TENIS
Las mil vidas de Auger-Aliassime, el rival de Nadal en las ATP Finals
De padre togolés y madre canadiense, este tenista de apellido musulmán está entrenado por un francés y tiene de asesor a Toni Nadal. A sus 22 años, está en el mejor momento de su vida.
"Con ese revés no puedes aspirar a ser top cinco".
Félix Auger-Aliassime estaba en el vestuario del US Open cabizbajo y enfadado. Acababa de perder en la segunda ronda sin ganar un solo set. En situaciones así, muchos entrenadores optan por sacar lo positivo, pero lo que escuchó el tenista canadiense fue una buena dosis de realidad.
El que hablaba era Toni Nadal, su consejero, la voz de la experiencia. Dos meses después, Aliassime es otro: ha levantado tres títulos, ha ganado partidos de máximo nivel ante jugadores como Novak Djokovic, Carlos Alcaraz o Holger Rune, y ha llegado a las ATP Finals con el traje de los favoritos.
Su impresionante racha no es consecuencia directa de las palabras de Toni Nadal en Nueva York. Pero aquel episodio sí es el reflejo de lo que es y quiere ser Auger-Aliassime. Es un jugador que ansía mejorar, que acepta todas las críticas y que quiere escuchar todo lo que le tiene que decir uncle Toni. "Félix sabe escuchar", asiente el tío del campeón de 22 Grand Slam.
"Toni es mentor y asesor, después de cada partido hablamos durante horas sobre los aspectos de mi tenis que necesito mejorar. La mentalidad ganadora de Rafa viene de Toni", ha señalado esta semana el canadiense en una entrevista con Il Corriere della Sera.
Toni explica la mejoría de Auger-Aliassime
El canadiense de 22 años está ahora en el mejor momento de su carrera. Está sexto del ranking mundial tras encadenar las coronas de Florencia, Amberes y Basilea. Todas en pista dura techada, la mismas condiciones en las que se enfrenta este martes a Nadal en la segunda jornada de las ATP Finals.
¿Qué ha ocurrido con Félix? "Ha cambiado y ahora tiene un poco más de tranquilidad y más control de la pelota", analiza Toni Nadal. "Antes era un jugador que tenía muy buenos golpes, pero había un cierto descontrol en el juego. Era capaz de pegar grandes golpes, pero yo le veía y le decía: 'No sé si la tiras dentro, fuera o a la luna'. Ahora se ha estabilizado un poco más y ha subido su nivel. Nunca te hace un desastre, que es lo que hacen todos los buenos del mundo".
Una vida con mil aristas
Auger-Aliassime nació en Montreal el 8 de agosto -el mismo día que Roger Federer- del año 2000, hijo de un emigrante togolés, Sam Aliassime, y de una francocanadiense, Marie Auger. "Soy hijo de dos culturas y dos religiones, musulmana y católica: llevo esta diversidad por todo el mundo", afirma orgulloso el jugador, que ha iniciado un proyecto para ayudar a gente necesitada en el norte de Togo.
Su padre emigró de Togo en busca de una vida mejor y fue el que le metió a su hijo el gusanillo por el tenis. De hecho, fue su entrenador hasta que el pequeño Félix empezó a despuntar y en casa entendieron que necesitaban un técnico profesional. El resultado se vio pronto: alcanzó el número dos del ranking júnior y ganó en 2016 el US Open de la misma categoría.
Dueño de una educación exquisita, en el circuito bromean con ello y algunos han empezado a llamarle Oxford, porque habla como si hubiera estudiado algo importante en dicha universidad. "Es muy educado y es muy buena gente", completa Toni Nadal, que ejerce de consejero mientras que Frederic Fontagne, francés, tiene el cartel de entrenador principal.
Toni Nadal verá este martes el partido en el box de Félix, aunque lo hará con el corazón dividido. De lo que no tiene dudas es de que su pupilo tiene la determinación por ser cada día mejor. Y eso es lo que le gusta a un entrenador.
"Para mí el éxito no es un tema de dedicación, sino la voluntad de mejorar, de querer cambiar lo que haces mal", reflexiona. "¿Por qué gana la gente? ¿Por qué la gente va bien en lo estudios? Por un extra de atención. Y eso es voluntad. Yo le decía el otro día: '¿Dónde está la diferencia entre el Big Three y el resto? En que estos ganan cuando juegan mal y a vosotros os cuesta más ganar cuando jugáis mal. Las cosas no van siempre bien'".
Auger-Aliassime está encantado con las charlas que mantiene asiduamente con Toni. Sabe que cada día es mejor tenista y que todavía no ha tocado techo. Esta semana en Turín puede escalar un par de peldaños más: "Al final tienes que creer en el proceso y en tu trabajo, pero también tienes que subir el nivel ante los desafíos. Tuve que subir una pared después del US Open para poder estar aquí. He mostrado mucho carácter".