CONDE DE GODÓ

El Davidovich más inestable cierra con tensión, un abrazo y un perdón su concurso en el Conde de Godó: "Esto parece Marrakech"

El malacitano cayó ante Kachanov tras desperdiciar un 2-5 en el segundo set y acabó contrariado por no seguir en Barcelona.

Davidovich, durante el encuentro ante Kachanov que lo ha apeado del Conde de Godó. /GETTY
Davidovich, durante el encuentro ante Kachanov que lo ha apeado del Conde de Godó. GETTY
Alberto Martínez

Alberto Martínez

Después del Masters 1000 de Montecarlo en el que alcanzó las semifinales y tuvo buena parte del partido a Carlos Alcaraz contra las cuerdas, la versión más inestable de Alejandro Davidovich (nº30 ATP) se ha visto este viernes en el primer duelo de cuartos de final del Barcelona Open Banc Sabadell-Conde de Godó. Iba a ser un partido equilibrado ante el ruso Kachanov (nº 28 ATP), con un balance de 2-1 a favor del español, quien tuvo la posibilidad de forzar el tercer set, pero se deshizo como un azucarillo al desperdicir un 5-2 a favor y perder cinco juegos consecutivos (6-4 y 7-5).

El malacitano había advertido antes del Godó que llegaba "resfriado", pero que se sentía más "maduro en su juego". Y con esa sensación se va de Barcelona, "contento" del rendimiento que ha dado pese al traspiés: "Después del partido tenía mucha rabia, a nadie le gusta perder, pero obviamente no es un paso atrás. Perderé partidos así y peor. Hay que aceptarlo. Lo importante es competir todo el partido y que no haya tantos altibajos, fue por mínimos detalles. El 5-3 hubo muchos deuce. Contento por el rendimiento, ya que era la primera vez que competía dos semanas seguidas. Ahora descansaré y entrenar desde el lunes".

Los cambios de Davidovich, quien ha dado un giro de 180 grados a su carrera, se centran en un nuevo entrenador (Félix Mantilla y David Sánchez) tras dejar a Jorge Aguirre, mientras que también apuntó que cambió de fisioterapeuta. En este 2025, el tenista acumula 18 victorias y nueve derrotas, con la final de Acapulco (ATP 500) y Delray Beach (ATP 250), pero no ha podido repetir el éxito de Montecarlo en el Godó. En estos cuartos se vio aquel Davidovich capaz de los mejores golpes y de perder puntos que tenía en la mano. "Sabíamos que iba a ser un partido que iba a ser muy reñido, él estaba jugando bien. Tuve mis oportunidades y no las aproveché. Esto es tenis. Una semana te da y otra te quita. Contento de cómo he competido hasta la última bola, me ganó por pocos detalles", comentó.

El comentario de Marrakech y el rifirrafe con Kachanov

En el primer set, sin ir más lejos, cuando estaba 3-2 abajo y tras fallar un revés largo, se le escuchó protestar en voz alta: "Esto qué es, ¿Marrakech?". La arcilla de Barcelona es diferente a la de Montecarlo, donde la bola coge menos velocidad y potencia, como ya explicó el primer día del torneo Stéfanos Tsitsipas en sala de prensa. Después, no obstante, se disculpó: "Lleva toda la semana así. Los botes están siendo malos porque hay más tierra, se está adaptando. En Montecarlo eran todos los botes limpios, no había minimontañas. Han puesto más tierra de lo normal. Hubo momentos clave que me botó mal, pero en el calentón digo cosas que no pienso. No es Marrakech, estaba caliente, pido perdón a los pisteros, es un momento de calentón. Podría estar mejor".

No se encontró cómodo Fokina, que cometió demasiados errores no forzados. Al final del partido, incluso, tuvo una charla tensionada con Kachanov durante un minuto, en la que ambos debatían algunas acciones del partido, pero no fue a mayores y Davidovich zanjó el cambio de pareceres con un abrazo: "No nos enfadamos. Nos tenemos mucho respeto, son cosas que pasan con tensión. No hay nada que sonsacar. No hay nada que comentar", dijo.