De tener restaurantes a dejarlo para ser uno de los influencers del pádel: "A los jugadores no les gusta que no les idolatre, no les pido muñequeras"

Es ingeniero de telecomunicaciones, habla siete idiomas, ha emprendido en negocios de hostelería, ha sido el propietario de una tienda de vinos, ha trabajado como consultor, pero sobre todo es un loco del pádel. Luis Alonso-Lasheras es un emprendedor madrileño que a sus 48 años ha decidido dejarlo todo para arrancar un proyecto que englobe los dos motores de su vida: el 'copywriting' y el deporte de la pala.

Más conocido como 'El Pádel es así' en sus redes sociales y su comunidad de aficionados al pádel, Luis suma más de 20.000 seguidores en sus diferentes plataformas. Los pilares de este éxito son su canal de Telegram, su cuenta de X y la lista de difusión de correo electrónicos que envía a sus seguidores de manera periódica.

"Soy un emprendedor que trata de reinventarse en cada proyecto. Tiendo a coger cosas y hacerme obsesivo de ellas. En los últimos años, me obsesioné con el 'copywrigting', escribir cosas para provocar reacciones en la gente, pero sin intentar hacer un contenido periodístico. Necesitaba ponerlo en práctica y acudí a mi obsesión inmediatamente anterior que es el pádel", esta es la descripción que Luis hace de sí mismo en una conversación con Relevo.

Este proyecto arrancó a finales de 2022, pero con el paso del tiempo fue cogiendo vuelo: "Viendo lo bien que iba funcionando, en 2023 decidí acelerar y crear la lista de correo. Ahora, en 2024, he tomado la decisión de dedicar todo mi tiempo a este proyecto". Poco a poco la bola se ha ido haciendo más grande y en este momento está en vías de empezar a rentabilizar el proyecto organizando algún torneo para empresas y buscando patrocinadores: "He dejado mi trabajo en una consultora hace 3 meses para dedicarme a ello. Tengo una vía ya en marcha que es la organización de torneos de pádel para empresas con mi mujer que es experta en eventos. Lo demás también está en marcha, pero de momento más un poco más verde".

Antes de arrancar esta aventura relacionada con el pádel, la vida de Luis ha dado muchas vueltas. Siempre con el emprendimiento de por medio ha pasado de crear una web de música, a regentar dos restaurantes que tuvo que cerrar a causa de la pandemia, a abrir una tienda de vinos, o a trabajar por cuenta ajena como consultor.

En numerosas ocasiones, hay perfiles de redes sociales se esconden bajo un anonimato que les permite tener libertad para hacer comentarios de todo tipo, algo de lo que Luis intenta huir: "No quiero ser una cuenta anónima, en mi perfil tengo mi foto puesta y todo el mundo puede saber quién soy". Por desgracia, esta situación sí que le sucede en contra. Las redes sociales, especialmente X, se ha convertido en un estercolero en el que cualquiera puede insultar y menospreciar bajo un anonimato impune, algo que Luis intenta no dar importancia.

"Cuando alguien me escribe alguna barbaridad, intento echar un vistazo a su perfil. Suele suceder que la persona que te está insultando le ha hecho lo mismo a otro antes por un tema de fútbol, a otro por un tema de política... Entonces pienso que el problema lo tiene él, no yo. No me afecta, sino que me divierte". Ante comportamientos reiterativos en este sentido, 'El Pádel es Así' tiene una sencilla solución: "Me marco mis reglas y mis límites. Cuando creo que han sido superados, pienso que el botón de bloquear es estupendo y sanísimo utilizarlo cuando cada uno lo vea conveniente".

Al realizar comentarios continuos sobre las diferentes competiciones, Luis está expuesto a que los propios jugadores interaccionen con su cuenta: "Mi seña de identidad es la honestidad, no voy a hablar mal de un jugador porque me lleve mal o me haya bloqueado ni bien de otro porque sea más amable o afín. Digo lo que pienso. Siempre con educación, pero sin callarme", asegura.

La gestión de los egos de los jugadores no le preocupa especialmente: "Muchos llevan mal que no les idolatre, no les pido fotos ni muñequeras usadas. No están acostumbrados a la crítica. Para mí son cracks en una cosa, que además admiro muchísimo, pero eso no los hace seres superiores. Yo no les miro por encima del hombro por ser ingeniero, ni a mí otro por ser cirujano. Somos todos personas", sentencia Luis.

Uno de los mayores incendios que ha tenido en este periplo ha sido con Delfi Brea. Un post suyo en X donde hablaba en tono sarcástico de "psiquiatra a pista", después de un partido que Bea y Delfi remontaron a Alejandra Salazar y Tamara Icardo, levantó la ira de la jugadora argentina que puso dos publicaciones en X que más tarde borró: "Lo que pasó con ella me hizo reflexionar. Me impresionó mucho que Delfi estuviera escribiendo sobre mí a la 1 de la mañana y luego otra vez a las 6, cuando al día siguiente jugaba una final. Yo pensaba: a esta chica le ha impactado lo que he escrito...".

"Cuando leí sus comentarios pensé que a lo mejor había me había equivocado. En condiciones normales le habría hecho llegar un mensaje de disculpas, pero es cierto que cuando la respuesta es tan a hacer daño como fue la suya, parece que lo tenía guardado de antes. Consideré que no tenía nada que hablar con ella" explica Luis. "Que Delfi me monte una campaña para que me dejen de seguir, me beneficia. Lo que hace es ponerme en el foco. Yo preferiría que no pasaran estas cosas, pero si hablamos de tráfico y repercusión, para el proyecto es bueno".