TENIS

El regreso de Marat Safin, el 'bad boy' que se perdía en la selva peruana en busca de ayahuasca

El ruso, exnúmero uno y campeón de dos grandes, vuelve al tenis como entrenador asistente de Andrey Rublev.

Marat Safin saluda durante un entrenamiento de Rublev en Montecarlo. /Clive Brunskill/Getty Image
Marat Safin saluda durante un entrenamiento de Rublev en Montecarlo. Clive Brunskill/Getty Image
Nacho Encabo

Nacho Encabo

En septiembre del año 2000, Pete Sampras saltó a la pista central del US Open siendo el indiscutible favorito para la gran final: había ganado las últimas ocho finales de Grand Slam que había jugado, apenas se había dejado un set en todo el torneo y su rival era un joven de 20 años que nunca se había visto en una situación así. Aquel domingo, sin embargo, Nueva York tuvo que frotarse los ojos. "Cualquier cosa que intentaba, tenía respuesta. Con su juego y lo duro que pega a la bola, es dificilísimo de ganar cuando está encendido", dijo, abatido, Pete Sampras, después de caer 6-4, 6-3 y 6-3 en apenas una hora y media. Había nacido una estrella: el mundo conoció a Marat Safin.

Nacido en Moscú en enero de 1980 con un carisma y un carácter descomunales -rompía decenas de raquetas cada temporada-, Safin alcanzaría unos meses después el número uno del ranking mundial y en 2005 levantaría su segundo grande, el Open de Australia. Sin embargo, las lesiones apartaron al ruso de poder pelear por una mejor posición en los libros de historia. Se retiró a finales de 2009 con apenas 29 años, sintiéndose incapaz de pelear con los jóvenes -que entonces eran Roger Federer, Rafael Nadal, Novak Djokovic y compañía- y con una rodilla maltrecha. En sus vitrinas lucían 15 títulos, dos Ensaladeras de la Copa Davis y más de 400 victorias en el circuito profesional.

Una vez colgó la raqueta, Safin dio el salto a la política en 2011 y estuvo un lustro como diputado del Parlamento ruso. Se dejaba ver en algunos torneos de tenis, pero siempre descartó tener un papel como entrenador o como capitán de la Copa Davis de su país pese a todas las ofertas que recibió. Después, instalado entre Montecarlo y Barcelona -llegó a España de niño e incluso pasó varias Navidades en Galicia con compañeros de entrenamiento-, aprovechó el tiempo para viajar y para pensar: Safin siempre ha sido una persona muy espiritual. De hecho, una vez año siempre iba a la selva peruana para preparar ayahuasca.

"Poco a poco fui cambiando la mente y las prioridades. Cada vivencia que tengo me hago un tatuaje. La ayahuasca te viene a rescatar cuando tienes una crisis y tienes preguntas serias de la vida", decía hace unos años en 'Marca' sobre la bebida psicoactiva que preparaban las tribus indígenas.

Su regreso al tenis, con Rublev

A sus 45 años, Safin está ahora de regreso al tenis. No es que vaya a competir de nuevo, sino que se va a incorporar al equipo técnico de Andrey Rublev. Su primer torneo juntos será el Masters 1000 de Montecarlo y de momento no han hecho público si será algo puntual o permanente. El número nueve del ranking mundial, afincado en Barcelona y entrenado por Fernando Vicente y Beto Martín, es dueño de un tenis muy poderoso pero que muchas veces se ve mermado por cierta fragilidad mental en los momentos de tensión.

Rublev siempre se ha inspirado en Safin, al que conoce desde chico, pero nunca le había planteado trabajar porque le veía muy separado del tenis. "Yo siempre quise que trabajásemos juntos, pero sabía que a él no le interesaba. Y nunca quise presionarlo porque Marat me importa mucho. Luego descubrí que ya estaba listo", señalaba estos días Rublev en Montecarlo. "Entonces ahí pensé que no tenía nada que perder si se lo pedía. Mi agente (Galo Blanco), le preguntó, hablaron y empezamos a trabajar".

"Marat es alguien que me inspiró desde niño. Obviamente, él me conoce desde que era un crío y yo también. Más tarde empecé a conocerlo mejor. Era una persona increíble y ha pasado por muchas cosas difíciles. Tuvo sus propias dificultades y siempre tuve miedo de preguntarle sobre ellas, pero en mi interior siempre quise hacerlo".

Safin cree que Rublev tiene potencial para pelear por los mejores títulos del mundo, pero en sus únicas declaraciones desde que están juntos, en Tennis Channel, ha querido dejar claro que él será un mero ayudante. "Todo depende de Andrey. Yo puedo enseñarle el camino, pero necesita trabajarlo. Las cosas no suceden mágicamente", señaló el exnúmero uno.