Muere Juan Aguilera 'el olvidado', el español que aplastó a Boris Becker ante miles de alemanes
Séptimo del ranking y campeón de cinco títulos, Aguilera ha fallecido a los 63 años. Fue el primer español en ganar un Masters 1000.
"Ha muerto el tenista Juan Aguilera. ¿Es famoso?" La pregunta se escucha en la redacción de Relevo pocos minutos después de las nueve de la mañana de este martes 25 de marzo y es un reflejo de lo que era Juan Aguilera: un tenista "olvidado".
Número siete del ranking mundial en 1984 y campeón de cinco títulos ATP, Aguilera ha sido uno de los pocos tenistas españoles que han pisado alguna vez el top ten del ranking ATP. La lista la componen apenas 20 nombres y la mayoría de ellos son muy conocidos -Rafael Nadal, Carlos Alcaraz, Juan Carlos Ferrero, Carlos Moyà, Álex Corretja, Sergi Bruguera, Manuel Orantes, David Ferrer...-, pero hay un par jugadores que quizás suenen extraños a las nuevas generaciones, como José Higueras, Félix Mantilla o el propio Juan Aguilera, fallecido esta madrugada a los 63 años tras una larga enfermedad.
Nacido en Barcelona en 1962, Aguilera comenzó a jugar al tenis con apenas tres años con su madrina. Era la época en la que Manolo Santana comenzó a popularizar un deporte que hasta entonces estaba reservado a las clases altas. Manolo Orantes, que nació en una barraca y pasó alguna penuria en su infancia, y otros jugadores humildes como Aguilera empezaron a romper ese cliché y a democratizar el tenis. Se formó en el Club Tennis Barcino de Barcelona y en 1980 se proclamó campeón de España júnior, además de alcanzar las semifinales de la Orange Bowl.
La RFET quiere expresar sus condolencias a la familia y allegados de Joan Aguilera en nombre de todo el tenis español 🖤
— Tenis España (@RFETenis) March 25, 2025
El catalán ha fallecido esta madrugada siendo un referente de nuestro deporte y llegando hasta el número siete del ranking mundial
📲 https://t.co/lGuVtJY6oc pic.twitter.com/WDamDNnNM9
Delgado y espigado, Aguilera era el tenista español prototípico del momento: guerrero e incansable, jugaba casi siempre en tierra batida y no solía escapar del fondo de la pista, donde hacía daño a sus rivales liftando la pelota con la derecha y cortándola con el revés. Ese golpe, el revés cortado, trajo por la calle de la amargura al gran Boris Becker en el momento de mayor gloria para Aguilera: la final de Hamburgo 1990.
El famoso triunfo sobre Becker y el revés cortado
Aquel título tiene una historia más que curiosa. Aguilera había decidido que no iba a viajar a Hamburgo y que se tomaría unos días de descanso tras una dura derrota que sufrió en el Grand Prix del Club de Campo Villa de Madrid. Sin embargo, cuando llamó al torneo para bajarse de la ronda previa -no tenía ranking para el cuadro principal- le dijeron que había dos bajas de última hora y que entraba directamente. "Si estás en la fase previa no pasa nada, pero si estás en el cuadro final y quieres borrarte necesitas un parte médico para demostrar la lesión y que no haya multa. Total, cogí el teléfono, llamé a Alberto Tous y le pedí que me acompañara a Hamburgo, el domingo por la noche teníamos que estar allí", relató el propio Aguilera en una entrevista publicada en Punto de Break en 2020.
Y una vez en Hamburgo, el sorteo le colocó ante un cuadro explosivo: aquella semana tumbó a Goran Ivanisevic, Michael Chang, Jim Courier, Magnus Gustafsson y Boris Becker, al que aplastó en la final por 6-1, 6-0 y 7-5 delante de miles de alemanes para convertirse en el primer español que ganaba un torneo de categoría Masters 1000 (se estrenaron en 1990 tras la creación del ATP Tour).

"Lo siento, Boris, he jugado el mejor partido de mi vida", le dijo el español en la red al alemán, que un rato después, en rueda de prensa, dejó una frase que le recordarían tiempo después a Aguilera. "Se le veía jodido, pero lo gestionó muy bien. Luego en rueda de prensa dijo que había tenido la sensación de jugar con un profesor. Al día siguiente. Llegué a Roma y me iba encontrando con los jugadores que ya llevaban un par de días allí. Imagínate: 'Good morning professor', 'Well done professor'. Aquello duró unos días, pero es que Boris había dicho que tenía la sensación de haber recibido una clase de tenis", comentaba Aguilera en la entrevista con Punto de Break.
Aguilera tenía por entonces 29 años y tardaría apenas dos temporadas más en retirarse. Fue su último gran triunfo, aunque no el primero: en 1984 ya había conquistado también Hamburgo y Aix-enProvence, mientras que en 1989 levantó la copa en Bari y en 1990 se rebozó también en la tierra batida de Niza.
El vídeo de la final de Hamburgo 1990, que puede verse completo en YouTube, es una oda al revés cortado de Aguilera, quizás el golpe más característico de todo su repertorio. "Incluso Mats Wilander en su etapa final, cuando por fin fue número 1 del mundo tras ganar a Ivan Lendl en el US Open, le recuerdo todo el partido pegando de revés cortado. Una vez que nos vimos, se lo pregunté y me decía: 'Like Aguilera: slice Becker, slice Becker...'"
A pesar de estar entre los mejores del mundo, Aguilera siempre mantuvo un perfil bajo y alejado de los medios de comunicación. "Es posible, pero es que tampoco me interesa", decía a Punto de Break un hombre que no tenía ni whatsapp y que, tras colgar la raqueta en 1991 con un balance de 146 victorias y 140 derrotas, se dedicó al tenis base.