Cómo son las zapatillas de pádel y cómo se eligen
Un calzado adecuado es fundamental para optimizar el rendimiento y evitar lesiones cuando se practica este deporte.
El pádel es un deporte que exige potencia, coordinación, agilidad y capacidad para cambiar de dirección rápidamente. Al practicarse en pistas con paredes en el fondo y a los lados, requiere de una variedad de movimientos repentinos laterales y verticales: frenos rápidos, sprints explosivos y giros permanentes.
Estas demandas físicas hacen que la preparación sea fundamental para prevenir lesiones como la lumbociática aguda, una de las más comunes, causada por los movimientos de flexión, extensión y rotación de la columna vertebral. Pero también resulta clave la elección de un calzado adecuado que minimice los riesgos de lesiones ligamentarias o esguinces.
¿Cómo son las zapatillas de pádel?
Si bien hay marcas líderes en el calzado para pádel, no se puede establecer de manera categórica cuál es la mejor zapatilla para todos, ya que las características deben adecuarse a los hábitos y las necesidades de cada jugador. Habrá algunos que las prefieran resistentes por su contextura corporal y otros elegirán una variante más liviana. La exigencia que no puede soslayarse es la confortabilidad.
Es importante entender que, pese a las similitudes con el tenis, el calzado adecuado para el pádel es totalmente diferente: es un error común pensar que un par de zapatillas puede ser utilizado para ambos deportes. La diferencia está en el soporte y la amortiguación que requiere el pádel para absorber tanto los movimientos como la velocidad y el impacto del jugador para evitar lesiones.
Cuando se habla de upper, se hace referencia a la parte exterior de la zapatilla y se espera que tenga tres características fundamentales: transpirable, flexible y resistente. Los modelos más avanzados incorporan elementos en zonas de almohadillas o talones, que son claves para minimizar los impactos en las articulaciones. También ofrecen correas exteriores, contrafuertes de talón o refuerzos de TPU (poliuretano termoplástico) para mejorar la sujeción del calzado.
La suela de las zapatillas de pádel es una de las características más distintivas. Suelen tener un patrón de espiga (tiene un agarre menor que la omni y evita frenos bruscos). También existen las "omni" o "clay" (conocidas como suela de puntos) o las mixtas (la parte delantera de omni y la trasera de espiga).Todas proporcionan un agarre óptimo en las superficies, y la elección depende de los rasgos de cada jugador. El objetivo es mejorar la tracción y facilitar movimientos laterales rápidos.
También el ancho de las zapatillas de pádel juega un papel importante en el rendimiento y la comodidad general del jugador. Es fundamental encontrar un calzado que no quede demasiado flojo ni muy apretado. Si son demasiado estrechas, las zapatillas pueden provocar resbalones en los movimientos laterales, comprometiendo la estabilidad y el control. Las que se pasan de anchura pueden hacer que los pies se deslicen por dentro, provocando ampollas y rotura de uñas.
Cómo se eligen las zapatillas de pádel
A la hora de elegir unas zapatillas de pádel, hay varios factores a tener en cuenta para garantizar un rendimiento y comodidad óptimos durante el juego. Aquí detallamos algunos aspectos clave a tener en cuenta.
Suela: la elección de la suela es fundamental para lograr un buen agarre y a su vez deslizamiento adecuado; los componentes más utilizados son omni, espiga o mixto. Algunos modelos incorporan puntos de pivotaje en la parte delantera que mejoran la rotación.
Comodidad y flexibilidad: el calzado debe ofrecer un agarre resistente y una gran amortiguación para reducir la tensión en los tendones del deportista; y hay que revisar bien las costuras porque pueden originar molestias o heridas en los pies. Es recomendable que las zapatillas tengan la máxima superficie de malla, o del material lo más flexible posible, en el upper. Este material favorece la transpiración y es el más adecuado para las altas temperaturas.
Ajuste: una sujeción adecuada sobre todo en la zona del tobillo evita rozaduras y ampollas; también mejora la estabilidad en la cancha. Los pies deben moverse con libertad por toda la pista sin experimentar deslizamientos dentro de la zapatilla. Las marcas líderes incorporan tecnologías innovadoras como la lengüeta de gato, que mejora el ajuste en la parte trasera del calzado y evita el deslizamiento del pie hacia afuera.
Amortiguación: así como sucedió con el calzado del running, el pádel también ha incorporado tecnologías para proteger los pies, demorar la fatiga y prevenir posibles lesiones. Los modelos premium disponen de un sistema de amortiguación que utiliza un gel ubicado estratégicamente en el talón o en la zona de las almohadillas para absorber los impactos, ofreciendo una protección notable tanto para las rodillas como para los tobillos.
Talla: esta elección parece algo obvia, pero no lo es tanto. A diferencia de otros deportes con movimientos menos bruscos que el pádel, se recomienda medio número más del que se utiliza normalmente en un calzado casual. Zapatillas excesivamente ceñidas generarán continuos impactos de los dedos contra la parte delantera durante los frenos, los arranques o cambios de ritmo. Y una talla más holgada puede provocar movimientos del pie en el interior, algo que aumenta considerablemente el riesgo de lesiones.