PÁDEL

'Ping-pong padel', el deporte que ha arrasado en redes sociales, ya es una realidad

Este novedoso deporte que nació por casualidad en las redes sociales, ya tiene sus primeras pistas.

Pista de 'ping-pong pádel' instalada en Bruselas./RELEVO/ÁLVAR MADRID
Pista de 'ping-pong pádel' instalada en Bruselas. RELEVO/ÁLVAR MADRID
Álvar Madrid

Álvar Madrid

Las mejores ideas suelen surgir por casualidad. Si te esfuerzas en intentar inventar algo, probablemente no lo consigas, y menos si tu objetivo es obtener una vía de negocio a través de ello. La mejor ocurrencia casi siempre es la más sencilla, la que aparece de una manera espontánea. Ponerle un palo a un caramelo o a una bayeta... No hace falta ni siquiera partir de cero. Como ha sido el caso del ping-pong padel. Un nuevo deporte surgido en redes sociales, que se ha creado a partir de cubrir una mesa de ping-pong de paredes con las que también se pueda interactuar dentro del juego, como se hace en el pádel.

De un vídeo viral con millones de reproducciones, a hacerse realidad en el village de los torneos del circuito profesional Premier Padel. Este nuevo deporte es una mera adaptación de lo que ya existía. Una unión de dos deportes muy arraigados. Se trata de colocar paredes a los lados y en los fondos, a menos de un metro de distancia de la mesa de ping-pong. Estas paredes que en el pádel normalmente son de cristal, aquí son de una especie de plástico y sirven también de superficies sobre las que jugar y rebotar la pelota. La mesa, la pelota, y la pala son las reglamentarias que se utilizan en el tenis de mesa.

Lo que respeta también del ping-pong es el sistema de puntuación. No funciona a través de sets como el pádel o el tenis. Se rige a partir de juegos de 11 puntos. La victoria se obtiene ganando varios de los juegos que se disputan, depende del número de ellos que se establezcan al comienzo (3, 5, 7). Siempre impares para que en ningún caso se pueda dar un empate. El único cambio es que se puede dejar rebotar a la pelota en una pared después de botar en tu campo o incluso jugar con ellas directamente para que el rebote en el lado contrario sea diferente.

Dos personas practicando 'ping-pong pádel' en Bélgica.RELEVO/ÁLVAR MADRID

Es, en definitiva, un partido de tenis de mesa con paredes. Un juego que nació más como anécdota en redes sociales y que cada vez tiene más de realidad. En el P2 de Bruselas de Premier Padel, celebrado la semana pasada, ya se pudo ver una de estas mesas instaladas por el evento. Hasta el pádel profesional ha visto el potencial de un juego que hace unos meses sólo servía para conseguir visitas en las redes sociales por su peculiaridad.

De hecho, fue todo un éxito. Se convirtió en el reclamo principal fuera de las pistas de pádel. Lo normal es que encontrases gente esperando para poder probar el ping-pong padel en la capital belga. El público lo buscaba por la novedad, pero también por lo divertido de la práctica del mismo. Es como el tenis de mesa, pero reuniendo todo lo bueno del pádel, que al final no deja de ser un deporte en el que, adaptado a un nivel concreto, todo el mundo se divierte y puede jugar. Hay mucha más continuidad en los puntos y si juegas contra alguien de tu nivel, no importa cómo sea, te diviertes. De ahí que su éxito haya trascendido las pantallas.

El ping-pong padel es el ejemplo de que la idea correcta es la sencilla. Pero como decía Antoine de Saint-Exupéry en su obra El Principito, "lo esencial es invisible a los ojos". Desde 1870 más o menos existe el tenis de mesa y a nadie se le había ocurrido colocar unos cristales alrededor. Desde 1970 existe el pádel y hasta ahora nadie pensó en trasladar sus paredes a este deporte. Ha costado, pero ha llegado para quedarse. La gente ya no quiere verlo por redes sociales, ahora quiere probarlo.