Novak Djokovic tenía razón con la predicción sobre su cabellera: "Disfrutadle, no sé cuánto le queda"
El serbio atraviesa el momento más delicado de su carrera al borde de los 38 años. "El año pasado le dije que se retirara", dice su padre.

El 15 de noviembre de 2023, Novak Djokovic se presentó en la sala de prensa del Pala Alpitour de Turín con cara de pocos amigos. Acababa de perder con Jannik Sinner en la fase de grupos de las ATP Finals y le preguntaron si sentía amenazado su reinado ante el empuje de la nueva generación comandada por Sinner y Carlos Alcaraz. "Quieren arrancarme la cabellera", respondió el serbio entre risas.
Unos días después, Djokovic se vengó de Sinner tumbándole en la final y cerró por todo lo alto un curso que le vio conquistar el Open de Australia, Roland Garros y US Open, quedándose a un único triunfo (perdió con Alcaraz la final de Wimbledon) de completar el Grand Slam. Los jóvenes apretaban, pero el rey del tenis era Nole.
Casi 500 días después de aquello, la situación de Djokovic es totalmente opuesta. Tenía razón con su predicción: Sinner y Alcaraz le han arrancado la cabellera -se han repartido los cinco grandes disputados desde entonces- y el balcánico vive su época más delicada desde que explotara a finales de la década de los 2000. Está inmerso en una sequía de títulos ATP que comenzó precisamente con aquella copa en noviembre de 2023: casi 16 meses. Es cierto que celebró el oro olímpico en los Juegos de París 2024, la gran cuenta pendiente que le quedaba, pero salvo aquel éxito dorado, su camino reciente ha sido una suma de frustraciones: lesiones, derrotas y abandonos.
"Yo le dije hace un año que no jugara más al tenis, que se retirara. Y él me dijo: 'Papá, déjame hacer lo que mejor sé y lo que amo'"
Padre de 'Nole'Ahora mismo, el campeón de 24 Grand Slam ocupa el séptimo lugar del ranking mundial tras acumular en este 2024 derrotas ante Reilly Opelka (cuartos de Brisbane) y Matteo Berrettini (primera ronda de Dubái) y una retirada por lesión en las semis de Australia. La situación es bastante delicada a un par de meses de cumplir 38 años y las puertas de Indian Wells, el primer Masters 1000 del curso y justo el escenario donde hace un año se rompió su relación con Goran Ivanisevic, el entrenador que le ayudó a levantar sus últimos 12 Grand Slam. De momento, su nueva asociación con Andy Murray está por demostrarse como una buena apuesta.

El padre de Djokovic: «No quiero que se enfade conmigo»
Con ese presente, y sin la motivación que le provocaba su rivalidad con Rafael Nadal, retirado en noviembre, empieza a ser una constante el tema de la retirada cuando se habla del futuro del serbio. Precisamente, Nadal acabó bastante cansado de responder tantas y tantas preguntas sobre el adiós en sus últimos años en el circuito. Nole, de momento, no se ha molestado. Y eso que las cuestiones sobre su retirada no le llegan solo en la sala de prensa y en las redes sociales, sino también en su propia familia.
"Yo le dije hace un año que no jugara más al tenis, que se retirara. Y él me dijo: 'Papá, déjame hacer lo que mejor sé y lo que amo'", ha revelado estos días su padre, Srdjan Djokovic, en una entrevista con el portal danas.rs. "Cualquier cosa que haga el resto de su carrera, será el mejor del mundo. Disfrutad de Novak, porque no sé cuánto le queda jugando al tenis. Yo no quiero hablar y que se enfade conmigo. Seguramente gane algo más en lo que le queda de carrera".
No es, desde luego, nada descabellado pensar que a Djokovic le queda por escribir alguna página dorada. Por algo es el tenista más exitoso de todos los tiempos. "Enfrentarte a Novak en un Grand Slam es lo peor que te puede pasar", decía hace unas semanas Carlitos Alcaraz, resumiendo el sentir de muchos de los tenistas del circuito. Pero hay algo que va claramente en contra de Nole: el tiempo. Al borde de los 38 años, cualquier oportunidad puede ser la última.