Los gritos de Rublev en la cara del juez de línea le expulsan del Top-5 de la ATP y se abre el debate: "Se tiene que cambiar la norma"

Andrey Rublev tenía una responsabilidad, la de llegar a la final de Dubai y conseguir así igualar su papel de la pasada temporada. Con eso, además de la oportunidad de lograr un título, hubiese conseguido mantenerse en el top 5 de la ATP. Era un partido que tenía que ganar, contra Bublik, un kazajo de 26 años situado en el número 23 del ranking. No pudo lograrlo, pero no tanto por el empuje de su rival como por su incapacidad para mantener la cabeza fría.

El juez de línea cantó una bola fuera y Rublev, que estaba por detrás en el tercer set si perdía ese punto, se colocó delante de él, se agachó y gritó en diversas ocasiones. Con la mano abría los dedos para indicar lo que, según él, era la distancia por la que se había marchado la bola en cuestión.

En la pista apareció el juez árbitro para mandarle al vestuario y quitarle así la posibilidad de ganar el partido. En la conversación, el regidor del torneo aseguró que había hablado en ruso con malas palabras e incluso llamó a un oficial a la pista para argumentarlo. Él negó lo ocurrido y aseguró no haber siquiera hablado en esa lengua.

Algunos jugadores, como Alejandro Davidovich, se pusieron del lado de Rublev, que es bastante popular en el circuito, considerando que el línea se había equivocado gravemente y eso podía justificar la mala respuesta del ruso. "Es muy injusto descalificar a Rublev sin estar seguros primero de que el juez de línea estuviese acertado. Se tiene que revisar y cambiar la norma. Es vergonzoso, necesitamos VAR en el tenis", reaccionaba en X el tenista español.

La escena fue todavía más llamativa cuando se acercó por allí Bublik, que se veía ganando por las buenas, y conminó al árbitro a seguir con el partido. Su rival quería jugar, pero la decisión ya estaba tomada, el carácter en ocasiones irascible del ruso -que en una ocasión previa fue expulsado tras propinar un pelotazo a un línea- le va a apartar de la posibilidad de mantenerse por el momento entre los cinco mejores de la ATP.

En relación al pasado año perderá 120 puntos, por no lograr meterse en la última ronda, suficientes para que le supere Zverev en la clasificación mundial. Su posición de privilegio desaparece sin necesidad de perder contra el rival.