El ninguneo a Manolo Orantes, leyenda olvidada del tenis español: "Tienes las entradas al 30%; tu mujer lo paga todo"
El campeón del US Open 1975 confiesa en Relevo varios episodios en los que se ha sentido maltratado por las instituciones deportivas en España.

Manolo Orantes (Granada, 1949) es uno de los mejores tenistas de la historia de España. Campeón del US Open en 1975 y de la Copa de Maestros un año después, llegó a ocupar el segundo puesto del ranking mundial y es todavía el segundo español con más títulos en la Era Abierta sólo por detrás de Rafael Nadal. Se codeó con la generación de Jimmy Connors, Björn Borg, Ilie Nastase y Guillermo Vilas, ganó 55 títulos como profesional, 33 de ellos en individuales, sumó 722 victorias y elevó el tenis español a lo más alto.
Sin embargo, es posible que su nombre no te suene tanto como los de Manolo Santana, Sergi Bruguera, Carlos Moyà o Juan Carlos Ferrero. Ha pasado ya mucho tiempo y además, vivió una época valle para el tenis español: su irrupción coincidió con el ocaso de Santana y cuando él colgó la raqueta todavía faltaban unos años para los gloriosos años 90.
Orantes creció en una familia muy humilde en una barraca del barrio de El Carmelo. Allí en Barcelona empezó de recogepelotas y se convirtió en leyenda, con tres títulos del Conde de Godó. Pero una vez que se retiró su nombre se fue difuminando con el tiempo. "Hemos tenido grandes jugadores en España como Ferrero o Moyà que también han sido número uno... ¿se habla igual de ellos que del resto? No", dice resignado Orantes en una entrevista con Relevo. "Cuando escribí mi libro hace un año, me di cuenta de que la mayoría de la gente no conocía mi historia. Me sabía mal que mi país no supiera que yo gané todo eso. Yo no digo que sea mejor que los otros, pero sí pido que se valore".

El extenista de 74 años, capitán de la Davis entre 1985 y 1992, confiesa en esta entrevista telefónica varios capítulos en los que se sintió ninguneado y maltratado en España: cuando nadie de la Federación Catalana le llamó, cuando la organización de Conde de Godó le negó unas entradas, cuando le postularon para la medalla de plata al mérito deportivo, cuando se sintió como "un florero", cuando le hicieron un homenaje en un estadio con las gradas vacías.... Vamos por partes:
Cuando nadie de la Federación Catalana le llamó
Orantes no recuerda bien el año de aquella conversación, pero sí que ya estaba retirado. "Un día, en Barcelona, voy al club y estaba el presidente comiendo con el presidente de la Federación Catalana. El presidente del club me dijo: 'Hombre, Manolo, ven y siéntate con nosotros'. Después de un rato hablando, me dirigí al presidente de la Catalana: 'Oiga: ¿usted sabe quién soy yo?'".
"El de la Catalana me respondió: 'Hombre, claro, Orantes'. Y yo le dije: 'Es que lo dudaba porque hace cinco años que eres presidente y te he visto en el Godó y en muchos sitios y nunca te has sentado a hablar conmigo cinco minutos de tenis'. Yo, si fuera presidente, lo primero que habría hecho es ir a buscar a los tenistas importantes que hemos tenido para preguntarles si querrían colaborar con la Federación. Eso aquí no se hace".

