Cuáles son los niveles de juego en el pádel

Parte del éxito del pádel y su rápida implantación es que se trata de un deporte muy accesible. Para disfrutarlo no es necesario una condición física minuciosa o una técnica especialmente depurada. Con unas pautas mínimas se puede jugar un partido entre amigos, lo que al mismo tiempo dispara las ganas por mejorar. La curva de aprendizaje, en la que las primeras mejoras llegan rápidamente, hace el resto.

Evidentemente, existen muchas diferencias entre los jugadores noveles y los más experimentados. De hecho, no es aconsejable emparejar a jugadores cuyo nivel difiere mucho ya que le resta diversión al juego. Por ejemplo, si un miembro de la pareja posee una menor capacidad técnica es muy probable que la pareja rival ejecute la táctica de la nevera sobre él. Por no hablar de que es probable que el jugador que está en una fase de iniciación termine frustrado y acabe abandonando el deporte si siempre comparte pista con jugadores mucho mejores.

Para realizar un correcto emparejamiento de los jugadores, desde hace unos años en el pádel se ha estandarizado un sistema de niveles que permite diferenciar qué puede y qué no puede hacer un jugador sobre la pista. Se trata de una escala similar a la utilizada en el tenis, y que debido a su utilidad se ha convertido en muy popular.

Los niveles del pádel van del 1 al 7, siendo los jugadores de mayor destreza los que poseen un mayor dígito. De esta manera, aquellos que cogen una pala por primera vez estarán encuadrados en el nivel 1, mientras que aquellos que son capaces de ejecutar todos los movimientos dentro de la pista son galardonados con el nivel 7. Se trata de una división meramente orientativa, utilizada fundamentalmente en el pádel recreacional.

A su vez, esta escala de nivel puede sintetizarse en tres subgrupos más grandes. De esta manera, los niveles 1 y 2 se consideran de iniciación, mientras que 3 y 4 corresponden a un nivel intermedio. El nivel 5 supone un nivel avanzado, mientras que los niveles 6 y 7 son asignados a jugadores profesionales.

Cómo decíamos, los jugadores que se están iniciando en la práctica del pádel son asignados con los niveles 1 y 2, según su destreza con la pala. El nivel 1 corresponde a todos aquellos que acaban de comenzar a jugar al pádel, mientras que el nivel 2 implica el conocimiento del rango de golpes más básico: derecha, revés, servicio, resto y volea, así como conocimiento de los rebotes y de las posiciones más básicas del juego.

El nivel 3 orbita sobre todo en torno a la consistencia. A la capacidad del jugador de realizar los golpes listados arriba con intención y, sobre todo, regularidad. En el nivel 3 se espera que el jugador pueda golpear tanto de derecha como de revés con cierta solidez, así como un saque que si bien no sea especialmente preciso, al menos no incurra en falta.

En la volea el jugador debe comenzar a ser firme en la red, mientras que en los rebotes se espera que sepa leerlos y reaccionar a aquellos en los que la bola vaya lenta. En este nivel también se comienza a introducir la ejecución de los globos, un golpe más complejo pero clave para la defensa en el pádel.

Por su parte, el nivel 4 pone el foco en el control. Esto es, los golpes no solo son consistentes sino que van con una dirección concreta. El jugador debe saber qué quiere hacer en cada momento y, además, ser capaz de ejecutarlo. Bolas pegadas a la pared, buscando los ángulos, remates potentes... En definitiva, un juego con sentido más allá de devolver las bolas. Además, respecto a los golpes especiales se introducen conceptos como las bandejas o las voleas de aproximación.

En el nivel 5 la clave es la fiabilidad. El jugador en nivel avanzado es capaz de ejecutar todo el rango de golpes que existen en el pádel con fiabilidad y control. Además, se espera que pueda reaccionar en situaciones complejas, ya sean bolas forzadas o rebotes difíciles de devolver.

Un punto muy importante también es tener un correcto posicionamiento en la pista. La economía de esfuerzos en el pádel es vital y, para ello, es necesario leer el juego. Esto también ayuda a la hora de reaccionar a bolas imprevistas. En definitiva, un jugador en nivel 5 debe anticiparse a los movimientos de su contrario.

En los niveles 6 y 7 se presupone que el jugador es capaz de jugar a nivel profesional. Un jugador que disputa habitualmente torneos de ámbito nacional suele estar categorizado en el nivel 6, mientras que aquellos que han dado el salto a torneos internacionales se les considera jugadores de nivel 7.

Como hemos visto, los distintos niveles del pádel están configurados en torno a las habilidades técnicas de cada jugador. Sin embargo, el pádel es un deporte en el que el físico es un aspecto importante, pues lo partidos son muy intensos y tanto la concentración como la técnica van de la mano con el aspecto físico. De hecho, es muy probable que un jugador cansado falle golpes que podría ejecutar a la perfección al inicio del partido, o que tome decisiones incorrectas por una falta de claridad de ideas.

Por ello, en muchas ocasiones, a la hora de contraponer a dos jugadores de un nivel similar, hay que tener en cuenta que también posean un tono físico semejante. De lo contario, es muy probable que en un partido entre equipos con jugadores de nivel 3 y 4, por poner un ejemplo, la victoria vaya a manos de la pareja que tenga una mayor capacidad de resistencia.