Los errores reabren el debate sobre los jueces de línea en el tenis: "Nos quieren para abrir los botes"
A partir de 2025 no habrá jueces de línea en el circuito ATP, pero el torneo de Miami ha demostrado que el plan tiene fisuras.

Daria Kasatkina y Sorana Cirstea disputan la tercera ronda del torneo de Miami cuando, mediado el primer set, ocurre algo que ninguna entiende. Con 4-2 abajo en el marcador y ventaja con su saque, Cirstea lanza un servicio que bota fuera por varios centímetros. La rumana se gira para pedir otra pelota y realizar un segundo saque, pero el juez de silla concede un ace. Juego para Cirstea. Nadie entiende nada. Las tenistas se miran incrédulas. ¿Cómo es posible?
Hawkeye live fail in Miami 🤦♂️ Daria Kasatkina was understandably confused and frustrated as it came at such an important juncture of the match.
— WTARussians (@WTArussians) March 25, 2024
Maybe Ostapenko was right when she said we need line judges back! pic.twitter.com/CDDcgcRWNh
Dos días después, en el mismo escenario, Victoria Azarenka y Yulia Putintseva se están enfrentando en los cuartos de final cuando, con 2-1 en el marcador, la juez de silla anuncia que el partido se suspende. No llueve y hace un sol de justicia. Nadie entiende nada. Las tenistas se miran incrédulas. ¿Cómo es posible?
La respuesta es la misma para ambos casos: la tecnología encargada de controlar las líneas ha fallado. En el caso del Kasatkina-Cirstea, ha sido un error de bulto: el ojo de halcón ha cantado buena una pelota que ha sido claramente mala. Pero en el Azarenka-Putintseva el sonrojo es mucho mayor: la tecnología no estaba disponible por un corte de luz y el partido tuvo que ser suspendido durante 53 minutos. Hablamos de un partido en la pista central de uno de los mejores torneos del mundo.
Hawkeye down 🪫
— Tennis Channel (@TennisChannel) March 26, 2024
Play has been delayed in the match between Azarenka and Putintseva due to a Hawkeye power outage. #MiamiOpen pic.twitter.com/4HBMSRk4sz
El fin de los jueces de línea en el tenis
Lo más curioso del asunto es que este disparate sólo puede ocurrir en los escenarios más importantes del tenis, porque en los torneos menores es algo imposible. Y eso se explica porque el tenis ha decidido romper en la élite con una de sus figuras más importantes: los jueces de línea. Desde hace varias temporadas, muchos eventos de primer orden han prescindido de los líneas -sobre todo después de la pandemia- y se han encomendado a la tecnología conocida como Electronic Line Calling Live (ELC), que canta las bolas de forma automática.
Usada por primera vez en las ATP Next Gen Finales de 2017, la ELC será la norma en el circuito ATP a partir de la temporada 2025. "La tradición es fundamental para el tenis y los jueces de línea han desempeñado un papel importante a lo largo de los años. Dicho esto, tenemos la responsabilidad de innovar con nuevas tecnologías y nuestro deporte merece la forma más precisa de arbitraje", decía el presidente de la ATP, Andrea Gaudenzi, en abril de 2023, cuando anunció que ya no habrá líneas en el futuro. Sin embargo, los errores de Miami han mostrado las fisuras de un tenis sin jueces de línea: cuando la tecnología falla, no hay Plan B.
Desde que se empezó a usar el ojo de halcón en el tenis en el año 2006 -precisamente en Miami-, los árbitros han ido perdiendo espacios y responsabilidades. El hawkeye al principio llegó con polémica, pero después pasó a ser una parte central del tenis: para los propios jugadores y para los aficionados, que disfrutaban con la emoción de la recreación de los puntos en los videomarcadores. Eso ya es historia: la tecnología actual canta las bolas malas y no hay lugar para la réplica.
"Lo que ha ocurrido en Miami no habría pasado con jueces de línea en el estadio", dice a Relevo Joan Dou, uno de los jueces de línea más veteranos que hay en el circuito. Socio del Real Club de Tenis de Barcelona, Joan Dou lleva desde 1967 arbitrando y viendo líneas en el Conde de Godó. "Este año será el último. Será mi Godó número 57 entre juez de silla y juez de línea y ya no habrá más para mí".
A Dou y los suyos les queda todavía cuerda, pero lejos del circuito profesional. "De momento los Challengers y los torneos menores seguirán teniendo jueces de línea. Y ahí seguiremos mientras seamos más baratos que la tecnología", añade Dou. "En los torneos ATP nos querrán para acompañar a los tenistas al baño (cuando van en pleno partido les tiene que acompañar un árbitro) y para abrir los botes de las pelotas".
Este histórico juez de línea asegura que lleva tiempo esperando este momento. "Recuerdo hace diez años, que estaba en Cornellá probando la tecnología de FoxTenn junto a gente de la ATP y la WTA cuando pasó Fognini y me miró riéndose. 'Os vais a quedar sin trabajo'", recuerda Joan Dou.