Carlos Alcaraz convierte su gran debilidad en una fortaleza: "Ferrero siempre me insiste con eso"
El equipo del nº2 del ranking destaca su estabilidad emocional en este inicio de curso. "Tiene una tendencia al despiste, pero lo está controlando perfectamente", dice Antonio Cascales.
Melbourne.- En su meteórico ascenso a la élite del tenis mundial, en el entorno de Carlos Alcaraz había y hay varias preocupaciones. Como de tenis va más que sobrado, las inquietudes del equipo se centran en el físico -cuidarle y evitar lesiones-, en los despistes fuera de la pista -de ahí el tirón de orejas que le dio Juan Carlos Ferrero a finales de 2023- y en las desconexiones mentales durante los partidos, un mal que le ha costado algún que otro gran partido.
El físico y el comportamiento fuera de la pista están íntimamente ligados. "En esta pretemporada he mejorado muchas cosas fuera de la pista y ahora me encuentro mucho mejor físicamente", reconocía el propio Alcaraz en los primeros días de torneo en Melbourne. Y aunque todo ese orden en la vida cotidiana ayuda luego a estar más calmado en la pista, el tema de los despistes durante los partidos es algo que difícilmente se puede trabajar fuera de competición.
Por eso, lo que más destacaban en el equipo de Alcaraz tras la exhibición ante Kecmanovic en octavos de final no fue esa derecha que echa fuego y que se llevó todas las miradas. "Lo principal es que estuvo muy concentrado todo el partido y que lo leyó fenomenal. Cuando el otro apretó, supo perfectamente estar ahí sin despistarse", destacaba por teléfono desde Alicante Antonio Cascales, que fue entrenador de Juan Carlos Ferrero y que actualmente forma parte del equipo técnico de Carlitos.
"Autoexigirse e intentar hacerlo perfecto es lo que hacen los grandes atletas, los grandes deportistas. Y por eso han llegado donde han llegado"
"A veces Carlos tiene esa tendencia a despistarse cuando los partidos van de cara y ahora no los está teniendo. Contra Kecmanovic, por ejemplo, estuvo muy bien en los dos primeros sets. En el tercero el otro desconectó después del break, pero Alcaraz no se fue en ningún momento y no tuvo fallos que no tocan", añadía Cascales. "Carlos ha ido dando pasos adelante en los últimos días y llega en muy buen estado al tramo decisivo del torneo. Tiene que afinar un poco todo, empezando por el resto y el saque. Si consigue afinar eso, es muy difícil que le ganen porque lo demás viene solo en su juego".
El ejemplo del US Open 2023
Cuando Ferrero habla de qué tiene que mejorar Alcaraz, el que fuera número uno en 2003 tiene claro que esas desconexiones son muy peligrosas. Si el partido lo tienes de cara, hay margen para recuperarse, pero si te ocurre cuando ya estás abajo en el marcador, es casi definitivo. Una losa insalvable. Eso fue justamente lo que le ocurrió a Carlitos en las semifinales del último US Open frente a Daniil Medvedev.
"No pensé y perdí la mente totalmente. Es duro de manejar estar luchando durante 50 minutos y perder la concentración para cuatro puntos. En el segundo set no volví, estaba casi en la luna. Fue muy duro volver al partido y mostrar un buen juego", dijo aquel día en una reflexión cargada de autocrítica tras caer en cuatro sets. "No puedo tener estas desconexiones si quiero ganar más Grand Slam y ser de los mejores".
Ese punto débil del US Open está la fortaleza de Alcaraz en el Open de Australia. El propio Alcaraz, en los micrófonos de Eurosport, habló de esa línea de intensidad que se autoexige: el no bajar un pistón, el estar ahí todo el rato, pase lo que pase.
"He conseguido mantener un nivel muy alto durante todo el partido, sin perder la concentración ni bajar la intensidad. Eso es en lo que más he trabajado últimamente. Juan Carlos Ferrero siempre me insiste en la necesidad de que no me relaje durante los partidos, es muy perfeccionista", reveló el murciano. Y hablando de perfeccionistas, Alcaraz no se queda corto.
"Soy una persona muy autoexigente. Para estar siempre ahí hay que autoexigirse uno mismo, querer hacerlo siempre bien, siempre perfecto", reflexionaba Alcaraz el lunes por la noche con los periodistas españoles tras su duelo con Kecmanovic. "Ha habido un momento que el resto no me estaba saliendo bien y en mi cabeza yo quiero hacerlo perfecto. Es lo que hacen los grandes atletas, los grandes deportistas, autoexigirse, intentar hacerlo perfecto. Y por eso han llegado donde han llegado. Así soy yo y por eso estoy jugando a este nivel, porque cada día quiero dar lo mejor, mi 100%".