Las reglas no escritas del pádel: la nevera, pasar por debajo de la red, la bola huevo...
Cada vez existen más hábitos entre los jugadores de pádel que condicionan el juego, pero no están incluidas en el reglamento.

Como cada deporte, el pádel esconde costumbres no escritas en el reglamento. Manías que acompañan a todos los jugadores y que se han extendido tanto en el ámbito profesional como en el amateur. No importa la cantidad de horas que pases dentro de una pista, si eres un habitual de este deporte, seguro que has presenciado o empleado alguna de estas reglas. Hay muchas heredadas, otras, en cambio, se han desarrollado con el tiempo de forma natural.
¿Qué es hacer una nevera en el pádel?
Una de las más habituales es la "nevera", una táctica que consiste en jugar todas y cada una de las pelotas al mismo jugador, es decir, aislar a su pareja. No dejar que entre en juego en ningún punto, solo en los restos. Se suele realizar para impedir que el jugador más decisivo o en mejor momento de forma pueda condicionar el partido.
La idea, además de cansar en exceso a uno de los rivales, es que siempre golpee el jugador con menor índice de acierto. Y se llama "nevera" porque el jugador que no entra en juego se queda frío. Esta estrategia, más normal en el ámbito competitivo, no está bien considerada en partidos amateurs, ya que impide que uno de los cuatro que juega pueda disfrutar del partido.
¿Cuándo se pasa por debajo de la red?
La más curiosa de las costumbres, aunque también es heredada de otros deportes como el tenis, o incluso el futbolín, es la de pasar por debajo de la red si tus oponentes ganan el partido dejando tu casillero a 0. Está algo en desuso por la humillación que puede llegar a suponer, pero no es más que un gesto de deportividad que elimina el dramatismo de la derrota en un partido entre amigos, que a veces hace falta. Por ejemplo, Paquito Navarro fue el último jugador profesional en hacerlo cuando no consiguió hacer ni un solo juego en un set ante los superpibes.
Respect @paquito_navarro #WPTMadridMasterⓂ️ pic.twitter.com/HVrsLkO6jP
— World Padel Tour (@WorldPadelTour) September 23, 2023
¿Cuándo se pide perdón en el pádel?
En cuanto a las heredades de otros deportes, en especial del tenis, hay que destacar varias, aunque casi todas relacionadas con un gesto que se repite cada vez que ocurren un tipo de puntos en concreto, la disculpa. Se trata de aquellos golpes que acaban siendo decisivos, no por el gesto técnico del jugador, sino por el determinante roce con la red. Si realizas, por ejemplo, una bajada de pared, que golpea en la red, y acaba la pelota muerta en el campo contrario, lo habitual es pedir perdón, por mucho que no hayas buscado ese desenlace. Ocurre lo mismo con las bolas al cuerpo, sea buscada o no, si ganas el punto por este tipo de pelota lo correcto es disculparse.
Un concepto: la bola huevo
La red no es el único elemento discordante que existe dentro de la pista. En muchas ocasiones, la unión entre el suelo y la pared puede generar que el bote sea dudoso o que haya distintas opiniones sobre quién ha ganado ese punto. A veces la salida de la pelota es decisiva, si sale hacia arriba se suele considerar buena, si sale hacia delante se considera mala, sin embargo, la "bola huevo", que es así como se denomina, genera muchísimas dudas, por lo tanto, lo normal es repetir el punto.
Por qué Tapia-Coello no piden revisión?
— Out Of Context Padel (@ocpadel) April 30, 2023
Garrido sabe que se la darán buena pero no quiere líos?
Hay pacto entre jugadores para que el🦊no revise este tipo de jugadas?
Deciden sacar dos más.
Foxtenn no pone la repetición.#padel #BruselasOpen23 #Tapia #Coello #Sanz #Garrido pic.twitter.com/XNmU5myPEA
Ocurre lo mismo en el servicio. La norma no escrita habla de que es la pareja del jugador que recibe quien determina si el saque ha entrado o no, si no está claro, tanto por su parte como por la del resto de jugadores, no se da por malo o bueno, se permite que efectúe de nuevo el mismo servicio.
Al igual que se concede el derecho de la duda, en el pádel se presupone que todos los jugadores tienen una buena actitud para con cada punto. La velocidad de juego impide que se detecte fácilmente que la pelota roce el cuerpo, la ropa de un jugador o contacte en dos ocasiones con la pala de un mismo jugador, de ahí que la predisposición de todos es que este lo reconozca, que sea el jugador que ha cometido la infracción el que cante el punto.
Las pelotas siempre localizadas
Quizás este sea el elemento que genere más manías, costumbres o reglas no escritas. Y no solo por el estado de las mismas, que puede cambiar radicalmente un partido, sino sobre todo por cómo actúa el jugador respecto a las mismas. Me refiero, por ejemplo, al hábito de llevar siempre dos encima si estás sirviendo para no retrasar el juego porque falles el primer saque y tengas que buscar una segunda pelota para poder servir.
Respecto a la tercera en discordia, sino la guarda el compañero del que saca, siempre debe estar junto a la red, para que no obstaculice el juego o pueda llegar a producir alguna lesión al pisarla desafortunadamente. Lo más fácil es que la conserve el compañero, ya que así tendrá más sencillo cumplir la labor para la que también está destinado oficiosamente, facilitar pelotas a su pareja para que saque con celeridad y el partido no se haga pesado.