TENIS

¿Permitir insultos en el tenis? El debate se instala en el circuito

En los últimos días, varias tenistas se han mostrado a favor del 'trash-talk' en pista.

Kyrgios revienta una raqueta durante el Open de Australia 2020. /Mark Kolbe/Getty Images
Kyrgios revienta una raqueta durante el Open de Australia 2020. Mark Kolbe/Getty Images
Nacho Encabo

Nacho Encabo

"George, me estás decepcionando. No pegas tan fuerte como esperaba". En Kinshasa, durante el famoso Rumble in the Jungle, Mohamed Ali se reía de George Foreman instantes antes de mandarlo a la lona. Era 1974 y el deporte estaba a años luz de la exposición mediática actual con el boom de las redes sociales, pero Ali, bravucón como pocos, ya entendía a la perfección el poder de la palabra y los micrófonos.

El púgil utilizó su labia ante las cámaras para luchar contra el racismo y las injusticias, pero también para desestabilizar psicológicamente a sus rivales. Los combates, como los clásicos de la época de Mourinho y Guardiola, empezaban en la rueda de prensa. Ali fue -y lo es todavía- uno de los mejores exponentes de lo que se conoce en el deporte como trash-talk, la utilización del lenguaje basura, del insulto, como un arma más.

Durante años, el trash-talk ha sido algo habitual, sobre todo en los deportes de equipo y de contacto. "Lo que pasa en el campo se queda en el campo", se suele decir para no revelar nada, aunque las cámaras captan una y otra vez los improperios y las faltas de respeto.

El debate llega al tenis

El tenis ha vivido casi siempre al margen del trash-talk. Aunque ha habido famosos bad boys, como John McEnroe, Marcelo Ríos o Nick Kyrgios, el deporte de la raqueta sigue rodeado de ese aura de elegancia y corrección que le ha acompañado desde sus inicios. La sana rivalidad entre Roger Federer y Rafael Nadal ha ayudado, desde luego. Sin embargo, en los últimos días, durante el torneo femenino de Charleston, ha aflorado el debate de si se debería permitir el lenguaje basura en la pista. Y casi todas las voces que se han pronunciado opinan que sí.

"Podría haber más, siempre y cuando no lo tomes como algo personal. En el baloncesto lo ves, los chicos se pelean y luego salen a tomarse una copa", opina la tenista estadounidense Coco Gauff. "Creo que haría más interesante el deporte y que atraería a más aficionados. En casi todos los deportes se hace".

"Es la cultura del tenis. Si se hiciera algo así, Twitter se volvería loco. Pero si lo hace Caitlin Clark (jugadora de baloncesto), a la gente le encanta. Y no hay nada de malo. Hace que el deporte sea interesante", añade Gauff, número seis del ranking mundial.

Jessica Pegula, la mejor tenista estadounidense del momento, cree que si el tenis no ha incorporado el trash talk es por su particular puesta en escena: los jugadores están muy separados, hay silencio en cada punto y cualquier palabra es escuchada por el árbitro. "Si le dices algo a alguien desde el otro la de la cancha, todo el mundo lo va a saber. La afición, el árbitro y Twitter lo van a saber", asegura. El tenis, las obscenidades y los insultos son castigados por los jueces de silla.

Badosa: «No sé si las mujeres podrían aguantarlo»

La mejor raqueta española de la actualidad, Paula Badosa, también se muestra a favor, pero pone un asterisco a la cuestión. "El tenis es tradicionalmente muy educado, pero ¿por qué no? Es una nueva generación, puede ser un cambio que haga el deporte algo diferente y divertido", indica la catalana. "Pero no sé si las mujeres podrían aguantarlo porque tal vez se toma un poco más a lo personal. En el tenis masculino sí que lo veo".

Otras jugadoras como Ons Jabeur o Belinda Bencic también han apoyado la iniciativa. Incluso el propio Kyrgios puso un mensaje en su cuenta de Twitter riéndose del asunto. El debate acaba de nacer, pero cuesta imaginar a las autoridades del tenis dar un volantazo de semejantes características.