Los 'valores del rugby' sobreviven en la máxima categoría del rugby español
La imagen viral del estreno de la temporada, fue la de los jugadores del Belenos RC, dejándolo 'como nuevo' el vestuario, tras su partido en Valencia ante Les Abelles.

Mucho se habla de los valores del rugby tanto para ensalzar el deporte cuando ocurre algo bueno y destacable como para atacarlo cuando la imagen que nos llega va totalmente en contra de sus principios. Hace tan solo unos días arrancaba la nueva Liga de División de Honor en España y una de las grandes sorpresas ha sido la del recién ascendido Belenos RC.
La visita de los asturianos a Valencia para enfrentarse a Les Abelles suponía el debut de los de Avilés en la máxima categoría del rugby español. No obstante, no fue esto ni su primera victoria lo que más llamó la atención en las redes sociales: fue el hecho de que dejaran el vestuario visitante del campo de El Río (campo donde se disputó el partido), totalmente limpio y recogido.
Un gesto, unos minutos, que demuestran que la integridad y los valores de este deporte (algo que parece estar en peligro de extinción) aún sobreviven en la Liga. Así explicaban la acción dos de los jugadores de Belenos RC para Relevo, tras un entrenamiento de esta semana.
Una práctica habitual
Este suceso podría tratarse de un hecho aislado, pero no es así. Cada fin de semana se vive a través de diferentes equipos en muchos campos de rugby españoles e internacionales. Ese el camino de la solidaridad, respeto y educación que se da por hecho que viene implícito con cada jugador de rugby y aunque no siempre es así, es el camino a seguir.
En muchos clubes de nuestra máxima categoría es una práctica que siguen en cada encuentro. Por ejemplo, los vestuarios del estadio de La Cartuja en Sevilla presentaban este mismo aspecto tras ganar el Silverstorm El Salvador su octava Copa del Rey hace tan solo unos días. Y para otros muchos equipos forma parte de su rutina habitual.
Un ejemplo vale mas que mil palabras, y esta foto vale su peso en oro. El tema de los valores, tan recurrente para los que aprovechan para criticar, como los que hacen lo mismo para elogiar el rugby, es como en la vida: un problema de educación.