RALLIES

20 años del Rally en el que un tal Sordo se hizo oír con Citroën, disfrazado de su ídolo

Debutó como piloto oficial enfundado en un mono de Chus Puras y 'heredó' también al copiloto, Carlos del Barrio, con el que ganaría una década después su primer rally del Mundial.

Sordo, con solo 20 años, fue el piloto más joven de todos los que probó Citroën Hispania. /Archivo Shakedown Media
Sordo, con solo 20 años, fue el piloto más joven de todos los que probó Citroën Hispania. Archivo Shakedown Media
Nacho Villarín

Nacho Villarín

Aquel día de difuntos coincidió irónicamente con el nacimiento de una nueva estrella. Era 1 de noviembre de 2003; el sol empezaba ya a palidecer sobre los paisajes ásperos y otoñales de las serranías malagueñas, cuando la vela de la ilusión empezó a resplandecer en el seno de la todopoderosa escuadra Citroën Hispania. El equipo más dominante de la era moderna del Campeonato de España de Rallies, con el ínclito José Mª Barroso (fallecido hace unos meses) al mando de las operaciones, y el lúcido Julián Piedrafita como cabeza pensante. La ilusión brotó aquella tarde bajo las carpas bermejas del conjunto madrileño. El sentimiento que cundía entre todos los allí presentes era unánime en esos momentos: acababan de alumbrar a un futuro campeón.

El chaval en cuestión se llamaba Dani Sordo; procedía de Puente San Miguel, un pueblo cercano a Torrelavega; tenía solo 20 años, porte delgado, el rostro salpicado aún de acné; y aunque fuera del coche se mostraba retraído y parco en palabras, era capaz de expresarse al volante con una fluidez y eficacia asombrosas. Por aquellos días, el chico empezó a sonar, y de qué manera, dentro del equipo, a cuenta del Rally Costa del Sol, el penúltimo del calendario nacional.

Acabó quinto debutando como piloto oficial, con un Citroën Saxo Súper 1.600 como el que había manejado dos años antes Sébastien Loeb, cuando escaló al Mundial. Quién le iba a decir al cántabro entonces que, a partir de ese sábado de noviembre, su destino empezaría a vincularse instantáneamente al de un piloto llamado a hacer historia, como estaba considerado ya a esas alturas el ex gimnasta de Haguenau: campeón francés en 2001, curiosamente con Piedrafita Sport; vencedor del Rally de Alemania la temporada anterior; y subcampeón del Mundo en su primera campaña completa pilotando un WRC, que culminaría con Citroën en Gran Bretaña pocos días después.

Aunque no fuese consciente hasta mucho después, el tal Sordo selló su porvenir deportivo sobre el abrasivo asfalto de las carreteras de Málaga. Fue un momento decisivo para él, que dio contexto a todo lo que vendría después. Aunque, realmente, el prólogo del prolífico capítulo que protagonizaría después el cántabro como piloto de Citroën comenzó a escribirse varias semanas antes, frente al Pantano de Sacedón, una soleada mañana de aquel mismo otoño de 2003.

Sordo y del Barrio en el Rally Costa del Sol de 2003, donde debutaron juntos.
Sordo y del Barrio en el Rally Costa del Sol de 2003, donde debutaron juntos.

El equipo del doble chevrón reclutó allí, cerca de Guadalajara, en un tramo de pruebas que solían cerrar para hacer tests, varios 'canteranos' a los que estaban cotejando con vistas al curso siguiente. El pequeño entre todos los convocados a probar el Citroën Saxo era Sordo, que había celebrado su 20 cumpleaños a principios de mayo conquistando en Santander, rodeado por toda su gente, su primera victoria en el Nacional guiando el Mitsubishi Lancer que preparaba él mismo, con la ayuda de varios amigos, en el garaje del circuito de karts de sus padres.

"Me dijeron que tenía que ir solo a Madrid. Un amigo de toda la vida estaba estudiando y lo llamé por si quería venir, pero le dije que mejor hiciera como que no nos conocíamos para no dar el cante. No me mires ni a la cara, le solté…", recuerda Dani, divertido. "Fue una anécdota muy bonita y un día muy especial para un crío como era yo entonces. Me adapté muy bien al coche, estaba acostumbrado a llevar el Mitsubishi que teníamos en casa, que era 4x4 y tenía más potencia. El Saxo me pareció como un juguete con tracción delantera. Hice bastantes kilómetros, rodando cada vez más deprisa, pero tampoco quería darle un golpe. Fue una experiencia increíble", evoca el piloto de Puente San Miguel 20 años después.

