un dinero que me permitiese vivir aquí, ya me sentía un privilegiado. Pero cuanto más subes en el ranking, más te olvidas de eso.

En ocasiones entras en una dinámica en la que si ganas mucho eres muy bueno y si pierdes un par de partidos eres una mierda. Al final, tengo que parar y decirme a mí mismo: "Estoy entre las ocho primeras parejas, voy a jugar con Paquito, tengo relación con los mejores jugadores del mundo, ¡a cuánta gente le gustaría estar en esta situación!". De vez en cuando hay que hacer ese ejercicio y valorarlo todo en su conjunto. Me siento bastante privilegiado.