PREMIER PADEL
Los jugadores se unen en un mensaje a Premier Padel: "Solo pedimos que se cumpla lo que nos prometieron"
Varios jugadores de la parte media del ranking han roto el 'silencio stampa' respecto al boicot al circuito profesional.
El mundo del pádel profesional se encuentra en una encrucijada desde hace semanas. Lo que comenzó como una promesa de cambio y revolución del circuito ha derivado en una situación de incertidumbre y malestar entre los jugadores. En los últimos días, tras el boicot al torneo de Gijón y al de Cancún, varios de ellos han decidido alzar la voz contra Premier Padel y la Federación Internacional, denunciando el incumplimiento de acuerdos y las condiciones en las que se está disputando la temporada.
Desde que comenzó esta situación, los jugadores han manifestado su descontento en privado, pero ahora han decidido romper el silencio y hacerlo público. A través de sus redes sociales, nombres de la parte media del ranking han expresado su frustración, desilusión y, sobre todo, su deseo de que se respeten las promesas realizadas cuando el circuito Premier Padel nació.
Uno de los primeros en pronunciarse ha sido Pablo Lijó, quien ha denunciado que los jugadores, los aficionados y los promotores están pagando las consecuencias de la situación, mientras que quienes deberían hacerlo no lo hacen. Lijó ha dejado claro que ningún jugador quiere dejar de competir, pero que es imprescindible que se haga en condiciones dignas y conforme a los compromisos adquiridos hace tres años. Lamentó que la situación actual es similar a la que se vivía con la anterior empresa organizadora, de la cual los jugadores decidieron separarse precisamente por este tipo de actitudes.
Otro de los jugadores que ha mostrado su desacuerdo es Gonzalo Rubio, que ha calificado la situación como "días oscuros para el pádel profesional". Rubio recordó que los jugadores arriesgaron mucho al apoyar el nuevo modelo de circuito y ahora no se está contando con su opinión: "Nos sacan por completo de la ecuación y no nos tienen en cuenta ni siquiera para las decisiones deportivas básicas". También ha denunciado que han recibido cartas amenazantes por parte de Premier Padel y la FIP.
Finaliza el texto explicando algunas de sus reivindicaciones: "Se nos señala a los jugadores de caprichosos y egoístas, queriendo ganar siempre más dinero y la realidad es bien distinta. No reclamamos ninguna mejora económica, tan solo reclamamos lo que nos pertenece: un sistema de ranking coherente y saludable para el jugador, un mínimo de calidad para los torneos FIP y recuperar las condiciones mínimas que nos prometieron desde un inicio".
Pol Hernández también se ha pronunciado sobre la situación. Según él, los jugadores que apoyan a la asociación solo piden que se cumplan las promesas realizadas en su momento y ha criticado a algunos compañeros que están aprovechando la situación en beneficio propio: "duele mucho ver como otros 'compañeros de profesión' se están aprovechando de esta situación".
Marc Quílez, además de poner sobre el papel las preocupaciones y las reivindicaciones de los jugadores, también ha querido pedir disculpas a los aficionados y patrocinadores, reiterando que la intención de todos los jugadores es competir, pero en condiciones justas y dignas.
Por último, Arnau Ayats también ha mandado un recado a los jugadores que están compitiendo: "Es una pena que algunos jugadores miren por su propio interés y decidan aprovecharse de la situación para poder subir de ranking con lo que cuesta subir por méritos propios… igual lo hacen porque por méritos propios no pueden conseguir subir de ranking y han visto una gran oportunidad", señala el jugador catalán.
Los jugadores han dejado en claro que no buscan conflictos, sino soluciones. La pregunta ahora es si ambas partes tomarán medidas para resolver el boicot o si la situación seguirá agravándose. Sorprende que nadie del top-30 se haya pronunciado todavía sobre el asunto pese a las diferentes peticiones de los medios de comunicación.