Los retos que tiene por delante Carlos Sainz para la segunda semana de Rally Dakar

Riad.- Carlos Sainz y Lucas Cruz tienen la mitad de los deberes hechos, pero por delante quedan seis etapas de máxima tensión de domingo a viernes. 2.400 km contra el reloj, cuatro días de más de 400 km cronometrados y muchas trampas por sortear. La segunda semana de Rally Dakar se antoja de alta tensión. Estos son los retos que la pareja española de Audi tiene por delante.

En primer lugar, tendrán que ser capaces de resistir las complicaciones del propio rally, que se adentra en una segunda mitad de alto voltaje, con la etapa más larga de la 46ª edición (la 7 de este domingo, 483 km cronometrados) y con una penúltima jornada de máximo riesgo en la zona pedregosa donde en 2023 muchos quedaron descartados en la segunda especial del rally.

"Queda una semana más típica de Dakar como en los últimos años, pero no es fácil, ojo. Quedan la siete y la 111 que son de las más complicadas del rally. No está terminado, ese es el mensaje que voy a pasar a todos. Todo puede pasar de nuevo y tenemos que estar bien, bien concentrados, que es lo mismo que le he dicho a mi equipo hace un rato", avisó David Castera, director de la prueba, en conversación con Relevo.

"Salimos con una ventaja, porque ya hemos visto que en el rally la media hora baila muy rápidamente para un lado como para otro, con lo cual somos conscientes de que queda todavía mucho, mucho por delante, etapas duras, etapas largas de 475 kilómetros. Ha sido una muy positiva primera semana para el equipo, pero a la vez muy, muy cautos, y con ganas de afrontar esta segunda semana, como dije ayer, con la humildad de saber que queda todavía mucho por llegar", reflexionó el sábado en Riad el bicampeón del mundo de rallies.

Por otro lado, el Audi RS Q e-tron E2 ha dado durante 2023 algunos quebraderos de cabeza que nunca antes se le había presentado al equipo de los cuatro aros. Aunque parece que en este Dakar no están teniendo problemas de fiabilidad, estos pueden estar a la vuelta de cualquier duna, ya que la mecánica tiene memoria y el ritmo está siendo muy rápido.

"Estábamos con confianza de que veníamos mejor preparados que el año pasado, pero sí es cierto que en este rally no solo nosotros, todo el mundo, la prioridad, las preocupaciones, número uno es la fiabilidad. Entonces, cuando tú tienes un coche tan complicado, pues digamos que siempre tienes un poco más de miedo a que algo pueda fallar, pero el trabajo que está haciendo el equipo y que ha hecho, a pesar de que hay quien pensaba que no íbamos a durar mucho, es enorme", aseguró el español en la jornada de descanso.

"Aquí se puede perder por infinidad de problemas, entre los cuales está la fiabilidad, están los errores humanos, están los errores propios... puede haber infinidad de cosas, pero también es cierto que estamos en una buena posición. Eso sí, hablar solo de que se puede perder por fiabilidad no".

El duelo Sainz-Loeb amenaza con marcar una segunda semana de muchos quilates. Pero entre medias de ambos está Mattias Ekström. El piloto sueco de 45 años es quizás la figura menos reconocida de las tres alineaciones de Audi, pero ya fue el mejor en 2023 y está a solo 20 minutos de Sainz. Una posición perfecta para los alemanes, que tienen dos bazas por si acaso.

"Mattias y Sébastian están a una distancia que no es prácticamente nada en este rally. Por lo tanto, los dos son los principales rivales, pero bueno, en cuanto a equipo, pues yo creo que Audi está en una excelente situación de momento y tenemos que intentar aprovechar esta oportunidad. Esta es una carrera que cuando vas detrás, si tomas riesgos, es fácil ganar mucho tiempo. Pero también es cierto que mi experiencia dice que tarde o temprano te acaba atrapando, pero si tienes suerte y arriesgas, puedes ganar muchos minutos", reflexiona.

"Y cuando estás en una posición de atrás, es una estrategia que muchas veces ha funcionado bien, porque en el fondo todos queremos ganar, y en el fondo imagino que a Mattias o a Loeb, que no ha ganado nunca el Dakar, acabar segundo o tercero no le vale para nada. Entonces, estoy seguro que van a tomar riesgos y que van a apretar fuerte y yo trataré de hacerlo lo mejor que pueda".

Loeb ya quiso marcar terreno en la segunda parte de la etapa 6, cuando adelantó a Sainz en un lago seco con una trazada interior sin pulsar el Sentinel. Aunque cedió más tarde la posición, el galo volvió a pegarse a la zaga del Audi en el polvo. Sainz tomó la decisión de no jugar y dejarle pasar, y el francés estuvo a punto de volcar tras un cambio de rasante en una de las imágenes del rally.

"Al final, nosotros nos quedamos en un sitio, perdimos cuatro o cinco minutos. Él salía detrás, en un momento dado en un lago seco cortó y nos adelantó. Luego yo le pasé y él empezó a presionar el Sentinel y ahí la verdad pensé 'una vez que me he adelantado y yo le he vuelto a adelantar, tengo el derecho también de tirar'. Pero no quería líos, sabía lo que había pasado en la etapa y en el fondo cuando me dio el Sentinel, preferí frenar y dejarle pasar y no tener líos de historias, que a veces no se sabe que reacción puede haber y eso fue lo que hice", admite Sainz sobre el duelo en pista en respuesta a la pregunta de Relevo.

"Es que hablar de Sebastián, pues, es hablar como de, pues eso, el mejor, uno de los mejores de la historia. Entonces, está claro que Sebastián tarde o temprano va a ganar este rally, pero tenemos conseguir que tarde un poco más".

El piloto sueco no salía en las quinielas de favoritos, por mucho que Sainz se empeñe en situarle ahí. Pero ahora está a solo 20 minutos de su compañero de equipo y veremos qué estrategia adopta Audi.

"No sé si hay alguno que el año pasado estaba sorprendido y ya se le quitó la sorpresa. Pero Matías, estamos hablando de otro futuro ganador del Dakar, sin dudas. No sé si será este año o dentro de dos o dentro de tres. Si alguien está sorprendido de Mattias, es que no le conoce y no sabe nada del mundo del motor.", afirmó, rotundo, Sainz.

El madrileño defiende la postura de la FIA con el equilibrio de rendimiento, tras darles 15 kW más y mantener el peso respeto a sus rivales. Sainz, tras una primera semana súper reñida, con victorias de tres marcas diferentes y seis ganadores distintos.

"Yo creo que estoy contento porque lo dije el primer año, que era injusto ir con la misma potencia y 100 kilos más. Yo creo que ni siquiera nos han dado la potencia que las tablas de la FIA, en cuanto a CV por kilos. Estos 15 kilovatios ayudan a ir en igualdad de condiciones y de hecho pues el rendimiento y se ve que un día gana Toyota, otro día gana Barhein... Creo que se ve que ahí bastante en igualdad, como también comenté antes de la carrera, que era lo mínimo necesario para luchar en igualdad. Al final lo que hemos tratado de hacer los dos años anteriores es soñar, que era intentar ganar con un coche con la misma potencia y 100 kilos más, es algo que es imposible", concluyó.