Bublik y su show remontan un 0-40... ¡con seis saques a cuchara!

Aleksandr Bublik o el show hecho tenista. El particular deportista ha vuelto a dejar una imagen para la posteridad en su duelo de semifinales en el ATP de Lyon contra el francés Mpetshi Perricard e increíblemente salió bien parado de ella. Con 3-1 abajo en el primer set y ya habiendo cedido su servicio, el kazajo parecía tirar definitivamente la manga con 0-40 abajo en el quinto juego.

Parecía tirarlo porque entonces recurrió a su particular servicio a cuchara que suele despistar y enfadar a sus adversarios de igual forma. Bublik, desde luego, asumió un enorme riesgo, ya que si su rival se lo espera y llega holgadamente, prácticamente tiene el punto perdido. De tal forma, con tres bolas de break en contra, era una auténtica temeridad.

Acaba salvando la primera en contra, con un servicio muy ajustado a la línea al que Mpetshi llegó con apuros. Consiguió ponerlo en pista, pero dejó demasiado espacio para que Bublik sumara el primer punto a su casillero. Como le había salido bien, por qué no repetir. Con el 15-40, el siguiente punto se resolvió de la misma forma. Cuchara, llega forzado su rival y passing para estar ya a un único punto de salvar los muebles.

Tras dos consecutivos y perdiendo ya el factor sorpresa, lo más natural es que Bublik sirviera con potencia para conseguir el iguales. De hecho, el kazajo tiene uno de los mejores saques de todo el circuito, motivo más que suficiente para confiar ciegamente en su fortaleza. Pues no. Vuelve a repetir su servicio a lo cucharita, cercano a la línea. Esta vez, Mpetshi llega mal y tarde y choca contra la red...

Cuestión de vicio, Bublik lo repite con el iguales y su rival, que ya se lo olía, le responde con un resto espectacular, un ganador. Con ventaja para el kazajo, de nuevo la misma historia. Y otro resto ganador para ahuyentar la estrategia. Por sexta vez en el juego, el cabeza de serie número 2 de Lyon saca a cuchara y, ahora sí, consigue cerrar un servicio que se recordará por mucho tiempo.

El festival, finalmente, no sirvió de nada. Bublik acabó cediendo el set por 6-4 y el segundo por 7-5, cayendo en las semifinales de Lyon, otro torneo de tierra batida que hombres fuertes del circuito utilizan como preparativo para Roland Garros. En la otra eliminatoria, Etcheverry logró el triunfo ante Darderi. Con la despedida, Bublik ya se centra en el segundo Grand Slam de la temporada, donde cada punto resulta trascendental. Quién sabe si se atreverá de nuevo a exhibir sus cucharitas. De momento, el calentamiento deja de nuevo en evidencia su gusto por las excentricidades. Decidió, y le salió bien, que la mejor forma para remontar un 0-40 eran seis saques de lo más particular...