Cuando le postularon para la medalla de plata
En 2003, Orantes recibió la llamada de un alto dirigente del deporte español para decirle que le iba a dar la medalla de plata al mérito deportivo. En un primer momento, el extenista se alegró mucho, pero al rato se sintió despreciado. Así recuerda aquel momento: "Yo les di las gracias. Mi hijo tenía 16 años, estaba en casa y se lo comenté: 'Mira, me acaban de llamar y me han dicho esto...' Recuerdo que se fue a la buhardilla, bajó a la hora y me dijo: 'Papá, ¿cómo que te van a dar la medalla de plata?'".
"Yo le contesté que por todo lo que había ganado. Y me dice: 'Te lo digo porque he entrado a la lista de los que tienen la medalla. Y hay 30 o 40 personas que tienen la medalla de oro que no te llegan ni al tobillo'", recuerda. "Entonces yo miro la lista y veo que el presidente de la Federación Española de aquel momento (Agustín Pujol Niubó) tiene la de oro. Y Santana también. Me sentó un poco mal y llamé a la federación". Recuerda la siguiente conversación con el presidente.
- ¿Habéis pedido esta medalla vosotros?
- Sí, la hemos pedido y te la van a dar.
- Pero, ¿tú no tienes la de oro?
- Sí.
- ¿Y tú has hecho más que yo por el tenis español? Decidles que ya no la quiero, que se la queden...
"Yo no me quejo de que se la den a Santana, él se la merecía. Pero yo también me la merecía. Si queremos comparar cosas… Santana ha ganado tres Grand Slam, sí, pero entonces el tenis era amateur y él no competía con los 15 mejores jugadores del mundo. Imagínate que en mis mejores años me hubieran quitado a Connors, Borg, Nastase, Vilas… ¡Cuántos torneos más habría ganado!", añade Orantes por teléfono. "En el mundo del tenis empezaron a protestar y al final me dieron la medalla de oro. Pero es duro que no lo valoren, es duro que en tu país te hagan eso mientras en el resto del mundo te tratan bien. Yo estaba dentro del 'Hall of Fame' del tenis mundial".

El día que le negaron unas invitaciones en el Godó
¿Se imaginan a Corretja pidiendo unas entradas a la organización del Mutua Madrid y que no se las den? Pues algo así le ocurrió a Orantes en el Godó. "Yo era el español que más títulos había ganado y que más finales había jugado hasta que llegó Nadal. Gané tres finales y perdí cuatro. Yo nunca les había pedido nada y resulta que el primer año que dejo de jugar, voy al club y le digo al director: 'Vengo a ver si tenéis entradas, que este año no juego'".
"No había nadie, ni televisión. ¿Pero qué es esto? ¿Por qué lo habéis hecho? Para hacer una mierda como ésta…"
La respuesta la tiene grabada en la memoria: "Me dijo: 'Tú, como eres socio del club, tienes las entradas al 30% de descuento. Tu mujer lo tiene que pagar todo'. Me quedé asombrado. Las pagué y a partir de ahí ya no quise saber nada. Y unos años después, era el 50 aniversario del club y el presidente me dijo que querían hacer una gran fiesta, con el rey, con una comida y que querían que fuese… ¿Y yo tengo que hacer esto ahora? ¿Qué soy? ¿Un florero? Me habéis tenido diez años que no me habéis querido para nada. Me sentía que no pintaba nada".
"Le dije: 'Mira, yo no soy americano, pero cada año me llaman e incluso ahora si quiero ir, mañana me tratan como un gran campeón, me invitan con mi familia y me dan un palco. ¿Crees que esto es lógico?'. Me sentó muy mal. Si un día viene Connors al Godó, es bonito ponerle en el palco. Es lo que se hace en todo el mundo".
El «homenaje» sin público
Otra fecha que Orantes tiene grabada es la final de la Davis de 2009 entre España y República Checa en Barcelona. "En 2004, durante la final de la Davis en Sevilla ante Estados Unidos, le hicieron el primer homenaje a Manolo Santana. Fue media hora antes del doble, con la pista llena, el rey, las televisiones… le hicieron un homenaje perfecto. Cinco años después se jugó la final en Barcelona contra República Checa y me dicen que me van a hacer lo mismo a mí. Llega el día del homenaje y de repente me dicen que es a las 11 de la mañana. No había nadie, ni televisión. ¿Pero qué es esto? ¿Por qué lo habéis hecho? Para hacer una mierda como ésta…"