MUTUA MADRID OPEN

Los cuatro consejos de Toni Nadal a Aliassime, finalista por sorpresa en Madrid: "No sé si la tiras dentro o a la luna"

Auger-Aliassime, asesorado por Toni desde 2021 hasta hace unas semanas, busca este domingo ante Rublev su primer Masters 1000.

Toni Nadal habla con Felix Auger-Aliassime durante el Mutua Madrid Open 2022. /Oscar J. Barroso / Europa Press
Toni Nadal habla con Felix Auger-Aliassime durante el Mutua Madrid Open 2022. Oscar J. Barroso / Europa Press
Nacho Encabo

Nacho Encabo

Después de abandonar el banquillo de Rafael Nadal a finales de 2017, Toni Nadal se dedicó a dirigir la Academia que había abierto su sobrino en Manacor un año antes. Sin embargo, una llamada a principios de 2021 le devolvió al circuito. El que estaba al otro lado del teléfono era Frederic Fontagne, entrenador de Félix Auger-Aliassime. El jugador canadiense vivía ya por entonces instalado en el top 20 de la ATP, pero como no conseguía dar el salto definitivo -y calidad tenía para ello-, su técnico decidió contactar con uncle Toni.

Los caminos de Toni y FAA -como se le conoce a Auger-Aliassime en el mundillo del tenis- se unieron en abril de 2021. El español ejerció de asesor permanente y además le acompañó en algunos torneos determinados hasta que hace pocas semanas el canadiense decidió sustituir a Toni por su padre, tal y como ha confirmado el propio tenista este jueves en el Mutua Madrid Open.

Su padre se unirá a Fontagne, que sigue siendo su entrenador principal y el que se sentará este domingo en su box de la Caja Mágica para ver el gran día de Auger-Aliassime. El canadiense se enfrenta a Rublev en su primera final de un Masters 1000, justo en un momento en el que nadie daba un duro por él. Lleva mucho tiempo sin encontrar su juego y de repente se le ha abierto el cielo en Madrid. Eliminó en octavos a Casper Ruud, el jugador más en forma en tierra batida, en cuartos no tuvo ni que saltar a pista por la retirada de Jannik Sinner. y su partido de semifinales duró apenas media, lo que tardó Lehecka en retirarse por un problema de espalda.

Las directrices que marcó Toni Nadal

Cuando Toni y Aliassime se juntaron por primera vez, el técnico balear quiso ser muy sincero con él. El jugador tenía un talento descomunal y una derecha portentosa, pero era bastante desordenado. "No sé si la tiras dentro, fuera o a la luna", le dijo Toni en aquella reunión, en la que el canadiense escuchó cuatro consejos de su nuevo entrenador.

"Fallas demasiado", señaló Toni. "¿Y por qué fallas? Porque no le das suficiente altura a la pelota. La pelota a veces te va recta, toca la red o te cae. Tenemos que jugar con más altura".

El segundo consejo fue que se cubriera más con la derecha y evitara el revés, su gran punto débil. "Todo lo que puedas pegar con el drive, no le pegues con el revés. Eso hará que seas más agresivo y además tendrás mejor juego de pies". Después le dijo: "Cuando vas a la red, tienes que ir mucho más rápido, no puedes ir con tan poca decisión".

Y el último consejo fue sobre la movilidad. "Es fundamental tener un buen trabajo de pies y tú estás acostumbrado a jugar mucho en la misma línea. Yo a Rafael le hacía entrar y salir todo el tiempo, eso te obliga a moverte más".

Siete meses después de empezar a trabajar con Toni, Aliassime alcanzó por primera vez el top ten del ranking mundial y después tuvo un 2022 para el recuerdo: ganó cuatro títulos ATP, además de la Copa Davis, y cerró el curso como número seis del mundo, su techo hasta el momento. Aliassime por fin estaba donde muchos le colocaban: en la crème de la crème.

Sin embargo, su trayectoria desde aquel final de 2022 a bombo y platillo ha sido bastante regular: 38 victorias, 29 derrotas y un descalabro en el ranking. Ahora mismo, FAA ocupa el puesto 35 de la ATP, su peor clasificación desde hace cinco años. Si gana el título en Madrid tiene asegurado saltar hasta el 17º lugar.

Una vida con mil aristas

Auger-Aliassime nació en Montreal el 8 de agosto -mismo día que Roger Federer- del año 2000, hijo de un emigrante togolés, Sam Aliassime, y de una francocanadiense, Marie Auger. "Soy hijo de dos culturas y dos religiones, musulmana y católica: llevo esta diversidad por todo el mundo", afirma orgulloso el jugador, que ha iniciado un proyecto para ayudar a gente necesitada en el norte de Togo.

Su padre emigró de Togo en busca de una vida mejor y fue el que le metió a su hijo el gusanillo por el tenis. De hecho, fue su entrenador hasta que el pequeño Félix empezó a despuntar y en casa entendieron que necesitaban un técnico profesional. El resultado se vio pronto: alcanzó el número dos del ranking júnior y ganó en 2016 el US Open de la misma categoría.

Dueño de una educación exquisita, en el circuito bromean con ello y algunos han empezado a llamarle Oxford, porque habla como si hubiera estudiado algo importante en dicha universidad.