TENIS

A Nadal no le llega ante De Miñaur y se despide del Conde de Godó... para siempre

El manacorí perdió en una hora y 52 minutos por 7-5 y 6-1 ante el número 11 de la ATP, limitado en el saque y con menos velocidad en la pista.

Rafa Nadal, durante el encuentro ante De Miñaur, en el Godó en Barcelona. /GETTY
Rafa Nadal, durante el encuentro ante De Miñaur, en el Godó en Barcelona. GETTY
Alberto Martínez

Alberto Martínez

Rafa Nadal aterrizó en Barcelona el pasado miércoles y una semana después coge el billete de vuelta. Su participación se ha reducido a dos partidos, el ganado en la primera ronda ante el italiano Flavio Cobolli y el de este miércoles ante Alex de Miñaur (7-5 y 6-1), una prueba de fuego por la entidad del oponente y las limitaciones del manacorí. Nadal compitió, pero con un servicio menos dañino, una derecha que no fue ganadora y una movilidad menos veloz en la pista no le llegó para aspirar a la victoria. Se despide del Open Banc Sabadell - Trofeo Conde de Godó ante el primer rival exigente y evidencia que está lejos de poder ganar torneos, como él mismo ha repetido desde su llegada al Real Club Tenis de Barcelona. ¿Fue un adiós para siempre? Esa es la pregunta que solo puede responder Nadal y que se hacían los espectadores.

Fue un querer y no poder de Nadal, que se estrelló contra la seguridad y experiencia de Alex de Miñaur (nº11 del mundo), quien redujo el índice de errores no forzados y se sujetó en un buen saque, una dejada punzante y un juego inteligente para ir limando al manacorí, mermado por esos "límites peligrosos" que no puede cruzar y que le restan mordiente en su servicio y en esa derecha que no fue ganadora. Nadal se vio con 5-4 arriba en el primer set, pero solo ganó un juego más en el partido. El australiano subió un punto el ritmo y le dio la vuelta (5-7) y ahí se constató que los milagros no son eternos con el ganador en 12 ocasiones del Conde Godó.

El primer juego del partido ya fue una señal. Una dejada de De Miñaur que Nadal no corrió. Una imagen que se repitió hasta en cinco ocasiones en el primer set. Más lento que el Nadal gigantesco, por su inactividad y sus continuos problemas físicos, hubo pocas bolas imposibles a las que llegó pese a la arenga constante de los 7.500 espectadores de la pista central. Con 0-2, al discípulo de Carlos Moyà le empezó a correr la bola, especialmente por su revés abierto y profundo, que regaló los mejores puntos. Se colocó de un plumazo 3-3 y después 5-4, pero De Miñaur ganó fácil su servicio, rompió y liquidó con maestría (7-5). Estuvo sereno. Aguantó la ola.

Un saque que no superó los 183km/h y errores no forzados

Las limitaciones de Nadal fueron principalmente en el saque. Su primer servicio llegó a 183 km/h, el más potente de los que empleó en el primer set, donde llegó incluso a segundos saques de 130km/h. Eso le dio opciones al australiano con nacionalidad española de entrar fuerte al resto y de llevar la iniciativa. La otra merma fue la derecha. No logró puntos ganadores, por lo que De Miñaur castigó más ese golpe que el revés, donde Nadal sí que encontró más estabilidad, incluso golpes ganadores.

En el segundo set se agravaron los problemas del mallorquín, librado De Miñaur de la presión del primer set y sin el miedo escénico de jugar en la pista Rafa Nadal y ante el ídolo. Se lo quitó de un plumazo y se colocó 1-3 con un punto que hubiera firmado su oponente: corrió de lado a lado defendiéndose hasta que provocó el fallo en el propio Nadal, que ya vio como, después de una hora y media de partido, este se le escapaba y así su participación en el Conde de Godó. Pero Nadal siempre se aferra a la vida. Y así ocurrió cuando salvó hasta tres bolas de 1-4... pero De Miñaur aguantó el tipo y restó para ganar (1-5). Y lo hizo. Nadal envió su derecha al final de pista. Out. Fin.

La derrota ante De Miñaur fue la quinta en la historia de Nadal en el Godó. La primera se produjo ante Àlex Corretja, en segunda ronda de 2003, después frente a Nico Almagro (cuartos de 2014), y el las otras dos ante Fabio Fognini (octavos 2015) y Dominic Thiem (semifinales 2019). La gente se puso de pie para despedirse a Rafa Nadal, que se fue tranquilamente y saludó.