INDIAN WELLS

Show de Carlos Alcaraz hacia los octavos: una derecha a 181 km/h, una foto imposible y unas risas con los hombres-abeja

El español supera 6-2 y 6-4 a Shapovalov, uno de los tenistas más en forma del circuito, y se planta en los octavos de Indian Wells.

Carlos Alcaraz, durante su partido ante Denis Shapovalov en la tercera ronda de Indian Wells. /BNP Paribas Open
Carlos Alcaraz, durante su partido ante Denis Shapovalov en la tercera ronda de Indian Wells. BNP Paribas Open
Nacho Encabo

Nacho Encabo

Para gusto de Gerard Piqué y esa corriente que todo lo quiere revolucionar a favor del espectáculo, en el tenis nunca puede haber un 0-0. Es cierto que hay partidos y partidos: algunos son aburridos; otros, tan rápidos que a veces cuesta ver un peloteo de más de cuatro golpes; los hay también largos y épicos. Y luego está Carlos Alcaraz, una bendición para la industria: porque en su caso, da igual lo que dure el encuentro, que rara vez defrauda a los aficionados. Todos se van con la sensación de que ha merecido la pena pagar una entrada.

"No sé cuántos títulos de Grand Slam ganará, pero estoy seguro de que nos vamos a divertir mucho", solía decir hace años Antonio Martínez-Cascales, mentor de Alcaraz y durante mucho tiempo entrenador de Juan Carlos Ferrero, cuando le preguntaban siempre por el futuro del chico maravilla. Cuánta razón.

Este lunes, en la tercera ronda de Indian Wells, el murciano ha superado por 6-2 y 6-4 al canadiense Denis Shapovalov, uno de los tenistas más en forma del circuito, como más les gusta a los americanos, con puro show: ha pegado golpes imposibles, ha sacudido una derecha a 181 km/h, se ha reído con unos hombres disfrazados de abeja que no paraban de animarle y ha regalado una foto (la que acompaña esta crónica) de una plasticidad que, como dice Germán Abril, periodista murciano, "debería ir directa al Louvre". ¿Cómo narices ha acabado en esa postura?

La respuesta está en el segundo juego del segundo set, con un punto marca de la casa: cuando el murciano estaba subiendo a la red, Shapovalov le ha sorprendido con revés a los pies y Carlitos solo ha podido responder con un bote pronto que le ha tenido flotando en el aire durante unas milésimas de segundo. Y ha ganado el punto, claro, entre los aplausos y la estupefacción de un público que contaba con unos espectadores ilustres: un grupo de hombres-abeja.

Recordando aquel capítulo de hace un año, cuando su duelo de cuartos ante Alexander Zverev tuvo que ser suspendido por una invasión de abejas, varios espectadores han aparecido disfrazados para animar a Carlitos. Y el murciano ha terminado haciéndose un vídeo y una foto con ellos.

Un rato antes, cuando iba 3-0 arriba en el primer set, ha dejado a todo el estadio boquiabierto con un winner con el drive a 181 km/h. El escopetazo que se ha sacado de la manga no ha tenido respuesta en Shapovalov, un tenista que es bastante más de lo que dice su ranking. El canadiense es actualmente el número 28 de las listas ATP, pero ha llegado a ser top ten y se había plantado en la tercera ronda de Indian Wells tras ganar Dallas y alcanzar las semifinales de Acapulco en las semanas previas al primer Masters 1000 de la temporada.

Pero este Alcaraz es mucho, demasiado. Lleva casi tres años sin saber lo que es perder en Indian Wells y, con su triunfo de hoy, acumula ya 18 triunfos y apenas dos derrotas en suelo californiano: el único que le mejora en esa estadística es el gran Jimmy Connors con un 19-1. Su próximo rival saldrá del partido entre Grigor Dimitrov y Gael Monfils.