PÁDEL

Cuál es la vida útil de una pala de pádel

Los materiales utilizados para fabricar una pala de pádel pierden sus propiedades debido al desgaste producido por el uso.

La pala de pádel requiere de unos cuidados para retrasar su desgaste./WPT
La pala de pádel requiere de unos cuidados para retrasar su desgaste. WPT
Javier Mercadal

Javier Mercadal

La pala es la principal herramienta del jugador de pádel. Una pieza clave, pues su incidencia en el desarrollo del partido está más que demostrada. De hecho, existen varios tipos de pala: de diamante, redonda y con forma de lágrima. Diseñadas según el tipo de juego que se quiera realizar o las diferentes prestaciones que se busquen en ella. Además, las palas de pádel cuentan con varios accesorios, como el overgrip, pensados para conseguir la máxima comodidad posible a la hora de salir a la pista.

En definitiva, una pala de pádel se debe sentir como la progresión natural del brazo del jugador. Por ello, encontrar una pala que se adapte a las necesidades y deseos de cada deportista puede ser una odisea. Es normal que, una vez que se ha hayedo el ítem ideal, aquel que se adapta a la perfección, tanto a las prestaciones deseadas como a una comodidad vital dentro de la pista, se desee mantenerlo lo máximo posible. Lamentablemente, como todo objeto, las palas están sujetas a un desgaste lógico. Poco a poco, van perdiendo las cualidades que tenían en un inicio hasta que deben ser reemplazadas.

Cuánto dura una pala de pádel

Es importante tener en cuenta que la vida útil de una pala dependerá directamente del uso que se haga de ella, así como de los cuidados a los que someta. Esto es, no durará lo mismo una pala que sea utilizada de forma casual, más o menos una vez a la semana en partidos informales, que las palas de un jugador profesional que disputa varios partidos o entrenamientos al mes, todos ellos de máxima exigencia.

Como recomendación general, una pala de pádel posee una vida útil de un año. Siempre, hablando de contextos amateur y teniendo en cuenta que ha sido tratada con cuidado. Eso no significa que no pueda ser utilizada más tiempo, aunque sí es probable que el desgaste de los materiales haga que pierda control o potencia. En el caso de los profesionales, o aquellos que juegan diariamente al pádel, se recomienda un cambio de pala cada seis meses aproximadamente.

Cuándo hay que cambiar la pala de pádel

Existen algunos indicadores que muestran cuándo ha llegado el momento de cambiar la pala de pádel. El primero de ellos, y el más importante, es cuándo la pala produce un mayor número de vibraciones de lo habitual. Si bien es cierto que el contacto de la pelota con la superficie de la pala genera unas vibraciones lógicas, una vez que el material está desgastado, la absorción del impacto cambia drásticamente, algo que se puede notar incluso al tacto a la hora de realizar un golpe. Además, hay que tener en cuenta que un mayor número de vibraciones puede derivar en lesiones en las articulaciones, sobre todo en la muñeca. Por ello, en caso de que aparezcan molestias físicas, es una buena muestra de que, quizá, sea tiempo de ir a por una pala nueva.

El otro gran síntoma de que una pala podría estar desgastada es la pérdida de potencia a la hora de ejecutar un golpe. Nuevamente, el desgaste de los materiales influye en la forma en la que la pala se comporta al impacto de la bola. Una menor reactividad se traduce en una menor potencia a la hora de que la pelota salga despedida.

Existen otros indicios de que la pala necesita ser sustituida, aunque estos afectan más a su forma que su funcionamiento. De esta manera, se puede observar que se necesita un cambio de herramienta en el color de las fibras de la pala. Generalmente, todas las palas comerciales están pintadas. A medida que se van usando, esta pintura se va desprendiendo, dejando al aire el color original de los materiales. Cuando esto sucede, es tiempo de optar por una nueva pala. Igualmente, en el momento en el que el mango se nota suelto o no es cómodo al agarre, es otro indicativo claro de que la pala está pidiendo el cambio.

Cuidados de una pala de pádel

Las palas de pádel precisan de unos cuidados mínimos para poder prolongar su vida útil. El primero de ellos es evitar las temperaturas extremas, especialmente los días de mucho calor. Este puede afectar a la composición de los materiales, provocando que pierdan sus propiedades. Por ejemplo, si dejamos la pala al sol durante un tiempo, la goma se puede ablandar y romperse por la zona de los agujeros en el momento de efectuar un golpe. El frío extremo también es enemigo de las palas de pádel. Para evitar que queden dañadas por la climatología, es recomendable el uso de un paletero cuando no se utilicen para jugar.

Además, es muy importante cuidar del marco de la pala, ya que posee una importancia estructural. Si bien en ocasiones es inevitable, hay que intentar no golpear el suelo o las paredes con él a la hora de llegar a una bola difícil o el comportamiento general de la pala puede verse afectado. Igualmente, es crucial golpear únicamente la bola con la pala, esto implica evitar la costumbre de algunos jugadores de golpear el centro de la pala con la palma de la mano o las rodillas.

En caso de que la pala se moje, es muy importante secarla antes de volverla a guardar en el paletero. De lo contrario es muy probable que sus materiales se deterioren para la próxima vez que se necesite utilizar.