TENIS

El agua de la ducha de Nadal y Alcaraz servirá para regar las pistas del Godó más innovador

"Tenemos una depuradora en un club de tenis", explica Pablo Acevedo, que lideró el proyecto de sostenibilidad de la entidad.

Nadal y Alcaraz, tras jugar el partido ante Netflix. /GETTY
Nadal y Alcaraz, tras jugar el partido ante Netflix. GETTY
Alberto Martínez

Alberto Martínez

Sumida Barcelona en un estado de emergencia por falta de agua, que ha llegado a limitar el riego de jardines, la regulación del uso en hogares y la imposibilidad de llenar piscinas privadas, los ojos también apuntan a aquellos deportes donde el líquido elemento es indispensable, como ocurre en el golf o en el tenis. Particularmente si este último deporte se juega en tierra batida. Como el Open Banc Sabadell-Trofeo Conde de Godó que empezará el día 13 de abril en el centenario Real Club Tenis de Barcelona (RCTB).

Los depósitos en los que se almacena el agua reciclable. RCTB

El torneo inaugurará el nuevo proyecto de reutilización de aguas grises y aguas pluviales del club, cuya inversión ha sido de un millón de euros, y que permite que toda el agua que se utilice para el riego de las pistas provenga de unos depósitos que se encargan de almacenar, filtrar, depurar y tratar con cloro la proveniente de las duchas y de la lluvia. Sí, la misma agua que utilizarán Rafa Nadal y Carlos Alcaraz para ducharse después de los partidos servirá para, tratada y después de ese laborioso proceso, regar las pistas en las que se jugarán el trofeo de campeones.

"Somos visionarios en este aspecto. Este tipo de reutilización ya existe, pero lo vimos desde hace tiempo. El ahorro en consumo de agua de pozo es total. Tenemos un volumen de gente que utiliza el agua y vuelve a la tierra. Se depura y vuelve a la tierra. Y vuelve al pozo. Convertimos aguas grises en aguas verdes", explica Pablo Azevedo, Director Operativo del Real Club de Tenis Barcelona.

Un DAFO, la figura de Jordi Cambra y el empujón de Agbar

Hay que remontarse a 2008, en la anterior sequía que sufrió Barcelona ("hubo hasta cortes programados", rememora Acevedo), para poner el punto de inicio al proyecto. La junta directiva por aquel entonces elaboró un DAFO en el que una de las mayores amenazas en el futuro era la falta de agua, por lo que se empezó a trabajar en una idea innovadora que pudiera ver forma en el futuro y solventar este problema.

Aunque al inicio se proyectaron nuevas ideas de sostenibilidad más superficiales, con la llegada de la junta directiva de Jordi Cambra en 2018 se tomó en serio este reto. Y se pasaron por muchas fases hasta dar con la tecla más asumible económicamente. "La primera idea fue analizar si podíamos utilizar el riego subterráneo, queríamos coger una pista de muestra en Llafranch. Esto se realiza a través de una membrana subterránea que medía la humedad relativa y sudaba en función de la necesidad. Cuando hicimos números, era una locura. También miramos un aljibe (depósito) debajo de cada pista, pero también era un coste elevado", cuenta Acevedo.

Después de los progresos con Aguas de Valencia, la llegada de Agbar como patrocinador hace dos años supuso el impulso definitivo y la idea: la reutilización del agua. Se instalaron tres depósitos de agua debajo de la terraza de la pista 1 de 75 metros cúbicos. El proyecto finalizó en noviembre de 2023 y estuvo liderado por las ingenierías ACO y CENPAS. Acevedo explica el inicio del proceso: "Todo empieza en las duchas. Separamos aguas de ducha y fluviales de las fecales y las procedentes de la peluquería. Estás podían incluso ser potables, pero la legislación no lo permite ahora".

Las obras en el Real Club Tenis de Barcelona.  RCTB
Las obras en el Real Club Tenis de Barcelona. RCTB

El agua procedente de las duchas y la lluvia pasa el primer filtro: "Van a un tanque donde se elimina lo sólido como pelos, grasas… Luego se bombea a una depuradora, donde se realiza el proceso de limpieza, y luego va a parar a los depósitos de cloro". Es ahí donde, además, hay que tener cuidado de equilibrar los parámetros de cloro. De quedarse corto se podría producir legionella, mientras que de quedarse largo no sería beneficioso para el riego de los jardines del RCTB. Controlan todo mediante una aplicación de móvil.

El equilibrio del cloro y la herencia del pozo de Can Canet

Para añadirle tintes históricos, dentro de las instalaciones hay un pozo, que ha sido limpiado y abastece al club: "Estaba dejado, había incluso una bicicleta dentro. Hicimos un saneamiento con un coste de unos 90.000 euros. Pertenecía a la Masia de Can Canet, que es lo que había antes de la expansión del club. Es un bien natural. Es raro que exista, pero por esta zona pasa una riera y se mantiene los niveles correctos".

A falta del sello final para legalizarlo, el RCTB cuenta con este herencia al adquirir estos terrenos en 1951. Justamente a las puertas de la primera edición de un torneo Conde Godó que lidera la sostenibilidad y cuyas aguas forman parte ya de un circuito inagotable.