PREMIER PADEL

Resbalones, lluvia y un caos en Riad levantan la indignación en el primer P1 del año

La precipitación forzó el aplazamiento de partidos el jueves y una sobrecarga el sábado.

Ari Sánchez y Paula Santamaría celebran su clasificación para semifinales./PREMIER PADEL
Ari Sánchez y Paula Santamaría celebran su clasificación para semifinales. PREMIER PADEL
Jonás Pérez

Jonás Pérez

Las precipitaciones en Riad (Arabia Saudí) no son para nada habituales. Tanto que el torneo de Premier Padel que se disputa allí esta semana ha visto su programación claramente condicionada por las inclemencias meteorológicas. Tanto es así que se esperaba que la gran final se disputara este sábado y, pese a que la intención continúa siendo esa, se deberá correr e improvisar para que así sea. La lluvia de este jueves obligó a cambiar los horarios de los partidos hasta el punto de llevar los cuatro encuentros de cuartos y las dos semifinales masculinas a este viernes y también los dos de cuartos restantes y las dos semis en el cuadro femenino.

El caso es que este viernes las precipitaciones no han dado tregua y, cuando cedieron definitivamente, las pistas no estaban en el suficiente buen estado para la práctica del deporte. Finalmente sí se ha empezado a jugar con relativa normalidad, pero solo en la pista 1, no en la central. A las 14:00 arrancó la jornada, que tenía programados un total de cinco encuentros en cada una de las dos pistas. Pero no todo sería tan sencillo. Las parejas formadas por Sánchez y Josemaría y Jenses e Icardo reclamaron que la pista no estaba en condición óptima. No caían gotas, pero seguía la humedad, la pista resbalaba... Con 4-1 en el marcador, tuvo que parar el duelo, que se reanudó un rato después.

Paula y Ari hicieron los deberes y se metieron en las semifinales, como también lo hicieron Marta Ortega y Sofía Araujo, a las que le tocó el primer turno en la Pista 1. A partir de aquí llegaron los problemas. Mientras la Pista 1 se encontraba en una situación aceptable para que jugaran en ella Lebrón y Stupaczuk contra Di Nenno y Garrido, la central seguía dando unos aires de impracticabilidad que desesperaron a los presentes. Chingotto, Ale Galán, Cardona y Augsburger acordaron no participar mientras la pista continuase en esas condiciones. A las seis de la tarde hora española, uno de los dos recintos no había comenzado su segundo partido y el otro, apenas caminaba por el segundo set.

En una jornada en la que hay previstos cinco partidos por pista... Y en la que se debería poder jugar las semifinales del cuadro masculino y las semifinales del cuadro femenino. Un escenario que se antoja realmente complicado si no hay giro en los acontecimientos. Para colmo, este sábado vuelve a haber previsión de lluvia, lo que también complicará la disputa de la gran final.

Mientras, los protagonistas se lo toman de la mejor manera posible. Ausburger estuvo revisando en su teléfono móvil si el partido sí se había conseguido jugar en la Pista 1, la que presuntamente tenía mejor aspecto. Efectivamente se estaba jugando, aunque no demasiado bien. En el primer juego tras la reanudación, tanto Garrido como Lebrón se fueron al suelo en dos ocasiones por cabeza porque la pista continuaba resbalando. Entre tanto, en la pista central se acordó definitivamente la suspensión del encuentro hasta que mejorase la situación, lo que permitía a los jugadores marcharse a los vestuarios.

Un auténtico caos con consecuencias aún imprevisibles y que ha puesto en jaque la disputa del Premier Padel de Riad. Mientras, los jugadores siguen firmes en su lucha por cambiar el sistema, entre el reparto de puntos y el tamaño del cuadro de los torneos. Tanto es así que, como ha publicado Relevo, esta misma semana se reunieron en Arabia Saudí los 50 mejores jugadores del ranking y acordaron no inscribirse en el torneo de Gijón como una medida de presión. El circuito respondió con una carta en la que les avisaban de las posibles consecuencias legales de su acción. Tras ello, la Asociación de Jugadores Profesionales volvió a la carga y avisó que no levantarían el pie del acelerador, ya que los cambios no habían sido consensuados...