RUGBY

Trabajar poniendo copas el día siguiente de jugar el Mundial, la cruda realidad del rugby femenino

La selección española de rugby puede conseguir esta tarde el pase directo al Mundial de Inglaterra 2025 con una victoria ante Países Bajos.

Lourdes Alameda con España. /Ferugby
Lourdes Alameda con España. Ferugby
Rodrigo Contreras

Rodrigo Contreras

Con el partido de las Leonas XV ante Países Bajos, hoy a las 18:30h (Movistar+) se cerrará la segunda jornada de la liga mundial WXV3. Antes, a las 16:00h en el mismo The Sevens Stadium de Dubai jugará Fiyi contra Samoa su partido. Un encuentro del que las Leonas XV estarán muy pendientes, ya que una derrota samoana y una victoria española darían el pase directo de las nuestras al próximo Mundial de Inglaterra 2025.

De esta manera, las españolas volverían a una cita mundialista (la séptima) después de su ausencia en el Mundial de Nueva Zelanda 2021.

Aunque el gran objetivo de las Leonas XV es volver a estar en un Mundial, la mayoría de ellas, tendrá que volver a sus puestos de trabajo y estudio (fuera del rugby) al día siguiente de disputar ese hipotético próximo Mundial.

Es el caso de Lourdes Alameda, una de las grandes veteranas del equipo español, que puede llegar a conseguir su tercera participación en un Mundial (Paris 2014 e Irlanda 2017 hasta el momento).

Pequeños avances, mucho por crecer

Alameda, la segunda línea española, será una de las claves para frenar el potencial de la delantera holandesa en el partido de hoy. Hace siete años, tras su participación en el Mundial de Irlanda 2017, Lourdes volvió a España y al día siguiente estaba trabajando para un catering de bodas en Madrid. Tras el servicio durante la comida, hubo tiempo después de trabajar de celebrar su participación mundialista con unas copas, pero la alegría no tapó lo increíble de la situación.

Un día estás defendiendo los colores de España en un Mundial y al día siguiente tienes que trabajar para sobrevivir en un catering.

Lourdes estudió biología (especialidad sanitaria) y tiene un master en seguridad alimentaria, nada que ver con aquel catering post-mundialista. Ahora trabaja en Francia, en un trabajo más adecuado y con mejores condiciones.

Después de siete años mi situación ha mejorado mi situación laboral, ahora es mucho mejor, aunque todavía no es la ideal. Ahora tengo un contrato laboral y trabajo en una empresa de construcción que he conseguido a través de mi club en Francia, el Bobigny, cuenta la delantera de la Leonas a Relevo.

El que en tu trabajo respeten tus horas con el deporte profesional, es un punto bueno, aunque todavía queda mucho más por conseguir en las jugadoras de élite, como este caso.

"Puedo compaginarlo con los entrenamientos y partidos con el club y ahora para disputar este clasificatorio con España he tenido que usar mis días de vacaciones (otras muchas compañeras también están en esta situación). Esperemos que con la clasificación para el Mundial esta situación cambie para hoy, mañana y el futuro", explica la veterana jugadora de la selección.

El camino de la evolución ha sido y es largo. todavía queda mucho por conseguir y Lourdes lo sabe. Es consciente que ya casi no ocurren situaciones totalmente inaceptables como antaño, pero que todavía hay que luchar mucho.

"En España, años atrás, ha habido muchas jugadoras veteranas y capitanas que han luchado mucho y han tenido que enfrentarse a situaciones muy complicadas. A base de luchar contra concentraciones de 10 euros el día, amenazas de no convocarnos etc esto ha avanzado, pero tiene que crecer y evolucionar mucho más en el plano deportivo y económico", cuenta Lourdes con su bagaje de más de una década en la selección.

Un camino lleno de baches

La carrera de una deportista está llena de situaciones complicadas que debe superar. El camino de Lourdes Alameda no ha sido diferente. Lesiones, decepciones y mucho trabajo de cabeza y físico en las recuperaciones, la clave para seguir adelante.

"Cuando perdimos el clasificatorio para Nueva Zelanda fue muy duro, no quería ponerme como objetivo este próximo Mundial. Tras un año con mi club madrileño que me tome para disfrutar y de relax con mi club madrileño, volví a Francia y volvía a cambiar el chip, pero la lesión del pasado año me volvió a meter en un bache", explica.

Pese a su vuelta a Francia, el pasado año las nubes negras de una lesión volvieron a merodear el techo de Lourdes. Tuvo que someterse a una terapia de multitramiento: psicólogo, readaptación, fisioterapia y medicina.

"Tras la terapia de la última lesión me di cuenta que no había curado el trauma de la no clasificación para el anterior Mundial. Había tapado con el deporte y la competición aquel trauma de haber estado cuatro años para luego no conseguir el objetivo. Tenía que tapar ese hoyo, vaciarlo y curarlo, y lo conseguí con ayuda profesional", comenta. 

"Después de superar la lesión del pasado año (una neuropatía cervical que se irradiaba al brazo y que duró nueve meses) si me he visto en el autobús que nos llevaba a la ceremonia de apertura, me he visto poniendo la camiseta del Mundial y saliendo del pasillo para jugar contra Nueva Zelanda y estar enfrente llorando de felicidad", cuenta.

Después de caer, levantarse, volver a caer y volver a levantarse, Alameda tiene claro cuál ha sido su varita mágica para reponerse de los baches y poder esquivarlos para estar hoy, de nuevo, jugándose una clasificación para un nuevo Mundial de rugby.

"Una de las cosas que siempre me ha mantenido siempre activa ha sido focalizarme mucho en el lado positivo y bueno de las cosas", explica

El Mundial está muy cerca, y Lourdes solo piensa en el partido ante Países Bajos, pero, ¿qué pasará después? "Me quiero retirar tras el Mundial para pasar más tiempo con mi gente fuera del rugby. En función de como acabe la temporada, me gustaría estar un año más en Francia, pero todavía no tengo claro. Me gustaría algún día devolverle a mi club todo lo que me ha dado, concluye la jugadora de las Leonas XV", relata.