Cinco horas de vuelo; una frase contundente y un solo objetivo: así busca Carlos Sainz su cuarto Dakar
El piloto español afronta su 17ª participación con la mente puesta en hacer historia con Audi y ser el primero en ganar con cuatro marcas diferentes.

Al Ula.- El Dakar es esa competición donde tan pronto te cruzas con un campeón del mundo como hablas con un amateur que lleva toda la vida soñando con disputar la mítica prueba y ha pedido un préstamo para hacerlo. Carlos Sainz pertenece al primer grupo, pero voló en el Boeing 737-800 fletado por ASO desde París como la gran mayoría de las alrededor de 3.000 personas que moviliza la prueba. En clase turista y en ventanilla, alternó alguna que otra cabezada con música y conversaciones distendidas. Y nada más pisar tierra dejó claras sus intenciones a Relevo: "Ya estamos en Arabia. Vamos a intentar daros mucho trabajo estos días".
Esta frase es un claro reflejo de la mentalidad con la que llega el madrileño de 61 años a su 17ª participación en el rally más duro del mundo. A pesar de su abandono en la etapa 9 de la pasada edición -posteriormente se le detectaron dos fracturas vertebrales-, los problemas técnicos que ha sufrido el equipo durante la preparación del tercer asalto de Audi al Dakar y la competitividad de sus rivales, tiene entre ceja y ceja lograr una victoria que sería histórica.
Por dos motivos. El primero: sería la primera vez que un vehículo propulsado con motores eléctricos gana el rally. El segundo: sería su cuarta victoria con cuatro constructores diferentes, algo que nunca nadie ha conseguido antes. Y para ello se ha preparado físicamente como siempre, registrando valores de rendimiento físico como nunca antes.
Estos días previos al inicio de la carrera, el equipo Audi se ha centrado en poner a punto sus prototipos 4x4, hacer varias decenas de kilómetros de test (80 km en el caso de Carlos Sainz y Lucas Cruz) en una zona habilitada para ello por la organización y revisar los datos. Lo que antiguamente se conocía por la expresión velar armas antes de la batalla.
"Lo que le das vueltas es a intentar visualizar una buena carrera. Como he dicho muchas veces, soñar es gratis y mi imaginación también es bastante activa y sueño con tener una buena carrera y hacer un buen rally. Esa es la sensación ahora: tratar de visualizar de forma positiva todo lo que puede ir pasando cada día, hacer tu estrategia para la Prólogo y luego, dependiendo de cómo salgas, visualizar cómo te gustaría ver la carrera", asegura ante un reducido grupo de medios españoles, entre los que está Relevo.

"Me gustaría verme ahí arriba, luchando desde el primer momento por los puestos de cabeza, pero eso es fácil de entender. A estas alturas de la película, antes de que empiece, estás todo el año buscando este escenario, de estar luchando hasta el final por ganarla".
Pero Sainz es consciente de que el cambio de aires de Nasser Al Attiyah rumbo a Prodrive, donde es compañero del nueve veces campeón del mundo de rallies Sébastien Loeb, le mantiene como favorito para revalidar los últimos dos trofeos del Touareg que ha levantado de manera consecutiva.
"Yo creo que Toyota tiene buenos pilotos y estará ahí arriba. Pero Nasser es el ganador de los dos últimos años y, por otro lado, Prodrive ganó muchas etapas el año pasado con Loeb. Si mezclas a Nasser con el Hunter y Loeb, está claro que el equipo se ha reforzado. Toyota con Nasser es más fuerte que sin Nasser, no hace falta ser muy entendido para entenderlo", aseguró al respecto.
Y no quiso entrar a responder a las palabras del catarí, que aseguró en declaraciones recogidas por Motorsport.com que le daba a Audi "tres días" antes de "irse a casa". "Él es libre de pensar lo que quiera", apuntó el madrileño.
El gran reto de ganar con un tres motores eléctricos a bordo
Calentones a parte, la realidad es que la marca alemana se adentra en el que muy probablemente será su último Dakar como equipo oficial -después de su apuesta total por la F1 de cara a la nueva normativa de motores de 2026- y lo hace tras unos últimos seis meses de preparación donde no lo han tenido fácil. El tres veces ganador de la prueba recalca la complejidad del RS Q e-tron E2, que cuenta con dos motores eléctricos que mueven los dos ejes motrices y un tercero que actúa como conversor de energía cinética (generada por un motor de gasolina) en eléctrica.
"Ha sido un año duro donde quizás nos hubiese gustado con unas carreras y kilómetros con menos problemas, pero también veo la parte positiva de eso. Quiero pensar que todos esos problemas de la Baja y Marruecos no van a pasar ahora. Es un coche que hay que ser muy valiente para traerlo y hacerlo correr, por eso hace que también sea más especial el conseguir una victoria de etapa o estar luchando por ganar el Dakar con él", afirma Sainz.
"Este es un coche que quizás tenga más sorpresas en cuanto a fiabilidad porque tiene más factores que puedan ser una sorpresa, y a pesar de estar en el tercer año, nos sigue sorprendiendo con pequeñas cosas que no habíamos tenido antes. Diría podría ser un coche ganador, sí, pero es un coche que tiene cuatro motores, mucho software, muchas cosas que pueden no ir en el camino correcto. Hay que poner en valor lo que hizo Audi hace dos años al construir este proyecto con esta tecnología tan innovadora. No es un coche fácil de hacerlo ganador".

El madrileño recalca en el día previo al arranque de la carrera -con una Prólogo de 27 km en los alrededores de Al Ula- que su mente está centrada en el presente y que no será hasta la vuelta del Dakar cuando piense en el futuro.
"No marca para nada. Lo que te tienes que centrar es en la carrera y cuando acabe, ya se verá lo que pase. Todo lo que sea pensar en un futuro, no tiene sentido, el futuro es mañana y después de mañana será pasado mañana y es ahí donde tenemos que enfocar todas las energías a día de hoy. Pensar en lo que va a pasar después, no sirve de nada", afirma.
"Al final cambia poco el hecho de que las primeras etapas sean más complicadas, porque es para todos igual. Trataremos de afrontarlo así, ya con mucha atención desde los primeros días. Probablemente haya mucha gente en el Prólogo que trate de hacer algo tácticamente inteligente. Mi experiencia me dice que muchas veces no se ha hablado de una etapa y luego llegas y te encuentras una sorpresa. Tienes que estar preparado tanto tú como el equipo para lo peor cada día, y esa es la mejor forma de afrontarlo, como fue en la etapa 2 del año pasado, donde ya se decidió quién no iba a ganar el rally por pinchazos y nadie hablaba de ella, e ir reaccionando a lo que te vas encontrando, que es fundamental", dijo.