Cuándo puede cambiar de pelotas el jugador durante un partido de pádel: la normativa
Al ser utilizadas de forma repetida, las pelotas de pádel pierden parte de sus propiedades.
![Pelotas de pádel./FLICKR/AYUNTAMIENTO DE VALDEMORO](http://s3.sportstatics.com/relevo/www/multimedia/202312/14/media/cortadas/pelotas-padel-RDUOWz6wvktoIvIhZOSxoAN-1200x648@Relevo.jpg)
Aunque en más de una ocasión se dé por sentada, la pelota es una parte fundamental del pádel. Simplemente, sin ella no hay partido. Evidentemente, la pelota de pádel posee unos requisitos determinados para considerarse legitima. Así está estipulado en el reglamento oficial de la Federación Internacional de Pádel, que entre otros aspectos determina su forma, peso y dimensiones: "La pelota deberá ser una esfera de goma con una superficie exterior uniforme de color blanco o amarillo. Su diámetro debe medir entre 6,35 y 6,77 cm y su peso estará entre 56,0 y 59,4 g".
Sin embargo, tal y como sucede en el tenis, la pelota de pádel pierde parte de sus propiedades a medida que se va usando durante un partido. El mismo reglamento de la FIP, en sus puntos 2 y 3, estipula que la pelota de pádel "deberá tener un rebote comprendido entre 135 y 145 cm al dejarla caer sobre una superficie dura desde 2,54 m", así como "una presión interna entre 4,6 kg y 5,2 kg por cada 2,54 cm2". El golpeo repetido de las bolas hacen que cambien su tacto y comportamiento, convirtiéndose en más lentas y esponjosas. Esto hace que lo ideal sea cambiar las pelotas de juego cada cierto tiempo. Aunque no siempre se puede, claro.
Cuándo se pueden cambiar las pelotas de pádel
El pádel es un deporte en plena expansión, lo que implica que no siempre se puedan replicar las condiciones ideales de un partido entre profesionales. Como regla general, para que el cambio de pelotas esté permitido este debe ser establecido por la organización del torneo antes de su celebración. De este modo, en las bases se ha de especificar el número de pelotas que se han de utilizar en un partido, la marca y modelo, si está permitido el cambio y, en caso afirmativo, cuándo se realizará este.
Generalmente, el cambio de bolas se hace siempre en juegos impares. Aunque no en todos ellos. Por ejemplo, el reglamento técnico del World Padel Tour especifica que en todos los partidos del circuito las bolas se cambiarán primero tras el séptimo juego y, después, cada nueve juegos. Esto es así ya que el calentamiento previo se contabiliza como dos juegos. Existe una excepción a la norma, y es que en los partidos de las rondas previas solo se cambian las bolas si existe un tercer set. La economía de recursos presente incluso en la élite.
En el caso de que el cambio de pelotas no se realice en la secuencia correcta por un error, este se retrasa hasta que llegue el momento de servir de la pareja que debía sacar con bolas nuevas. A partir de ahí, se recupera la cadencia prevista por la organización en las bases del torneo.
¿Cuál es la diferencia entre las pelotas de pádel y tenis?
La relación entre tenis y pádel es evidente, sin embargo poco a poco cada deporte ha ido adquiriendo una identidad propia que va separando sus caminos. El mejor ejemplo de ello son las pelotas, en apariencia iguales aunque no lo son. Las pelotas de tenis y pádel difieren, sobre todo, en su comportamiento sobre la pista. Algo muy importante por el tipo de juego que se desarrolla en una y otra modalidad.
Formalmente, las pelotas de tenis y pádel lucen idénticas. Poseen el mismo tamaño y están realizadas de los mismos materiales. De hecho, ambas comparten el característico pelo amarillo que hace de la bola de tenis (y de pádel) uno de los objetos más icónicos del mundo del deporte. Sin embargo, las pelotas de tenis y las de pádel poseen una presión diferente, lo que hace que su reacción al contacto con el suelo sea muy diferente.
Como decíamos, la presión en una pelota de pádel debe encontrarse entre 4,6 kg y 5,2 kg por cada 2,54 cm2, lo que hace que posea un menor bote y, por lo tanto, el juego del pádel sea más lento. Por su parte, la presión en las bolas de tenis es mayor (una carga de 8,165 kg), lo que implica un rebote muy superior. Como consecuencia, el juego en el tenis es mucho más rápido, como se evidencia por ejemplo en la abundancia de aces, que en el pádel son casi imposibles de ver (también por la existencia de la pared, claro).
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