Alcaraz, Nadal o una bomba: el nº 1 se decide en tres semanas
Los españoles reanudan esta semana en París la pelea por acabar la temporada en lo más alto del ranking ATP. Tsitsipas y Ruud, al acecho.

Solo una catástrofe en las próximas tres semanas puede evitar que el número uno del ranking ATP acabe este año en manos españolas. Carlos Alcaraz y Rafael Nadal inician el tramo definitivo de la temporada en lo más alto de la clasificación y la pelea por el uno podría tener un desenlace mágico: los dos españoles cara a cara en la final del torneo de maestros el 20 de noviembre en Turín.
Ese escenario sería el colofón de un año espectacular, pero de momento es más un sueño que una posibilidad real. Se tienen que dar muchísimos factores para ver a Alcaraz y Nadal frente a frente en un duelo por el número uno y el título de las ATP Finals. Lo más lógico es que uno de los dos tenga el uno en el bolsillo antes del partido que cierra el año.
"Voy a darlo todo por acabar el año como número uno", ha señalado este lunes Alcaraz en la rueda de prensa oficial de Paris-Bercy. El jugador de 19 años llega a los dos últimos torneos puntuables de año (París y ATP Finals) en un momento de dudas y con la rodilla entre algodones pero como líder indiscutible del ranking anual.
El murciano cuenta con 6.640 unidades y una ventaja de 830 con Nadal (5.810) cuando el máximo que se puede sumar en lo que viene son 2.500 puntos. Al griego Stefanos Tsitsipas (4.990) y al noruego Casper Ruud (4.930) también les dan las cuentas, pero necesitan un descalabro de los españoles y una hazaña propia en París y las ATP Finals de Turín.
Ocho semanas en el nº1
Alcaraz alcanzó el número uno el 12 de septiembre y desde entonces no ha habido ninguna semana que pudiera perder el trono. Este lunes ha iniciado su octava semana (igualando la marca de Juan Carlos Ferrero, su entrenador) y por primera vez se enfrenta a la posibilidad de ceder el primer puesto. Si pierde antes de cuartos de final y Nadal levanta el título, el murciano entregará el número uno. Sería todo un hito para Rafa, que lleva casi tres años sin ocupar la primera posición.
Pero también se puede dar la situación de que Alcaraz salga de la capital francesa con el uno en el bolsillo, convertido en el tenista más joven de la historia que acaba una temporada como líder del ranking. Para ello, necesita ampliar su colchón de puntos hasta los 1.500, el máximo que un tenista puede conseguir en las ATP Finals. En otras palabras: necesita ganar el torneo y esperar que no lleguen a semifinales Nadal, Tsitsipas y Ruud, que van todos por la otra parte del cuadro.
"Yo no siento la presión, simplemente quiero acabar como número uno", ha indicado Alcaraz. "Es un reto muy difícil porque hay varios jugadores con la oportunidad de alcanzarme".
Las dudas de Alcaraz y el regreso de Nadal
Lo cierto es que el Masters 1000 de París llega en un momento extraño para Alcaraz y Nadal. El murciano está atravesando una racha plagada de dudas desde que ganó el US Open (cuatro victorias y tres derrotas desde entonces) y no encuentra la constancia que le catapultó en el ranking. Además, este lunes ha trascendido que su rodilla le ha dado un aviso.
"He tenido problemas en la rodilla. Todos los jugadores tienen problemas a final de año. No son demasiado serios", ha comentado. "Me encuentro bien, al final de temporada salen a la luz los problemas físicos y es normal, hay que lidiar con ellos y mostrar la mejor versión".
Por su lado, Nadal lleva sin competir casi dos meses. Su último partido fue a principios de septiembre, cuando perdió en los octavos de final del US Open. Desde entonces solo ha disputado un partido de dobles en la Laver Cup junto a Federer unos días antes de ser padre por primera vez. Ahora reaparece en Paris-Bercy, un torneo que nunca ha ganado y con las peores condiciones para su juego.
Bajo techo y pista dura son las variables más complicadas para el zurdo. De los 92 títulos que tiene solo uno ha sido en pista cubierta y dura. Y fue hace 17 años, cuando el Masters 1000 de Madrid se celebraba en el rocódromo de la Casa de Campo. Ha llovido desde entonces, pero ahí sigue Nadal, peleando por acabar el año como número uno.