RUGBY

"Ha sido un shock": la historia detrás de los tres despidos en el Silverstorm El Salvador

Sam Katz, Joaquín Domínguez y Mariano Muntaner hablan en Relevo tras su despedido fulminante en la noche del lunes.

Sam Katz, en una celebración con El Salvador. /Cedida
Sam Katz, en una celebración con El Salvador. Cedida
Rodrigo Contreras

Rodrigo Contreras

Eran las últimas horas del lunes cuando a través de un escueto comunicado el Silverstorm El Salvador anunciaba el despido fulminante de tres de los jugadores que más presencia habían tenido en la presente temporada y con los salarios, en el caso de Sam por ejemplo, más altos de la plantilla: Sam Katz, Joaquín Domínguez y Mariano Muntaner.

Estas tres bajas se unían a la también inesperada destitución a principios de noviembre del entrenador del equipo femenino Crealia El Salvador, el neozelandés Harry Semple, cuando el conjunto iba líder de la Liga Iberdrola con cuatro victorias en cuatro partidos disputados. Era la gran sorpresa de la temporada de la máxima categoría del rugby nacional femenino: de recién ascendidas a líderes hasta esa jornada. Tras su despido, el equipo ha bajado hasta la tercera posición de la liga, con dos derrotas consecutivas. Según fuentes cercanas al club, la destitución de Semple se habría producido por un incumplimiento de su contrato y obligaciones en torno a las categorías inferiores y jóvenes promesas.

Los cuatro despidos en el actual campeón de la Copa del Rey han hecho saltar todas las alarmas en el aficionado al rugby, que ha puesto el punto de mira directamente en una de las orillas del Pisuerga. El Chami habla en su comunicado de una "reestructuración de la plantilla" del primer equipo y de "optimizar" su proyecto deportivo. Con estos movimientos, el club vallisoletano podría llegar a ahorrarse cerca de 100.000 euros en un año, una ayuda para las arcas del club chamizo, que no pasan precisamente por su mejor momento.

En Relevo nos hemos puesto en contacto con los protagonistas, tanto jugadores como club, para poder ofrecer todas las visiones de este movimiento que ha dejado en shock a gran parte de la afición. Desde el club han declinado la oferta para hablar y nos han remitido al comunicado. Los jugadores, por su parte, sí que han querido expresar lo vivido.

Katz, con la copa de campeón de Liga en 2016.  JCR Foto
Katz, con la copa de campeón de Liga en 2016. JCR Foto

SAM KATZ

«Es una decisión muy injusta»

El caso del apertura inglés Sam Katz es el más llamativo. De ídolo de la afición a ser despedido por la puerta de atrás a mitad de la temporada. Suya fue la patada con la el Silvertorm El Salvador ganó su última liga, en 2016, en el último minuto. También es campeón de dos Copas del Rey con el club chamizo. Hace unos meses había vuelto a su club con un proyecto de futuro que en la noche del lunes se vio totalmente truncado.

"Me han dicho que ha sido una decisión deportiva. Que el despido llegaba por un bajo rendimiento. Nadie del staff técnico ha hablado conmigo para explicarme la situación. Para mí es una decisión muy injusta, me siento decepcionado y traicionado. Alguien que lleva tanto años en el club... no creo que haya sido la mejor manera de hacer las cosas".

"Me da mucha pena este despido por el amor que tengo al club y a sus aficionados, si no es por esta parte tan sentimental, estaría jugando en Italia todavía. Vine con un proyecto de vida a Valladolid, mi mujer es de aquí, me pagaron el año pasado el curso de entrenador y estaba entrenando a los sub 16. El club me había pintado un futuro dentro del staff para tener una evolución de jugador a técnico en años posteriores".

"Me han dicho mis compañeros que me habían dado avisos en estas últimas semanas, pero a mí esta decisión me ha pillado totalmente por sorpresa, ha sido un 'shock'".

"Estoy muy agradecido al club por los años pasados aquí. Llevo una década como profesional y nunca he vivido esta situación de despido de tres jugadores a la vez en medio de la temporada, en ninguna liga y en ningún club".

"He recibido muchos mensajes de los compañeros de equipo de apoyo. Tras saberse mi despido, me han contactado desde cuatro clubes de División de Honor española, pero necesito algo de tiempo para recuperarme mentalmente de este golpe".

Joaquín Domínguez, con la camiseta de El Salvador.  Cedida
Joaquín Domínguez, con la camiseta de El Salvador. Cedida

JOAQUÍN DOMÍNGUEZ

«Lo peor han sido las formas»

El caso del internacional español Joaquín Domínguez es quizá el más duro. Con la ficha F, de jugador de formación, desde su llegada hace años a España (nació en Argentina pero su abuelo paterno es de una aldea de Pontevedra llamada Chaín), estaba esperando que se terminara de tramitar sus pasaporte italiano para poder profesionalizar su contrato.

"Si me hubiera imaginado algo malo, esto hubiera sido lo último. Estoy triste y enojado, lo peor de todo han sido las formas".

"Solo he hablado con un abogado, el presidente del club y el que se encarga de lo administrativo. Tan solo el presidente me dijo que lo sentía. Decidieron que no querían esperar más. No había interés de buscar otra opción".

"Creo que esto no es una decisión de un día para otro. Si lo tenían pensado de antes que no siguiéramos en el proyecto, podían haber tenido el tacto de dejarme salir tras cumplir los tres partidos ligueros, para por lo menos poder buscar otro equipo. Yo vivo de esto, tengo mi pareja española y mi vida aquí y ahora no puedo trabajar en ningún otro equipo al haber jugado más de tres partidos con ellos".

"Al no llegar el trámite, el club se quería proteger, cosa que puedo entender, pero me ficharon en esta situación. Podríamos haber llegado a un acuerdo para no jugar mientras se arreglaban mis papeles y cuando estuvieran tramitado haber vuelto a jugar. Aunque seas el peor jugador de la historia, hay formas y formas de hacerlo".

Mariano Muntaner, durante un partido con El Salvador.  Cedida
Mariano Muntaner, durante un partido con El Salvador. Cedida

MARIANO MUNTANER

«Nadie me dijo que no estaba gustando mi rendimiento»

El joven argentino Mariano Muntaner es el tercer despido del pasado lunes. Había llegado desde la franquicia paraguaya Olimpia Lions de la SLAR (Superliga Americana de Rugby) con un buen contrato. Tenía un periodo de prueba de tres meses y, según el club de Valladolid, el jugador no lo superó.

"Me avisó el mánager del club de que tenía una reunión y allí junto al presidente y un abogado me dijeron que no había pasado los tres meses de prueba y que querían prescindir de mí en este momento. La idea ahora es volver con mi familia a Tucumán, y al estar en medio de la temporada, esperar a ver si el año que viene puedo volver a la franquicia paraguaya de la liga sudamericana".

"La experiencia estos meses ha sido muy buena en el club, pero nadie me dijo nada de que no estaba gustando mi rendimiento. Me sentía muy cómodo con mis compañeros, con la ciudad y con el grupo".

"No me importaría volver en un futuro a España. El contrato que me ofrecieron era bueno y jugué todos los partidos con el club esta temporada, nunca sentí que no era parte del equipo por eso, esto me ha llegado totalmente por sorpresa".