TENIS

Lo que está ocurriendo sin Jannik Sinner es una mala noticia para Carlos Alcaraz y una bendición para el tenis

Novak Djokovic felicita a Jakub Mensik tras la final del Masters 1000 de Miami. /AL BELLO / GETTY IMAGES NORTH AMERICA
Novak Djokovic felicita a Jakub Mensik tras la final del Masters 1000 de Miami. AL BELLO / GETTY IMAGES NORTH AMERICA

Cuando la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) anunció el 15 de febrero el polémico pacto con Jannik Sinner, arrancaron tres meses clave para Carlos Alcaraz en su pelea por recuperar el número uno del ranking mundial. Tres meses con el italiano apartado, tres meses para sumar y recortar distancias, tres meses para demostrar a tu gran rival que cualquier ausencia o cualquier bajón van a ser castigados, tres meses para volver a una posición que no pisa desde septiembre de 2023.

Superado ya el ecuador de la suspensión de Sinner -no podrá volver a competir hasta el 4 de mayo-, hay una cosa clara: cuando el italiano reaparezca delante de los suyos en el Masters 1000 de Roma, lo hará como líder de la lista mundial. Ni Alcaraz ni Alexander Zverev han aprovechado la oportunidad de asaltar la primera plaza. El 15 de febrero, cuando la AMA comunicó que había llegado a un acuerdo con Sinner por su doble positivo por clostebol, el de San Cándido mandaba con 11.830 puntos, por los 8.135 de Zverev y los 7.510 de Alcaraz. En la última actualización, publicada este lunes, Sinner tiene 10.330 unidades y apenas ha perdido terreno: Zverev continúa segundo con 7.645 y Alcaraz, tercero con 6.720.

Sinner sobre su caso de dopaje. Relevo

En las próximas semanas, Sinner perderá 600 puntos más (400 por las semis de Montecarlo y 200 por los cuartos de Madrid), pero los 9.730 con los que reaparecerá en su casillero son inalcanzables ahora mismo para Zverev y Alcaraz. Sin embargo, esa oportunidad perdida Carlitos -que en estas semanas ha firmado cuartos de Doha, semis de Indian Wells y segunda ronda de Miami- es un asunto menor en comparación con lo verdaderamente importante de la ausencia de Sinner: el despertar de una generación de jugadores que amenaza con derribar la puerta y colarse en medio de una rivalidad llamada a coger el testigo del Big Three.

Desde el 15 de febrero, hemos asistido a la coronación de Joao Fonseca (18 años) en Buenos Aires, al éxito de Jack Draper (23) en Indian Wells y, por último, al petardazo de Jakub Mensik (19) en Miami. Nada es casualidad: las nuevas generaciones llegan hambrientas y están demostrando que van a aprovechar cualquier grieta que dejen los de arriba para dinamitarlo todo.

Esos tres ejemplos son una seria advertencia para los Alcaraz, Sinner y compañía. Cuando muchos aficionados ya se imaginaban una rivalidad de leyenda entre el español y el italiano, a la mínima que desaparecen o bajan el nivel emergen nuevos rostros. Algunos cuentan ya con el aplauso de todo el establishment del tenis mundial, como el caso de Fonseca. Otros, en cambio, llegan con sigilo y en la sombra, como Mensik. El checo, una torre de 193 centímetros con un saque y una velocidad de piernas acordes a los nuevos tiempos, tiene todo lo que necesita un tenista para mirar a los ojos a cualquiera. Y viene con un desparpajo y una confianza que asustan.

"El primero de muchos", escribió el tenista de Prostejov el domingo por la noche en la cámara del Masters 1000 de Miami después de tumbar al mismísimo Novak Djokovic por 7-6 (7-4) y 7-6 (7-4). Acababa de ganar su primer torneo ATP, todo un Masters 1000, y su cabeza ya se iba al futuro. Hay que ser osado y tener mucha fe en uno mismo para lanzar semejante mensaje al mundo del tenis. Como cuando Alcaraz decía sin paños calientes que él había llegado para luchar algún día por ser el mejor tenista de la historia.

Al tenis como industria le viene de perlas que Sinner y Alcaraz encuentren problemas en la Next Gen. Los Fonseca, Draper y Mensik son solo tres nombres, pero no hay que olvidarse de Holger Rune, Arthur Fils, Alex Michelsen, Juncheng Shang o Learner Tien. Es una bendición. Sangre nueva con el cuchillo entre los dientes. Sinner y Alcaraz están advertidos. Ya no están solos.

La gira de tierra le ofrece a Carlitos una buena oportunidad para pararles los pies a los nuevos y para mandarle un mensaje a Sinner. Montecarlo, Barcelona, Madrid, Roma y Roland Garros -las tres primeras paradas con el italiano todavía suspendido- prometen emociones fuertes.