Una broncoconstricción pulmonar, la última amenaza para Alexander Zverev: "No podía respirar en la pista"
El alemán, diabético y que se rompió el tobillo hace un año, lleva varias semanas medicándose por una "broncoconstricción inducida por el ejercicio".

Turín.- Alexander Zverev lleva muchos años siendo uno de los mejores tenistas del mundo. Ha ganado 21 títulos, entre ellos dos ATP Finals y cinco Masters 1000, ha llegado a ser el número dos del ranking y cuenta con 11 victorias ante los miembros del 'Big Three'. Sin embargo, en los últimos tiempos ha sido más protagonista por problemas físicos que por los títulos.
En Roland Garros 2022 se rompió el tobillo durante su partido de semifinales ante Rafael Nadal, abandonó la pista central entre lágrimas y postrado en una silla de ruedas. Estuvo después seis meses sin poder competir por culpa de esa lesión y en este 2023 ha recuperado su mejor nivel, clasificándose incluso a unas ATP Finals en las que ha debutado con victoria frente a Carlos Alcaraz.
No obstante, en junio de 2023, otra vez en Roland Garros, su cuerpo volvió a ser noticia. Esta vez no fue por una lesión, sino por la diabetes que sufre desde que tiene tres años. Nunca había tenido problemas para inyectarse insulina durante los partidos, pero en el Grand Slam francés le pidieron que no lo hiciera y ser armó una buena. "Si no lo hago, mi vida corre peligro", se quejó el tenista de Hamburgo.
"Aquí me tengo que ir fuera de la pista y durante mi último partido me dijeron que me tenía que contar como un toilet break, pero les dije: 'Chicos, vamos, solo tengo dos toilet breaks por partido y en un partido a cinco sets a lo mejor me tengo que inyectar cuatro o cinco veces'. Les he dicho que esto no puede ser porque no me están permitiendo hacer algo que es necesario para mi bienestar, para mi vida", argumentó entonces el jugador de 26 años. La organización de Roland Garros finalmente dio marcha atrás y el jugador pudo inyectarse en los cambios de lado.

Una broncoconstricción pulmonar en la gira asiática
Olvidado aquello, en la recta final de este 2023 su organismo le ha vuelto a jugar una mala pasada. Tras ganar a finales de septiembre el título en Chengdu, uno de los primeros eventos de la gira asiática, empezó a notar algo raro a la hora de respirar. No sabía si era por el resfriado que tenía, por un virus o por cualquier otro asunto. Hasta que los médicos, en Pekín, dieron con la clave.
"Tenía algo en los pulmones, se llama asma inducida por el ejercicio", ha revelado estos días Zverev en una entrevista con el periódico alemán 'Bild'. Esa patología es una broncoconstricción pulmonar que lo que hace es cerrar las vías respiratorias, dificultando la entrada de oxígeno en el cuerpo. Se suele tratar con medicamentos broncodilatadores, como el famoso ventolín.
"En Pekín, justo después de Chengdu, estuve enfermo. Aunque también estuve resfriado, me sentí medianamente bien. Después mejoré del resfriado, pero sentía que no podía respirar en la pista", contó Zverev en el diario germano.
El doble campeón de las ATP Finals alcanzó las semifinales en Pekín, pero después tuvo un bache de juego y cayó en las primeras rondas de Shanghai y Tokio, hasta el punto de que su puesto en la Copa de Maestros estuvo en peligro. Pero ahora la broncoconstricción ya es cosa del pasado. "Ahora me siento genial otra vez. Tengo que tomar la medicación hasta mediados de diciembre y después espero que todo esté bien".