Carlos Alcaraz vuelve a un terreno pantanoso que parecía olvidado: "Que no sea una rotura"
El murciano se hará pruebas este lunes después de sufrir molestias en el muslo derecho durante la final del Godó. Su debut en el Mutua Madrid Open será viernes o sábado.

En el inicio del segundo set, Carlos Alcaraz se acerca hacia la jueza de silla y solo pronuncia una palabra. "Fisio", dice con cara de pocos amigos. El murciano ha notado un pinchazo en la cara interna del muslo derecho que no tiene buena pinta. "Es cuando voy para adelante y cuando tengo que apoyar y tirar para el revés", le explica al fisioterapeuta de la ATP para, acto seguido, abandonar la pista acompañado por Ángel Ruiz-Cotorro, el jefe de los servicios médicos del Conde de Godó.
Al cabo de pocos minutos, el tenista regresa a la pista y completa a duras penas la final, en la que termina cayendo 7-6 (8-6) y 6-2 frente a un Holger Rune pletórico. "Hubo dos carreras en las que noté algo en la zona del abductor o psoas derecho. Si notas molestias, se encienden las alarmas. Es difícil mantener el foco en el juego, te preocupas más por el físico y la salud, y me costó mantener el nivel", indicaba Alcaraz un rato después en rueda de prensa. "Creo que serán dos días de descanso... Vamos a hablar con mi equipo, a hacer pruebas, confío en que no me perjudicará para Madrid".
Desde este lunes número tres del ranking mundial, Alcaraz se someterá hoy a una resonancia magnética para ver el alcance de la lesión. Y de su resultado dependerá si podrá estar o no en el Mutua Madrid Open, que se disputa en la Caja Mágica hasta el domingo 4 mayo. Si el diagnóstico le permite jugar, Carlitos tendrá unos días de descanso antes de debutar, ya que está exento de la primera ronda en Madrid y no jugará hasta viernes o, incluso, sábado. "Lo importante es que no vaya a más, que no sea una rotura fibrilar", deseaba Álex Corretja en los micrófonos de Movistar+ después de la final.

El historial médico de Carlos Alcaraz
Una lesión nunca pilla en un buen momento, pero desde luego que el timing de estas molestias pone a Alcaraz en una situación muy compleja: en plena temporada de tierra batida, a las puertas del Mutua Madrid Open, donde el año pasado no pudo rendir al 100% por una lesión en el antebrazo, y a un mes vista de Roland Garros, donde defiende título. Forzar para poder triunfar en Madrid y recortar distancias con Jannik Sinner y Alexander Zverev en el ranking mundial le puede salir muy caro.
"Jugar Montecarlo y llegar con pocos días a Barcelona siempre es complicado. Me rindo a los pies de Rafa Nadal, lo que hizo semana tras semana"
Este terreno pantanoso, el de los percances físicos, parecía ya olvidado para Alcaraz. En sus primeros años en el circuito, el pupilo de Juan Carlos Ferrero sufrió alguna que otra lesión y no conseguía mantenerse sano durante largas temporadas. Sin embargo, ahora había logrado estar prácticamente un año completo sin tener que parar. Desde la lesión en el antebrazo derecho de la primavera de 2024, cuando tuvo que renunciar a Montecarlo, Barcelona y Roma, Alcaraz ha estado libre de problemas físicos.
Sin embargo, la exigencia de la gira de tierra ha terminado pasándole factura: la final ante Rune era su décimo partido en apenas 12 días entre Montecarlo y Barcelona. "Haber jugado tantos partidos sin descanso es lo que tiene", argumentaba el domingo por la tarde en la ciudad condal. "No pensaba en eso, pero sí sabía que sería duro y exigente. Tenía la fe de jugar un buen tenis, que creo que lo he hecho. Esto es exigente, debes dar tu 100% cada día. Jugar Montecarlo y llegar con pocos días a Barcelona siempre es complicado. Me rindo a los pies de Rafa Nadal, lo que hizo semana tras semana", añadió. Y se olvidó de algo: Nadal no solo lo hizo semana tras semana, sino año tras año.