MUNDIAL DE RUGBY

El desastre mundialista de Australia comenzó con su entrenador marcándose 'un Lopetegui'

Los 'Wallabies' han quedado eliminados en la fase de grupos del Mundial por primera vez en su historia.

Los jugadores de Australia, cabizbajos tras su victoria ante Portugal. /REUTERS
Los jugadores de Australia, cabizbajos tras su victoria ante Portugal. REUTERS
Nacho Encabo

Nacho Encabo

Australia, una de las grandes potencias del rugby mundial, está viviendo sus días más tristes: tras su desastrosa fase de grupos en el Mundial de Francia ha sido eliminada por primera vez en su historia antes de los cuartos de final.

Los wallabies se despiden de Francia tras una actuación para olvidar. Han jugado cuatro partidos, sólo han ganado dos y han terminado terceros del Grupo C después de Gales y Fiyi. Este domingo tenían una esperanza, aunque mínima, de colarse entre los ocho mejores y el milagro estuvo a punto de darse: Portugal derrotó a Fiyi, pero los isleños lograron un punto bonus decisivo que les clasificó a ellos y que certificó la eliminación de Australia.

Lo peor, además, es que Australia jugó su último partido hace una semana y lleva siete días en Francia concentrada pese a tener pie y medio fuera del torneo y no depender de ella. Siete días esperando la guillotina.

Campeones mundiales en 1991 y 1999, además de subcampeones en 2003 y 2015, los australianos llegaron ya al Mundial de Francia con muy malas sensaciones después de no ganar ni un partido en el Rugby Championship -el equivalente al VI Naciones del Hemisferio Sur- de julio. Después volvió a perder en sendos amistosos con Nueva Zelanda y Francia justo antes del Mundial. Iba a ser un Mundial duro, eso estaba claro, pero ni el más pesimista se imaginaba una eliminación en la fase de grupos.

"Pido perdón por los resultados, pero dudar de mi compromiso es demasiado. No voy a contestar esas preguntas"

Eddie Jones Seleccionador de Australia

En su debut en la Copa del mundo venció 35-15 a Georgia, pero en la segunda jornada llegó el primer golpe -una derrota por 22-15 ante Fiyi- y en la tercera cayó aplastada con Gales por 40-6. El pasado domingo venció a Portugal por 34-14 para mantenerse con un hilo de vida, pero ya todo dependía de Fiyi.

Todos los focos apuntan al banquillo

Los rostros de tristeza de los jugadores australianos al término del partido ante Portugal -una selección que le dio más de un susto- era un buen resumen de su paso por el Mundial de Francia. Y si hay un culpable, la prensa australiana lo tiene claro: Eddie Jones, el seleccionador. Él lo asume.

"Si la gente tiene algún problema con los resultados, que vengan a mí", dijo hace unos días. "Si tiene que haber un chivo expiatorio para la Copa del mundo, ese obviamente soy yo. Cuando te conviertes en el seleccionador, asumes esa responsabilidad".

Eddie Jones llevó a Australia a la final del Mundial 2003, en la que cayeron en la prórroga con aquella patada prodigiosa de Johnny Wilkinson, y después dirigió a las selecciones de Japón e Inglaterra -a la que comandó a la final del Mundial 2019- antes de regresar al banquillo de los wallabies en enero de 2023. Pero nada salió como él esperaba desde entonces.

Eddie Jones, durante su partido ante Portugal.  REUTERS
Eddie Jones, durante su partido ante Portugal. REUTERS

La tensión creció además en las semanas previas al Mundial de Francia. Con la expedición australiana ya en suelo galo, Eddie Jones se marcó "un Lopetegui". ¿Se acuerdan de su despido como seleccionador a pocas horas del inicio del Mundial de Rusia tras llegar a un acuerdo con el Real Madrid? Pues Eddie Jones mantuvo una reunión con directivos de la Federación Japonesa para hablar de su fichaje. Según detalla The Sydney Morning Herald, la reunión fue vía Zoom el 25 de agosto, justo dos días antes de que los wallabies cayeran 41-17 con Francia en un amistoso. Pero nada trascendió hasta mediados de septiembre, con el Mundial ya comenzado.

Eddie Jones tiene contrato con la Federación Australiana hasta 2027, pero Japón está buscando un reemplazo para su técnico Jamie Joseph, que dejará el cargo tras el presente Mundial. "No sé de lo que hablas", fue la respuesta de Eddie Jones cuando le preguntaron esta semana en rueda de prensa. El periodista le repreguntó si podía prometer a los aficionados australianos que no se convertiría en el nuevo seleccionador de Japón el año que viene. "Estoy comprometido para entrenar a Australia", respondió el técnico antes de que el jefe de prensa de los wallabies le quitara la palabra al reportero.

Pero ante la insistencia de más periodistas, Eddie Jones se hartó. "Llevo trabajando sin parar desde que he llegado. Pido perdón por los resultados, pero dudar de mi compromiso es demasiado. No voy a contestar esas preguntas". Quizás ya no conteste más preguntas como seleccionador de Australia.