CONDE DE GODÓ
La curiosidad por ver al hermano de Alcaraz abarrota la pista 2 del Conde de Godó con Carlos de espía: "A ver cómo le da a la bola"
Su debut en el torneo Sub-14 levantó la expectación de los espectadores mientras Carlos firmaba autógrafos fuera.
El primer partido de la jornada en el Real Club Tenis de Barcelona era el de un Alcaraz. No Carlos, que hasta las 16:00 -en la pista Rafa Nadal- no se batirá en duelo con Alex de Miñaur en busca de las semifinales del torneo absoluto del Barcelona Open Banc Sabadell-Conde de Godó. Era su hermano Jaime, de apenas 14 años, quien se estrenaba en este torneo y coincidía con su hermano en el primer torneo.
A esa edad, los tenistas se están formando y, aunque muestra habilidades y destreza, hay que ir con los pies de plomo habituales. El propio Alcaraz, el mayor, el número 2 del mundo y ganador de cuatro Grand Slams, puso cordura el pasado mes de octubre con las expectativas generadas sobre su hermano: "Yo solo quiero que la gente, que las redes, le dejen en paz. Estoy un poco preocupado, preocupado de que haya gente que vaya a verlo en los torneos solo por ser mi hermano y le van a presiona".
Por lo visto en el Conde de Godó esa expectación es una realidad. El reloj llegaba a las 10:30, la hora del comienzo del encuentro, y había colas en la pista 2 del torneo, junto a la casa club de los jugadores y la zona de prensa, donde había más espectadores de los habituales para presenciar la categoría sub-14. Habitualmente quienes lo presencian son los familiares y gente del tenis, algunos curiosos, pero aquí en este caso las gradas se llenaron y gente esperaba a pie de las escaleras. "Vamos a ver cómo le da a la bola", explicaban unos jóvenes esperando acceder.
Curiosamente, mientras el hermano pequeño jugaba en la pista, justo en la parte exterior su hermano pasó por allí y se generó el habitual revuelo pidiendo autógrafos. Después, subió a la terraza para poder ver el encuentro de su hermano hasta las 12:00, que era la hora de su entrenamiento. A escasos metros, se jugaba el pase a semifinales del torneo ante Tim Franco (al que acabó ganando por 6-2 y 6-2) y espiaba un ambiente generado por su apellido y por la curiosidad de los espectadores barceloneses. Ya por la tarde, Alcaraz mayor valoró al pequeño: "No me pregunta mucho, le pregunto qué torneo jugará, y le digo que mucha suerte. Le pregunto más a mi padre, que es el que lo sigue y el que lo ve más a menudo. Está mejor, o estancando. Me ha sorprendido el nivel que tiene, más dejadas que la cuenta, no se a quien ha salido eso. Intento verlo, intenté venir antes para verlo. Quiero verlo cada vez que puedo, me intentaré escapar", dijo.
"Ojalá que siga adelante, le pregunto cómo le va, cómo lo ve.... coge buen nivel, pero lo importante es que le encanta el tenis. Y eso es lo que necesita. No sé hasta dónde ni nada, solo le deseo lo mejor. No la siento, sino al revés. Tengo ganas de que vaya a entrenar y mejore", finalizó.
Carlos Alcaraz junto a su equipo viendo los primeros pasos de Jaime Alcaraz en el torneo sub 14 del @bcnopenbs pic.twitter.com/0Ca0Lu5MO9
— Oscar Belloch De Miguel (@belloco_99) April 18, 2025
Hay un cierto miedo a la ola que genera Carlos Alcaraz, que provoca situaciones cómo la vivida este viernes en el Conde de Godó con su hermano. A diferencia de Jaime, Carlos se desarrolló sin tanta expectación hasta que no debutó en torneos profesionales, cuando ya su nombre empezó a sonar con fuerza como posible sustituto de Rafa Nadal. Ahora Jaime, por su apellido, despierta curiosidad dónde vaya. "Tenemos que tener todos un poco de tranquilidad", añadía Albert Molina. "Tenemos que dejarlo que juegue como un niño de 14 años, que disfrute, que vaya cubriendo las etapas como cualquier otro niño y a partir de ahí en el futuro pues veremos qué pasa", dijo Albert Molina en TVE este jueves. La búsqueda de su hermano en las redes sociales y en Google ya generan multitud de artículos, y eso que todavía tiene 14 años... Su Instagram, con solo nueve publicaciones, ya cuenta con 48.000 seguidores.