Viaje al fondo del equipo español de Seven

La selección española de rugby seven se prepara para la gran final de este fin de semana en el Civitas Metropolitano, donde intentará mantener la plaza en el circuito Mundial de la World Series. La primera prueba es este viernes ante Chile y Kenia b, el sábado les espera Samoa y la fe puesta en el domingo. El equipo comandado por el seleccionador Paco Hernández llega a la cita madrileña con buenas sensaciones tras los torneos de en Dubái, Ciudad del Cabo, Perth, Vancouver, Los Ángeles, Hong Kong y Singapur, aunque con la necesidad de corregir ciertos errores de los que creen haber aprendido. Sobre todo cuando en algunos de los últimos partidos, se han dejado ir en los últimos tramos y se acabaron escapando encuentros que tenían dominados.

La cita cumbre se divide, por una parte, en los ocho mejores combinados nacionales, tanto masculinos como femeninos, que tras las siete fases anteriores van a jugarse el título. Por otra, los cuatro peores conjuntos de las Series Mundiales (de la 9ª a la 12ª plaza en la clasificación) y las cuatro mejores selecciones de las Challenger Series se enfrentarán para conseguir los cuatro billetes que aseguran la continuidad y así evitar las cuatro plazas que condenan al descenso. Y en esta lucha por la supervivencia están las dos selecciones españolas, tanto la femenina como la masculina. Y apenas unas semanas después, en Mónaco, los chicos se jugarán una plaza en los próximos JJOO de París, aunque intentan no pensar en ello y que la ansiedad no les juegue una mala pasada. Vayamos por partes. Concentrarse en Madrid, entrenar delante de su público y permitir a RELEVO ser testigo de sus rituales de preparación, es la primera.

El conjunto que lideran jugadores como Juan Ramos o Pol Pla, los más veteranos, se combinan con jóvenes ya no son únicamente el futuro del Seven español, sino el presente de esta modalidad olímpica que no deja de crecer y asentarse entre selecciones como Argentina, Australia, Francia, y países con más tradición y preparación que el nuestro. Continuar formando parte del circuito mundial es crucial para ello, teniendo en cuenta que es la principal fuente de recursos económicos que permiten que sean, desde entonces, profesionales de este deporte, puedan vivir de ello, obtener ayudas para residencia, lugares de concentración, cuidados nutricionales, físicos, médicos, etc. Y es que, hasta hace no mucho, tenían que compaginar con otros oficios, lo que dificulta poder entrenar doble y triple sesión diaria como acostumbran, y asistir a los torneos continuos que se disputan en los cinco continentes.

Viajar por el mundo es parte del éxito de este equipo. La convivencia, la conexión que han creado en un grupo de deportistas que se muestran como amigos, una camarada llena de anécdotas y secretos que se animan a compartir con Relevo.

Paco Hernández, el seleccionador español desde enero de 2023, sigue acelerando la preparación de los que hasta no hace mucho, eran sus compañeros: "Hemos trabajado todo lo que estaba en nuestras manos, tenemos un plan de partido para cada rival, con jugadas muy trabajas, los saques… de lo más contento es la actitud y compromiso de los compañeros, lo concienciados que están, este torneo tiene más presión y relevancia porque implica mantenernos al máximo nivel".

De lo que se siente más satisfecho es "de haber aprendido a competir al máximo nivel, con paridos muy igualados donde se ven las carencias, bajo presión y con mucha intensidad y e equipo no ha estado tan fino, lo hemos trabajado en la ultima parte para estar muy metido los 14 minutos".

Hoy, desde el otro lado, Paco también sigue aprendiendo en su nuevo rol: "Lo más complejo para mí es dar la información adecuada y encender la bombilla a cada uno, que salgan enchufado y que todos estén contentos", reconoce.

Se siente orgulloso de la concentración de sus jugadores. Se juegan mucho en esta serie final, pero en unas semanas en Mónaco volverán a jugarse incluso una plaza en los próximos JJOO: "Ahora mismo estamos pensando en el Civitas, luego veremos en qué situación estamos, queda una plaza en el repechaje. Como jugador lo conseguimos contra Samoa en el último minuto, ojalá vuelva a vivir aquella emoción, fue con Matías Tudela que me está echando una mano. El lunes, si me preguntas, sólo te hablaré de Mónaco".

Se queda con el sabor que le dejó la victoria ante Fiji, y con ese quiere que salgan a la cancha los chicos este viernes. "Fue en el torneo en Los Ángeles en cuartos, cuando nos metimos por primera vez en la historia en las semifinales de una serie mundial. Remontamos un 19-0, ahí salió el carácter del grupo. También que quedo con el torneo de Singapur de la pasada temporada, estaba Uruguay entre los 8, nosotros un poco cabizbajos el primer día… Pero el segundo día sacamos los tres partidos adelante. Fue impresionante", y eso es lo que espera Hernández de sus chicos en el Civitas.

Carácter, concentración y confianza. Todos coinciden en que son las tres bazas que más han mejorado, lo que no les ha matado y les han hecho más fuertes. Sueñan alto. Allí donde merecen seguir.