El Citroën Saxo Súper 1.600 con el que Sordo debutó como piloto oficial en Málaga.
El Citroën Saxo Súper 1.600 con el que Sordo debutó como piloto oficial en Málaga.

Sordo ya formaba parte entonces del programa de jóvenes que tutelaba el RACC, en el que militaban por esa época los pilotos que mejores maneras mostraban para intentar suceder a Carlos Sainz como referente español en el Mundial. Citroën quiso evaluar a todos ellos para tratar de encontrar un futurible campeón, después de haber coronado a finales de 2002 su ciclo histórico con Chus Puras (octacampeón de España y ganador del Tour de Corse el año anterior con el Xsara WRC). El encargado de examinar a los chavales desde el asiento derecho del Saxo Súper 1.600 no fue otro que el ex copiloto del cántabro, Carlos del Barrio, quien prefirió continuar con Citroën en lugar de mudarse junto a su paisano a Renault.

"Hacía lo que quería con el Saxo"

Carlos del Barrio Copiloto de Dani Sordo durante años

Aunque fueran de la misma región, el navegante santanderino (14 años mayor) apenas conocía a Sordo, sólo de oídas. Le bastaron un par de pasadas al tramo donde se hizo el test para percatarse al instante del talento arrollador que poseía Dani. "En seguida vi que le salía todo muy natural. Desde el primer momento nos sorprendió a todos. Hacía lo que quería con el Saxo, un coche muy distinto al que estaba él acostumbrado a pilotar, y con la misma facilidad que si llevara un kart de los que tenía su padre en el negocio familiar. Encendió las alarmas a todos los que estábamos allí presentes. No había duda: era rapidísimo, un diamante en bruto con un potencial tremendo", relata del Barrio.

Tras esa grata impresión, el cántabro viajó a Málaga a final de mes para copilotar por primera vez a Sordo, con motivo de su debut como piloto oficial Citroën. Una vez inmersos en la competición, las buenas vibraciones del test en Sacedón fueron corroborándose por sí solas. Sordo conquistó definitivamente a Carlos, que intervino para que sus jefes apostaran por él. "Le dije al responsable del equipo que tenía que ficharlo. Tardaron un poco en tomar la decisión, Dani era muy joven y tenían miedo de arriesgarse, pero acabaron haciéndome caso. Por lo que yo vi dentro del coche, sabía que no se iban a equivocar. El tío hizo una actuación espectacular.", remarca el cántabro (retirado este mismo año).

El 1 de noviembre de 2003, Sordo y del Barrio alcanzaron la quinta posición final del Rally Costa del Sol. El primer resultado que sellaron mano a mano, sin saber aún que la temporada siguiente correrían juntos a tiempo completo con Citroën; y mucho menos que, diez años después, conseguirían para la marca de Versalles un triunfo de campanillas en el Rally de Alemania. El primero de los tres que han llegado a festejar juntos en la élite del Mundial Dani y el avezado copiloto que, casi sin conocerlo, abogó por aquel chaval talentoso y bonachón, que, inconscientemente, se estrenó con el equipo de sus sueños disfrazado del ídolo al que veía triunfar de pequeño en los tramos de Cantabria.

Dani y Carlos iniciaron a partir de entonces una prolífica relación que se prolongó durante </p><p>años.
Dani y Carlos iniciaron a partir de entonces una prolífica relación que se prolongó durante </p><p>años.

"Antes del test con el Saxo, me mandaron un mono a casa. Cuando abrí la caja, me quedé sin palabras… Era un mono sin sponsors ni nada, solamente ponía Citroën y Total. Pensé: 'soy piloto oficial, ya no voy a tener que pagar por correr'… Fue uno de los momentos más felices de mi carrera. Poder conservar ese mono es una pasada para mí, lo guardo con mucho cariño", expresa Sordo, que hace poco se llevó una bonita sorpresa rebuscando en su pasado.

"Tenía un parche puesto en el cinturón, un día me entró la curiosidad y lo descosí un poco. Y vi que ponía: 'J.Puras'… Es increíble que el mono con el que debuté en Citroën fuera antes de Chus, uno de los pilotos que más he admirado siempre, y que los dos corriéramos con él. Aquel primer rally con el Saxo fue alucinante… Todavía se me ponen los pelos de punta cuando lo recuerdo", confiesa ahora, en las postrimerías de su carreras, después de casi dos décadas compitiendo al máximo nivel, la versión actual de ese tal Sordo que, un día como hoy de hace 20 años, se hizo oír con la marca que lo lanzó desde muy joven al estrellato.